Por: Maria Fernanda Cabal
La periodista norteamericana Milly Weaver descubrió cómo el movimiento ‘Sunrise Movement’, ha sido determinante en la oleada de protestas que ha sembrado el pánico en los Estados Unidos.
Entre sus datos más importantes aparece Aaron Berger, quien funge como asesor internacional del movimiento y es CEO de ‘Asymmetric Solutions’; una empresa contratista que se especializa en entrenamiento militar, ciberseguridad y estrategias globales.
Así, bajo el paraguas de la lucha por la igualdad de derechos de la población afroamericana, del movimiento LGBTI y el reclamo por la generación de oportunidades a los menos favorecidos, ‘Sunrise Movement’ instrumentaliza las mentes de adolescentes a lo largo de distintas ciudades, promoviendo una percepción general de caos a través de la escalada sucesiva de levantamientos sociales, de apariencia espontánea.
El objetivo, inducir a la opinión pública a la necesidad de alcanzar un consenso frente al ‘Acuerdo Verde’, como única solución hacia una “nueva normalidad”. Y ésto no es otra cosa que una versión perfeccionado de radicalización de la extrema izquierda, que persigue la destrucción del capitalismo -al que tilda de modelo económico fallido- desde la base de la sociedad.
Para ello, se ha insertado en los cursos de secundaria y preparatoria en los Colegios, adoctrinando a menores y adolescentes de raza blanca con el fin de endosarles la responsabilidad de generar cambios estructurales en el sistema “que los ha privilegiado mientras oprimen a la raza negra”.
Utilizando las redes sociales y las plataformas digitales, enseñan tácticas militares que les permitan desarrollar acciones de alto riesgo y piden ayuda para intensificar el caos y la desestabilización; como la quema de edificios y la confrontación a la fuerza pública.
Las investigaciones del origen de los actos vandálicos tras la muerte de George Floyd en Minneapolis, han demostrado que fueron planificados previamente. ‘Sunrise Movement’, junto a Black Lives Matter y a grupos radicales como Antifa, capitalizaron la crisis a su favor, promoviendo el discurso en contra de la reelección de Donald Trump.
Las imágenes revelan que tras de varios días de disturbios, muertes y quema de empresas -muchas de propiedad de personas de raza negra-; el 1 de junio la congresista más joven de la historia de los Estados Unidos, Alexandria Ocasio-Cortez, participó en una conferencia privada vía Zoom, promoviendo la escalada violenta con los líderes de ‘Sunrise Movement’.
Su madre nació en Puerto Rico y su padre en el Bronx; y en menos de cinco años, pasó de ser camarera a reconocida «líder» con un discurso de causas justas que busca ‘aumentar los impuestos para los multimillonarios, promover la educación gratuita y alcanzar medidas ambiciosas contra el cambio climático’.
«Se supone que las chicas como yo no nos presentamos a cargos en la Administración”; así anunció por primera vez AOC sus aspiraciones políticas en mayo de 2017, cuando a través de redes sociales empezó a circular un primer video de campaña en el que se describió a sí misma como una mujer trabajadora, que “no nació en el seno de una familia rica” y cuya invitación se afincaba en la premisa de una lucha entre el pueblo y el poder: “Nosotros tenemos a la gente, ellos tienen el dinero”.
A sus 30 años, después de participar en la campaña de Bernie Sanders en 2016 y de ser miembro de ‘Socialistas Demócratas de América’, Alexandria es la nueva cara de los demócratas y sostiene la bandera de uno de los temas más importantes en la agenda política y medioambiental del país norteamericano: el ‘Nuevo Acuerdo Verde’ – o Green New Deal–.
La propuesta, de la cual hacen parte varios líderes de izquierda a nivel mundial, es difundida por Ocasio-Cortez como un «movimiento de derechos civiles” de las nuevas generaciones, que si bien está dirigido en primera medida a combatir el cambio climático, también propone una transformación del sistema «para lograr mayor justicia social, económica y racial en Estados Unidos».
El proyecto plantea, entre varias medidas, la regulación del sistema financiero internacional, el fortalecimiento de nuevas relaciones exteriores y la reducción del gasto militar, como parte de una cooperación global con Rusia, China, India, la UE y otras naciones.
Aunque la organización se muestra como una iniciativa de acción política liderada por jóvenes, sus acciones van más allá de la aparente causa romántica de «descarbonización, empleo y justicia»; Alexandria Ocasio-Cortez no consiguió sola el escaño político que hoy ostenta. El apoyo del ‘Sunrise Movement’ fue clave para su victoria en la contienda electoral del 2018, impulsando su nombre en las primarias demócratas y luego en las elecciones generales.
Sin duda, cada vez son más las pruebas que apuntan a que el estallido de disturbios en Minneapolis, fue sólo un pretexto y un primer paso para avanzar hacia la nueva agenda socialista, demostrando que la destrucción es una forma legítima y poderosa de resistencia.