Cinco días después de la primera vuelta presidencial cuando ya todos daban por ganador a Rodolfo Hernández Suárez, me reunía con unos amigos en uno de los conjuntos residenciales por el sector de Río Hato en Piedecuesta Santander, donde la urbanización Marval se expande y compite ferozmente el dominio residencial con la constructora HG.
Para los que no saben la constructora HG es la joya de la corona del “Ingeniero” Hernández Suárez, emporio económico que ha vivido de financiar apartamentos en “Edificitos” que luego hipoteca para convertirlos en vaca de leche y ordeñar a “Hombrecitos” que tiene que pagar intereses por 15 años.
Allí, en Piedecuesta, junto con un “Petrista” que por más de 30 años soñó con tener presidente de izquierda y junto con un “Rodolfista” que ya integraba la comisión del empalme del “Ingeniero” sin haber sido elegido presidente; entre cábalas, números y apuestas, llegamos a la conclusión que Rodolfo nunca en su vida ha estado en campaña.
Como concejal de Piedecuesta le fue fácil llegar a esa dignidad, no tenía competencia y todo se compraba con unos cuantos billetes y monedas, como alguna vez me contó “Don Hernando” sentados en las escaleras del parque “La Libertad” en Piedecuesta: “Cinco mil pesos le valió la presidencia a Rodolfo en el concejo”; Don Hernando trabajó para Rodolfo y cuando este fue elegido concejal, él compró la cerveza, la carne y preparó el asado.
Cuando quiso ser candidato a la alcaldía de Bucaramanga tampoco estuvo en campaña ni tuvo que enfrentarse a ella, tan solo fue hacer algunas acertadas inversiones en dotaciones de Juntas de Acción Comunal, canchas sintéticas y la promesa de vivienda con la que siempre ha engañado a los pobres: “20 Mil Hogares Felices” que nunca construyó como alcalde; Rodolfo ganó por pírricos 4.300 votos de diferencia, pírricos, pero ganó.
Como candidato a la presidencia tampoco estuvo en campaña, no estaba en el radar y se les coló para segunda vuelta, fue allí donde tuvo que enfrentar por primera vez una verdadera campaña y no lo hizo, no dio la talla y huyó.
Le corrió al debate contra Petro, abandonó el país y puso al aparato de seguridad del Estado en una investigación que nunca arrojó resultado del aparente atentado contra su vida, se resguardó en sus mansiones, el “Rey del TikTok” como se autoproclamó, se dedicó a crear vacíos e infantiles vídeos de una cultura traqueta que hasta los más jóvenes ya no toleran.
Rodolfo nunca estuvo en campaña, no se le puede pedir peras al olmo, ni a Rodolfo que sostenga un debate serio, racional y coherente; no sirvió como candidato, tampoco lo será como senador, ni mucho menos como candidato a la gobernación de Santander.
@ELDENUNCIANTEo
Twitter-Fredy Garzón