Por: Francisco José Tamayo Collins
Cuando se cumple el primer aniversario de la muerte de la Reina Isabel II, exactamente hoy, 8 de septiembre, queremos rendirle tributo a tan magnífica estadista y a otros dos personajes que marcaron la historia del mundo y que este mismo año serán recordados, para ser más precisos en los últimos días de diciembre: el gran papa bávaro Benedicto XVI y el Rey Pelé, genio del fútbol, leyenda eterna de ese deporte, antiguo ministro de Deportes del Brasil.
Escribimos con el alma conectada al Reino Unido, Baviera y Sao Paulo, elevando nuestras oraciones por estos tres gigantes de la era contemporánea, líderes que hicieron historia y que, desde ya, son referente de las generaciones por nacer.
Isabel II, Elizabeth Alexandra Mary, la hija del gran Jorge VI, el inolvidable «Bertie», líder que enfrentó a Hitler, como jefe y compañero de batalla de Sir Winston Churchill, nuestro Churchill, referente conservador y defensor de la Libertad universal.
La laboriosa Reina Isabel II, a quien siempre admiramos, la enorme Dama que estudiamos con juicio y afecto, especialmente desde 2008, siguiendo el curso de una estadista de marca mayor: 70 años de reinado, 70 años de grandeza, asumiendo cambios vertiginosos en el mundo con espíritu moderno, sabiduría y el más exquisito y discreto, impecablemente británico, sentido común.
The british way to make good things… Because all is open season… Thank you so much, Ma’am, for everything. Thank you, beloved Queen Elizabeth, for your historical knowledge, your commitment, your responsability, your work ethic and your finest sense of humour. God bless you forever, Ma’am!
Es menester ahora rendir tributo al estudioso profesor Joseph Ratzinger, el sabio teólogo, el Papa que tuvo la entereza de renunciar por motivos de salud en febrero de 2013, ese hombre que nos dejó como legado el coraje de haber defendido los valores de Occidente y del Amor, con gallardía, siguiendo una doctrina bien fundamentada, sin temores y abrazando las raíces de la Civilización que nos ha visto crecer con tanta generosidad y cariño.
Benedicto XVI debe ser recordado como el pontífice de la Libertad y la Democracia para el siglo XXI, el hombre que supo poner los puntos sobre las íes, argumentando y sin ambages, recordando a los pensadores más importantes de la Humanidad, fiel a su condición de Maestro, por encima de cualquier otra consideración. Un titán que dejó una huella profunda con la fuerza de su pensamiento.
Y finalmente, el amado Rey Pelé, quien es memoria del fútbol y representa el deporte más popular del mundo para millones de personas en los cinco continentes. «O reí» fue sinónimo de brillantez, velocidad, contundencia a la hora de definir una jugada, ímpetu para dejar atrás a las defensas que pretendieron marcarlo y «fusilar» con certeros remates a los arqueros que le tenían pavor cuando se aproximaba a la portería.
Bien lo decía el «loco» Hugo Orlando Gatti, legendario portero del Boca Juniors, mientras esbozaba una enorme sonrisa: «enfrentar a Pelé era lo más parecido a encarar a una pantera, porque siempre que tocaba el área… ¡No lo paraba nadie a ese fenómeno: era imposible detenerlo!».
Pelé fue el futbolista más querido del planeta, campeón mundial en 1958,1962 y 1970, cerebro del mejor equipo de la historia del fútbol, la selección Brasil, que se llevó para su tierra la Copa Jules Rimet, cuando se coronó con los laureles de la inmortalidad en el primer Mundial celebrado en México, en el ya lejano 1970.
Elizabeth Alexandra Mary, Joseph Aloisius y Edson Arantes do Nascimento, tres ejemplos de calidad y excelencia. Dios los tenga en Su Reino.