No hay un solo oficial en las Fuerzas Militares y en el Ejército Nacional que no conozca y comente en voz baja la verdad sobre lo que está ocurriendo en el Ejército Nacional frente a la salida del comandante, general Nicasio Martínez, señalado en un artículo de Ricardo Calderón de estar detrás de una serie de seguimientos e interceptaciones a magistrados de la Corte Suprema y políticos de la oposición como Iván Cepeda. Según ese artículo, titulado ‘Chuzadas sin cuartel’ dichas operaciones eran ordenadas por el general Martínez y se le reportaban a un político del Centro Democrático. Hasta la fecha no se han aportado pruebas de esas acusaciones y ya la Rama Judicial desmintió en un comunicado la existencia de uno de los supuestos micrófonos en la oficina del investigador del expresidente Álvaro Uribe, magistrado Cesar Reyes, quien fuera subalterno de Pilar Rueda, esposa de la contraparte de Uribe en la Corte.
Ver: La Sra. de Cepeda y el magistrado César Reyes: ¿COMPAÑEROS?
Como siempre pasa algunos sectores nuevamente se han prestado para lanzar cortinas de humo y desviar la atención de los temas sensibles del país. Eso ha ocurrido especialmente en el Ejército Nacional donde en los últimos años se tejió toda una estrategia para tapar innumerables denuncias de corrupción en el comando de Aviación de las Fuerzas militares con hechos que comienzan en los años 2011 y 2012 cuando el general Alberto José Mejía, hoy embajador en Australia, fue comandante de esa división.
El Expediente conversó con varios generales activos, algunos retirados y con integrantes de los grupos de inteligencia, que ratifican dichas denuncias y coinciden en algo: los generales Nicasio Martínez y Adelmo Fajardo como muchos otros se fueron porque estaban investigando la corrupción en la Aviación del Ejército durante la época del general Alberto José Mejía.
En noviembre del 2017 cuatro coroneles de la Aviación del Ejército (Julio Cesar Ramírez Salazar, Juan Álvaro Guerrero, José Manuel Villalba Gamboa y Carlos Sandoval.) cansados e inconformes con el manejo de esa dependencia decidieron colocar una denuncia anónima en la Fiscalía General de la Nación radicada con el No. 201761111204672 y con 1264 folios llenos de pruebas sobre la pérdida de 1.000.000= de galones de combustible, la compra de repuestos no originales (hechizos) para helicópteros, cursos ficticios de capacitación a oficiales de la aviación en el exterior e inversiones en infraestructura como bien lo narra la misma denuncia para mencionar uno de los tantos hechos que también fueron puestos en conocimiento de la Procuraduría y la Contraloría sin que hoy se conozca ningún resultado de esas investigaciones.
En ese entonces en diciembre de 2017 el general (r) Jaime Lasprilla Villamizar, ex comandante del Ejército Nacional, puso en conocimiento del Ministro de Defensa Luis Carlos Villegas los mismos hechos mediante Oficio del 14 de Noviembre de 2017, anexando a su informe 7 carpetas AZ que contenían los mismos 1278 folios y relacionando el nombre de cinco oficiales que podrían ser testigos de los mismos hechos. El Ministro de Juan Manuel Santos no informó a la opinión pública y tampoco envió estos documentos a la Fiscalia, Procuraduría , Contraloría, y la justicia Penal Militar como era su deber legal por ser funcionario público tratándose de la comisión de posibles delitos .
El 20 de noviembre de ese mismo año, 2017, el Comandante Gral. de las Fuerzas Militares para esa época, el general Juan Pablo Rodríguez, envió al Comando del Ejercito en cabeza del Gral. Alberto José Mejía Ferrero, otra denuncia sobre presuntas irregularidades que se estaban presentado en el Comando de Apoyo de Contrainteligencia Militar del Ejercito Nacional y algunas de sus unidades adscritas especialmente el Batallón de Credibilidad del Ejercito ordenando que se hicieran las investigaciones pertinentes y se informara al Comando general los resultados de las mismas.
Como era de esperarse el general Mejía tampoco hizo nada con la denuncia que le enviara el entonces comandante de las FFMM y extrañamente, dos meses después, esa misma información apareció publicada en Revista Semana en otro artículo de Ricardo Calderón, bajo el título de ‘’Espías Dinero Y Traición’’ el cual incluyó gran parte de la información que el mismo anónimo describe pero ya no en el comando del Ejército Nacional sino buscando enlodar a los ocho generales que solicitaron la baja a raíz de la inconformidad por el nombramiento del General Alberto José Mejía Ferrero como Comandante General en reemplazo del General Juan Pablo Rodríguez.
Ver: Sobrecostos en la División de Aviación del Ejercito
Pasó el año 2017 en medio del calor del proceso de paz con las FARC y entre tanto Mejía seguía ganando el pulso y tapando las denuncias. Para nadie era un secreto que el ‘Mono Mejía’ tenía excelentes relaciones con el presidente de la República, la primera Dama, sus hijos, con el contratista de la Aviación Felipe Jaramillo (Qepd) y con el entonces embajador de los Estados Unidos Kevin Whitaker.
Estaba blindando y logró manejar las denuncias que se pusieron en conocimiento de la Embajada de los Estados Unidos en Bogotá ya que pueden estar comprometidos dineros de cooperación del Plan Colombia que pertenecen al Tesoro de los EEUU y con los cuales se apoya la División de Aviación del Ejército.
LA PERDIDIA DE VIDAS HUMANAS ¿CUANTOS OFICIALES HAN MUERTO EN ACCIDENTES AEREOS?
En enero de 2018 se presenta el accidente del Helicóptero MI 17 del Ejercito Nacional en Segovia Antioquia donde fallecieron 10 integrantes del Ejército Nacional. Pese a las graves denuncias sobre incumplimientos del contratista Felipe Jaramillo y los sucesivos accidentes donde han perdido la vida decenas de oficiales, no se conoce resultado alguno de esas investigaciones sobre un presunto cartel de repuestos para estos helicópteros y su mal mantenimiento con repuestos que no son originales y se compran a empresas intermediarias en un negocio que según las denuncias de los oficiales puestas ante la misma fiscalia, lideraba el General Alberto José Mejía.
El Expediente entró al aire en abril de 2017 con una investigación sobre ese mismo tema.
Ver: Felipe Jaramillo Samper: el señor de las armas favorecido por Santos
Una de las personas claves en la estrategia del general Mejía para tapar la corrupción fue el Coronel (r) Garzón Forero quien no fue llamado a curso de ascenso y debía pasar al retiro de inmediato a su regreso como agregado en Inglaterra. Ese alfil de toda la confianza de Mejía y de Santos
fue asignado nuevamente a la aviación del Ejercito de forma arbitraria e inusual por parte el Gral. Alberto José Mejía. Su tarea durante ocho meses habría sido la de maquillar y desviar las investigaciones con el apoyo de un grupo de abogados de confianza y en coordinación con el coronel Juan Vicente Trujillo, entonces comandante de esa división.
En abril del año 2019 se presentó una nueva denuncia con los mismos hechos (radicado No.20196110400442) contra el Gral. Mejía sin que tampoco se conozcan resultados.
EXCLUSIVA: Grave DENUNCIA de CORRUPCIÓN en @COL_EJERCITO radicada en @FiscaliaCol @PGN_COL y @CGR_Colombia con 4 folderes 1279 documentos REVELA corrupción en millonarios contratos de aviación. La denuncia señala con nombres propios a Altos Oficiales entre ellos @COMANDANTE_EJC pic.twitter.com/bnkz21qunM
— Herbin Hoyos Medina (@herbinhoyos) November 26, 2017
LA GESTAPO
Para nadie es un secreto el indebido e ilegal uso de la inteligencia y contrainteligencia hecho por el general Alberto José Mejía para amedrentar, amenazar y construir cortinas de humo que evitaran a toda costa que se conocieran los hechos de corrupción tan graves de la aviación del Ejército.
Porque las autoridades competentes no quieren prestar la atención a denuncias tan graves y no se hacen investigaciones disciplinarias y penales con resultados pese ha que hay pruebas contundentes escritas y testigos claves que pueden brindar todos los agravantes necesarios para tipificar delitos graves que al parecer fueron cometidos.
La recientes denuncias hechas por el Brigadier General Cesar Augusto Parra León y corroboradas por el Teniente Coronel en retiro Yiovanny Prieto hechas en la W Radio sobre los montajes ilegales realizados por la contrainteligencia del Ejercito y ordenados por el general Alberto José Mejía son solo un ejemplo de los muchos casos de oficiales que se han salieron de la línea y salieron con montajes orquestados desde la Gestapo montada por Santos y Mejía bajo la orientación del coronel Martín Arrauth Aguirre, el coronel Saulo Neira García y el general de la inteligencia Chalo García. Una Gestapo que dejó de analizar los temas estratégicos de seguridad nacional para dedicarse a desarrollar actividades irregulares de espionaje, seguimientos, montajes de falsos testigos y hasta interceptaciones ilegales como la que se le hizo al Presidente Uribe utilizando equipos de la inteligencia británica.
Dato: Cuando @JuanManSantos le agradeció al Servicio de Inteligencia Británico MI6 por operaciones en Colombia. Ayer dijo que esa afirmación de @AlvaroUribeVel era ridícula. pic.twitter.com/YYqdH1ZFDn
— Gustavo Rugeles (@GustavoRugeles) July 26, 2018
Ver: El regreso de un general que denunció al mejor amigo de Santos