¿Por qué no podemos perder la democracia

Por: Fernando Torres Mejía

Considero muy importante, me gustaría y creo que es oportuno, ver a una mujer como presidente de Colombia, pero también tengo claro que este país aún se resiste aceptarlo, no porque no este preparado, sino porque aún estamos en una sociedad machista, a la que le cuesta aceptar una mujer en esta posición. Que bueno seria, para que nos represente para que nos administre, porque hay que reconocer que como administradoras son de lejos mejor que los hombres, entre muchas otras cualidades.

¿Pero en qué estamos? Cuando no hay claridad, se generan dudas, nos sentimos engañados, burlados, maltratados, y así se están sintiendo la gran mayoría de personas que querían ver a María Fernanda Cabal como la candidata oficial del Centro Democrático, y es que además de quererlo, estaban seguros de que así sucedería, porque no era solamente lo que mostraban los sondeos en redes sociales, sino los comentarios que se venían haciendo en los distintos medios de comunicación, en los tertuliaderos y en los mentideros políticos de distintas regiones del país, donde le daban un triunfo contundente, no solo por lo que ella representa, sino porque además, ella recoge las banderas del Uribismo puro, ese Uribismo de la mano firme y el corazón grande, que inspiro el presidente Álvaro Uribe Vélez. Ahora bien, mi candidato por el cual me la estaba jugando era Alirio Barrera, quien mostró unas ideas claras, serias y muy contundentes dirigidas al agro, donde estoy convencido nos debemos enfocar, pero igual, cualquiera de los cinco precandidatos que se sometieron a esta elección, tenía las cualidades y capacidades para honrar dicha distinción y en esta oportunidad el turno fue para Óscar Iván Zuluaga.

El Centro Democrático es el único partido en Colombia que ha ejecutado un proceso de selección con rigurosidad, transparencia, donde además se realizaron unos foros donde se trataron temas muy sensible, enfocados en la situación real del país, con miras a escoger su candidato, y aunque después de haberse cerrado y anunciado quien fue el elegido, se han presentado algunas dudas sobre la forma como se desarrolló este proceso, que esperamos sean totalmente aclaradas y despejadas a la mayor brevedad posible.

Lo cierto es que las bases del CD deben enfocarse en el verdadero objetivo que nos debe llamar a la reflexión y pensar en el futuro de nuestro país, la presidencia de 2022, porque no se puede perder el norte y recordar, que si entre la misma fuerza que está luchando para que no llegue al poder la izquierda radical o peor aún, los candidatos de Santos, no hay unión, el gran y único perdedor, seremos todos.

Por eso hoy, los militantes, las bases y simpatizantes del partido tienen el deber de dar ejemplo de unidad de transparencia y de jugar limpio, de hecho durante todo el proceso, escuchamos a los precandidatos decir que se respetarían las reglas del juego y que el que ganara, sería apoyado por los demás y a la vez se convertirían en sus jefes de debate.

Hoy más que nunca el país necesita coherencia, este es el partido de la esperanza y los requiere unidos. El Centro Democrático es una organización que cuenta con un gran líder como lo es el presidente Álvaro Uribe y lo mínimo que debemos hacer como muestra de gratitud a su legado es la unidad de todos.

De otra parte el CD, más que un partido político, soportado en sus bases, se ha convertido en una empresa política para distribuir favores, en cabeza de unos pocos, en buena medida desconectados con la realidad que se vive y padece en las regiones, pero sus dirigentes y su bancada, tienen que entender que las elecciones del 2022 van a marcar un punto de inflexión y si bien, el «ilusionista y mitómano» de la Colombia Inhumana, jamás será Presidente, no es menos cierto que en esta ocasión, ni Uribe, ni el CD, en solitarios, van a poder «imponer» el candidato, el cual en esta oportunidad tendrá origen regional y no será de la capital.

Ahora bien, más adelante y con cabeza fría, espero que los que hoy están en contra del proceso de la elección del señor Óscar Iván Zuluaga, se tomen su tiempo para pensar y entender que en política hay que saber jugar las cartas con la razón y no con el corazón, nuestra obligación es defender la Democracia, para lo cual debemos seguir adelante para que no pierda el país, de igual forma y solo por un momento, los invito a reflexionar en la eventualidad que aunque para muchos suene imposible, podría estar dentro de todas las posibilidades y es, ¿qué pasaría si nos toca elegir entre el de la Colombia Humana y Óscar Iván Zuluaga, por quien vamos a votar?

Por lo pronto, se le está haciendo un llamado al líder natural del partido, para que en un acto de justicia, coherencia y además por el bien del partido y del país, se le dé a María Fernanda cabal la oportunidad de encabezar la lista al senado, porque esto sería el mejor reconocimiento que puedan hacerle a una mujer valiente y valiosa, de igual forma, los colombianos la están viendo como esa figura que puede tomar las banderas del Uribismo y que lo representa en toda su esencia, ella tiene la fuerza y el carisma para convocar y volver a unir el partido, POR QUÉ NO PODEMOS PERDER LA DEMOCRACIA

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