Por: David Meza Pretelt
El candidato que va punteando en las encuestas para la elección presidencial, en su trasegar político ha estado inmiscuido en múltiples escándalos, pero pocos estremecieron al país como aquel en que se convirtió en “el señor de las bolsas”, que no pierde vigencia.
La Corte decidió archivar el caso y se inhibió, mas no declaró a Petro inocente de haber recibido dineros de la mafia en sus campañas a través de donaciones canalizadas por terceros, originadas en colectas de dinero entre personajes siniestros simpatizantes de la causa comunista. Es decir, el video permitió descubrir un entramado de financiación narcotraficante que pudo haber existido, aún así los dineros de las bolsas allí registradas provengan o no de estas fuentes.
En el 2018 a través de un acto de valentía frente a la izquierda que en Colombia cuenta con varios brazos armados, Paloma Valencia le mostró al país al verdadero Gustavo Petro en un video oscuro donde se le veía en un episodio nauseabundo de avaricia y obsesión por el dinero, molesto porque la entrega del dinero fuese en efectivo, mas no por el origen de los recursos.
Luego el abogado Abelardo De La Espriella con fuentes confidenciales que en el pasado fueron muy cercanas a Gustavo Petro, hizo pública la cadena de vínculos mafiosos que había entorno al donante Vélez, hecho que fue llevado ante la Corte donde se determinó que la donación del arquitecto no era dinero del narcotráfico, que hasta ahí sería cierto pero no se indagó en la forma como el mismo Vélez recogía los recursos ni sus orígenes.
Las versiones de Petro y Vélez nunca fueron compatibles, el uno dice que existió una donación a su campaña mientras que el otro dice que jamás le entregó dinero alguno.
En la época en que el Dr. De La Espriella hizo sus denuncias yo trabajaba para él en comunicaciones digitales y tuvimos acceso a una gran cantidad de mensajes anónimos o de personas que querían reservar su identidad (por temor a represalias), que reafirmaban las conexiones entre la mafia narcotraficante y el candidato del Pacto Histórico.
Progresismo y narcotráfico
No han sido claros los hallazgos de la Corte en cuanto a los personajes alias “J9”, Libardo Parra alias “Oscar” (ex m19) y Javier Ocampo Upegui, quienes serían intermediaros para el “Loco” Barrera. Este ex capo, puede negar las veces que quiera que fue donante de Petro, pero ¿qué tanto se puede creer en la palabra de un criminal, que además paga una condena de más de 30 años en E.E.U.U.?
En cambio, se sabe que Barrera fue cercano a la izquierda armada, participando en sociedad con las guerrillas en muchas de sus actividades como narcotraficante y proclamando ser un seguidor de las ideas comunistas y socialistas que representa Petro en las elecciones actuales, a tal punto que la hija del “Loco” es actualmente protegida por el gobierno de Maduro en Monagas (Venezuela), dictador con el que a propósito Petro dice que reestablecería relaciones inmediatamente si llega a imponerse.
Llama la atención que Gustavo Petro repite en la campaña 2022 los ofrecimientos que hacía a los delincuentes en aquel tiempo, ahora camuflándolos de “perdón social” para narcotraficantes con beneficios como la revisión de la extradición.
Testaferros y financiamiento de campañas
A quienes conviene tener siempre el dinero en efectivo es a los narcotraficantes, entre más pasen desapercibidos por el sistema financiero, menos peligro corren de ser descubiertos, poniéndolo a circular a través de testaferros como “J9” o contactos políticos como Libardo Parra y Javier Ocampo. Este tipo de intermediarios se encarga de lavar dinero, por ejemplo: haciendo donaciones a campañas políticas a través de terceros asegurando que el dinero sea imposible de rastrear.
La Corte, basó su investigación en testimonios de delincuentes, y lo más normal que se ve desde el ladrón de la esquina hasta el máximo capo; es que al ser cuestionados se declaren inocentes y nieguen todos sus delitos.
Tal vez sea cierto que el “Loco” Barrera nunca se acercó físicamente donde Petro a darle dinero, pero sus tentáculos representados en millonarias sumas llegan a permear las esferas empresariales y políticas con gran facilidad, siempre y cuando haya cierta afinidad. En este caso hablamos de un narcotraficante que fue protegido hasta por 15 frentes distintos de las FARC, quienes a su vez harían parte del gobierno si vence la izquierda: todos harina del mismo costal.
Mientras tanto Juan Carlos Montes que es la ficha de Petro que hacía el trabajo sucio de mensajero entre Simón Vélez y el candidato del Pacto Histórico, disfruta una vida de lujos y se le vio recientemente en un elegante vagón de tren en Suiza, compartiendo una actividad social con familiares y amigos en medio del jolgorio y costosos vinos. Mientras las circular roja de la Interpol proferida contra él duerme el sueño de los justos, porque en su astucia, Petro lo envió a un país con el que no hay acuerdos de extradición.
Parece ser que lo tienen viviendo muy bien para que mantenga la boca cerrada y quizás en un eventual gobierno progresista, lo traigan de vuelta para gestionar el Ministerio de Hacienda o alguna entidad financiera, dada su experiencia con la bolsa.
Otra ficha que no tocaron en la Corte fue Libardo Parra, detenido hace años en Costa Rica con documentos falsos y U$$ 40.000. Un hombre que ha mantenido fuertes vínculos con el narcotráfico y ha puesto a circular esos dineros entre políticos de izquierda, a propósito: ¿Cómo es la relación de Petro con su ex compañero de armas? ¿Habrá recibido donaciones por parte de este? Preguntas que la Corte no resolvió en su investigación.
Petro desde 2011 se ha encargado de esconder a Libardo Parra, incluso declarando ante los medios que el susodicho se había desaparecido desde los tiempos del indulto (ver: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-8803631). Pero Parra participaba activamente en política y ha sido siempre cercano al régimen de Daniel Ortega, con quien Petro también quiere establecer relaciones, en este caso doblegando la soberanía nacional colombiana en el área de San Andrés y Providencia.
Gracias al Petrovideo lo que presuntamente se detapó, fue un entramado narcotraficante de lavado de capitales a través de campañas políticas de izquierda que aún no ha sido desmentido. Sin importar que estos dineros sean o no los que se vieron en el video, cuando Petro reaccionó nervioso evidenció que había gato encerrado, dando múltiples declaraciones contradictorias, se puso en evidencia varias veces hasta que sus abogados le escribieron el libreto que presentó en la Corte.
La vida política de Gustavo Petro Urrego, nace como un proyecto de combinación de todas las formas de lucha, entre las que cabe recibir apoyo de narcotraficantes, hecho que ha sido probado en casos como el apoyo de Pablo Escobar a la Toma del Palacio y del “Loco” Barrera en su sociedad con las FARC, entre otros.
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