Por: Roberto Trobajo
Gustavo Petro sería un narcopresidente, para deshonra de los colombianos. Ernesto Samper quedaría enano tras recibir aquellos ocho mil millones de los narcos caleños. Juan Manuel Santos, quien permitió que el país se inundara de coca, será insignificante al lado de un Petro aliado y cómplice de los narcos… sus mensajes son clarísimos.
Advierto que no soy un extremista, y jamás un mojigato criticón: tengo excelentes amistades que sé consumen, aunque lo hacen esporádicamente y por relajar, mismas razones de gente en Cuba, donde el régimen todavía mantiene la medida de meter presos condenando a un año por cada cigarrillo de marihuana y dos años x gramo de coca; empero, paradójicamente, los Castros fueron socios del capo de capos Pablo Escobar y hoy se hacen los de la vista gorda con quienes utilizan los cayos cubanos de trampolín para hacer saltar cocaína hacía Bahamas y el sur de la Florida.
Nunca probé drogas y si quiero relajarme con trabajar –crear- me es más que suficiente para sentirme bien, y unos tragos de vez en cuando no hacen daño; sin embargo, duele ver a tanta gente, máxime jóvenes, sufriendo por los estragos que les hacen las drogas (depresiones, ansiedades) degenerándoles por tanto meter tratando de enajenarse inmersos en frustraciones al verse sin salidas a las crisis que les agobian en estos duros tiempos que se viven.
Obvio que a Petro eso no le importa, lo tiene sin cuidado, y es más, quiere verlos peor, enajenados y fantaseando con el futuro que les pinta.
Si alguien está interesado en que Colombia y el mundo se tape en drogas, es Petro.
En España, durante su verborrea en Barcelona, soltó perlas como que: “la cocaína y la marihuana hace menos daño que el petróleo y el carbón que desde La Guajira mandan para Europa”. Con esto deja claro que en su gobierno los guajiros podrán sembrar-producir más marihuana, abiertamente, pues anunció que la despenalizará en Colombia, y al decir que atraerá muchísimos visitantes extranjeros a La Guajira hace saber que el “turismo marimbero” será inaudito.
Petro no ignora, sino que para nada le importa, lo que se acrecienta en un mundo que está cada vez más envenenado por las drogas, acabando con jóvenes, sin dolerle ver que Colombia es el mayor productor de cocaína.
En Madrid, entrevistado por el diario El Público, afirmó que en seis meses negociaría con los guerrilleros del ELN, las FARC, los Paracos, con todos esos terroristas y violentos ilegales armados que tanto daño le han hecho a Colombia, y aseguró que va a lograr que esa gente le baje a la violencia y permitan que en “su gobierno” haya paz.
Lo lograría, pero dándoles vía libre para que puedan incrementar sus negociazos de narcotráfico. Todos los colombianos y quienes conocen de Colombia, saben que los guerrilleros y paramilitares, viven de traficar drogas, que es lo único que les importa, y que solamente transarían si acuerdan que les dejen narcotraficar…lo que hará Petro.
Vean quienes son los grandes “amigotes indígenas” de Petro: los del Cauca, cocaleros, productores para los que procesan la coca, empleados de los narcos guerrillos y paras.
Otros indígenas que le interesan son los que en La Guajira se dedican a la “marimba” y que usa para atraerles a los Wayuus; pero los que se dejan corromper, porque conozco muy bien a la gente buena guajira y sé que son serios-decentes-echados para pa´lante sin caer en torcidos.
Hay indígenas, como los emberas, que muy poco o nada les interesan a Petro; pueden ir a ver los que llevan meses acampando-plantados en el Parque Nacional de Bogotá, y se enterarán –por ellos mismos- que Petro nunca los ha visitado y jamás mandarles ni una bolsita de arroz. Es que ellos no les importan porque son de los que siembran comida y no coca, pescan, les toca muy duro. Lo comprobé cuando una vez visité a un resguardo en al Alto Sinú, selva adentro, a cuatro horas en lancha rápida de Tierralta, Córdoba.
Petro anda metiendo el cuento que los indígenas y campesinos que siembran coca lo hacen porque no tienen opciones, porque no se les dan posibilidades para que puedan dedicarse a trabajar la tierra en otros cultivos. ¡Mentira! Desde hace muchos años existe la Sacha Inchi o Maní de los Incas, que deja más dividendos que la coca y es financiado por el Banco Agrario.
Es de los que se opone, rotundamente, a que se fumigue con glifosato, sabiéndose que ese químico siempre ha sido utilizado en cultivos de arroz, papa, tomate, caña, café… ¡¿Y entonces?
Anda atrayendo a Liberales, dándosela de admirador de Galán, y ¿acaso murió en vano Luis Carlos Galán, quien fue asesinado por lucrar contra los narcos que quiso extraditar?
Al pueblo colombiano pregunto: ¿permitirán un presidente aliado-cómplice de narcos? ¿Dejarán que los colombianos seamos más estigmatizados por culpa de la cocaína? ¿Harán que Colombia sea vendida como la Meca de la Cocaína?
Todavía ¿alguien duda de un PetroNarcoPresidente?