Por: María del Rosario Guerra
Uno de los temas que más me ha inquietado como senadora de la república ha sido la posibilidad de ofrecer a nuestros jóvenes, oportunidades que contribuyan a su crecimiento profesional, laboral y personal. Mi experiencia como docente universitaria y estudiosa de políticas públicas incluyentes, me permite reconocer el acceso a la educación superior como una de las mejores alternativas para construir país, avanzar en la equidad y reafirmar la autoestima y realización de sueños de nuestros jóvenes. Por ello, la importancia de continuar eliminando barreras para que más jóvenes entren a la educación superior.
Debo decir que, contrario a lo que profesa la oposición, el compromiso del presidente Iván Duque y su gobierno con nuestros jóvenes ha sido contundente. Prueba de ello ha sido el más alto presupuesto asignado para la educación en general que asciende a $49 billones para 2022, y para la educación superior en particular que es $4.5 billones. Quiero resaltar varios programas de este gobierno como el de Generación E, el cual ha permitido el acceso a la educación superior a más de 247.000 jóvenes; donde el 90% de los beneficiarios son de ingresos bajos (puntaje SISBEN inferior a 32 puntos). Pero sin duda, uno de los mayores logros son las medidas establecidas en la Ley de Inversión Social con programas como Matrícula Cero, que garantiza la gratuidad en la matrícula para que 700.000 jóvenes accedan a la educación técnica, tecnológica o universitaria, y las medidas contenidas para incentivar la contratación laboral formal de jóvenes menores de 28 años, con un subsidio del 25% de un salario mínimo para las empresas que los vinculen.
Desde el Legislativo he trabajado para promover iniciativas que contribuyan a la eliminación de barreras en el acceso a la educación superior, como la exención del costo de la Prueba Saber 11 para jóvenes víctimas de la violencia, iniciativa que hoy es Ley de la República (Ley 2556 de 2021). Ahora, en el marco de las discusiones del Presupuesto General de la Nación para la vigencia 2022, me aprobaron y fue incluido un artículo que cambiará por completo el mecanismo de financiación y acceso a créditos de educación superior con el ICETEX.
Si bien en el año 2018, el Congreso de la República aprobó la Ley 1911 que impulsa el mecanismo de financiación contingente al ingreso para los beneficiarios de créditos del ICETEX, a la fecha este no ha podido ser reglamentado por el Gobierno Nacional debido a las dificultades para que sea sostenible en el tiempo, y porque solo cubre a las personas que devengan menos de medio salario mínimo con pagos de $0, lo que no sería consistente con el objetivo de aliviar las altas cuotas a pagar por el crédito para personas que devengan 1 SMMLV. Esto, entre otros factores, ha impedido la puesta en marcha de este mecanismo tan necesario para eliminar una de las mayores barreras a la hora de acceder a la educación superior, la financiación.
Ahora bien, ¿En qué consiste el artículo 118 contenido en el PGN 2022 que está para segundo debate en plenarias?… El nuevo mecanismo de pago contingente al ingreso permitirá que los jóvenes que adquieran obligaciones con el ICETEX puedan realizar el pago de su deuda de acuerdo con el nivel de sus ingresos y NO una cuota fija como está actualmente. Un gran alivio para los jóvenes y sus familias, dado que los beneficiarios no tendrían que pagar ninguna cuota mientras estén estudiando. Ellos comenzarían a pagar solo cuando ingresen al mercado laboral formal, y si no se encuentran trabajando la cuota será de $0. De igual manera, los beneficiarios que tengan ingresos equivalentes a 1 SMMLV (o menos) pagarán $0, mientras que en el modelo actual esta persona en promedio paga alrededor de $454.263 (50% de sus ingresos). Además, el beneficiario del nuevo mecanismo de crédito ICETEX comenzará a pagar solo cuando sus ingresos superen los dos salarios mínimos, con un pago efectivo del 6% del su ingreso mensual (que hoy equivaldría a $109.000 mensuales, mientras que con el mecanismo actual podrían estar pagando en promedio cuotas entre $726.000 y $908.000 mensuales). Si devenga 4 salarios mínimos el pago efectivo será de 10,5% mensual.
El nuevo mecanismo de pagos contingente al ingreso elimina los conceptos de mora, cartera de riesgo, cobranza y reportes en las centrales de riesgo, ya que el pago solo se activa cuando las personas tengan un empleo formal, y si al cabo de 20 años, después de ser adquirida la obligación, el beneficiario no ha cancelado la totalidad de la deuda, esta se condona sin perjuicio para el beneficiario.
La educación en Colombia tiene que dejar de ser un lujo para muchos, y un camino tortuoso y difícil para otros, y el escenario ya está dado. Sin duda la mejor inversión a largo plazo que podemos hacer está en la educación de nuestros jóvenes. El mejor esfuerzo que puede hacer el Estado no solo es apalancar el financiamiento para facilitar el acceso, sino garantizar también la permanencia del estudiante, además de la flexibilidad en los ciclos de formación y la pertinencia de los contenidos a las nuevas realidades sociales, económicas, tecnológicas y regionales.
María del Rosario Guerra
@CharoGuerra