Por: Germán Senna Pico
Abogados y tinterillos se aprovechan del nulo conocimiento de derecho que tienen muchos narcotraficantes y ex capos o jefes de organizaciones armadas, para prometerle las mil y una noche de libertad y así sacarle jugosas sumas de dinero y, al final les van amortiguando las palabras y promesas con las que le tomaron el poder y posteriormente, terminan condenados a duras penas y también extraditados a USA. Eso está pasando con el caso de alias Otoniel y, no habrá otro camino para él que pagar cárcel en EE UU y venir a pagar a Colombia más de 50 años en prisión de acuerdo a la normatividad penal vigente en nuestro país.
Ese libreto lo conocemos y se repite con mucha frecuencia en personajes del mundo de los grupos armados ilegales y de capos del narcotráfico, aunque a veces, vemos las sucias manos de activistas políticos como Cepeda y otros, con alcance en altas esferas del aparato judicial en Colombia, manipulando o direccionando procesos judiciales, con el interés político ya conocido. También podemos ver que magistrados y operadores judiciales de distintos pelambres, por sus posiciones ideológicas y políticas, pueden hacer favores gratis o cobrar muy caro, en el caso de alias Otoniel, sé que se está moviendo mucho dinero de parte de sus familiares y también vemos a un aparato judicial encargado de buscar algún testimonio de éste, para que enlode a determinados personajes de la fuerza pública y políticos para sacar pecho en medios con testimonios presionados o incluso inventados, aunque la parapolítica con Teodora y Cepeda esté en sus narices con fuerte carga probatoria, ellos no harán nada para judicializar a estos personajes.
Ya miramos cómo y según algunos medios de comunicación, alias Otoniel habló del ex comandante del Ejército, General (R) Leonardo Borrero, se suma a la lista de cosas inconclusas, que la fiscalía investiga al General Barrero, porque en el teléfono de alias Matamba, aparecía entre sus contactos, el número telefónico del ex alto oficial. Sin pretender actuar de defensor de oficio del General Barrero, sólo es cuestión de analizar cómo se manejan las relaciones entre integrantes de estructuras armadas y miembros de la fuerza pública para darse cuenta que esa investigación no es seria y, mucho menos rigorosa.
Es muy común que algunos miembros de estructuras armadas y del narcotráfico, tengan anotado en su agenda telefónica, números de algunos CAI, estaciones de policía e incluso de oficiales de alto rango y hasta políticos influyentes, eso no significa que los dueños de esos números telefónicos, tengan una relación directa o indirecta con miembros de grupos armados ilegales, o con las actividades delincuenciales que realizan los miembros de estas estructuras armadas o del narcotráfico.
No coinciden muchas cosas que propendan por la veracidad en lo que hasta ahora se dice del General Barrero y alias Matamba, puesto que el general se fue de baja hace más de ocho años y alias Matamba salió de la cárcel el 30 de mayo de 2015 cuando por decisión de un juez de garantías de justicia y paz de Medellín, este quedó en libertad vigilada por la sala de justicia y paz de este tribunal y que matamba violó desde el momento que volvió a integrar estructuras criminales en Nariño. Luego la experiencia indica que un oficial o sub oficial de la fuerza pública que ya se ha ido de baja, no le sirve de nada a una estructura criminal puesto que estos no tienen poder de decisión ni margen de maniobras sobre las operaciones en el área donde operan grupos armados ilegales o estructuras del narcotráfico.
Muy seguramente las fichas de la insurgencia política en el poder judicial, utilizarán a alias Otoniel para que diga X o Y cosas sobre miembros de fuerzas militares y de policía, o que enlode a determinados personajes del mundo político y empresarial de este país, ese es un libreto que tienen muchos operadores judiciales con agenda política en distintos despachos de jueces y fiscales, lamentablemente así ha operado nuestro aparato judicial y para desgracia de la verdad histórica y real, muchos ex de cualquier pelambre, llámese narco, paraco, guerrillo o delincuente social, se prestan y al verse sometidos por esa rueca de bandidos con toga, se sumergen en ese libreto para ver si de pronto les suena la flauta y se escapan de unos buenos años tras las rejas.
Con alias Santrich lograron hacerlo, pues el tribunal de “justicia” mal llamado Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), logró sacar a Santrich por el mandato que estos tenían sobre los desmovilizados de las FARC teniendo en cuenta lo pactado entre Santos y ese grupo terrorista, pero ese no es el caso de alias Otoniel, aunque este último le haya hecho creer a los de la JEP, que él perteneció a las FARC, afirmación que desde luego es falsa, puesto que alias Otoniel sí perteneció desde muy joven al grupo terrorista EPL, pero jamás a las FARC, y sí así fuera, no veo posible que le den la garantía de no extradición como este lo ha solicitado a través de sus abogados. Aunque es muy seguro que el abogado le hay dicho al reo Otoniel que ellos conseguirán esa garantía y muy seguramente a través del congresista Cepeda interpelaran a los magistrados de la JEP para que esa garantía le sea otorgada, pero al final, no podrán sustentarla.
Mi consejo para alias Otoniel es que no se deje manosear más y que solicite una extradición exprés a USA y, que desde allá, mantenga una colaboración armónica en pro de su juzgamiento en Colombia, para que cuando regrese al país, no pierda tanto tiempo en interminables audiencias para aclaración de miles de crímenes por los que tendrá, sí o sí, que responder en nuestro país.
Con la extradición de alias Otoniel, se acaba el capítulo vergonzante de tener que escuchar al “periodista” Daniel Coronel de defensor de oficio del crimen organizado, presentando una oratoria de las más bajas nunca antes vistas o escuchadas de un comunicador, embadurnando con perfume un bollo que él desea se lo coman sus oyentes como si fuera un boccato di cardinale.
German Senna Pico
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