Muy compleja situación económica del país, cifras contundentes e irrefutables

Por: Duván Idarraga

Hace algunos días el Departamento Nacional de Estadísticas DANE, publicó los resultados del crecimiento económico para el tercer trimestre del año 2024, arrojando un 2%.

Si bien el resultado frente al mismo periodo del 2023 representa un incremento de 260 puntos básicos (estaba en -0.6%), comento los siguientes aspectos sobre el mismo:

Primero, es un resultado precario e insuficiente para las necesidades de desarrollo económico de Colombia. Recordemos, para garantizar unas muy buenas posibilidades de impacto favorable, el PIB debe crecer, cómo mínimo, el 5%.

Segundo, frente al anterior trimestre del 2024, baja 10 puntos básicos (estaba en el 2.1%).

Tercero, frente al tercer trimestre del 2022 (cuando alcanzó el 7.5%) representa una disminución de 550 puntos básicos.

Cuarto, frente al 2021, cuando se empezaba a salir de lo más complicados efectos de la pandemia, se obtuvo un 13.3% de crecimiento; es decir, tuvo una disminución de 1.130 puntos básicos.

Por donde se mire es un resultado deficiente; no entiendo la razón para que funcionarios del gobierno y sus aliados en redes sociales estén sacando pecho y haciendo creer a la opinión pública que es algo favorable para el país; al realizar la comparación de los párrafos anteriores, los datos son dicientes.

Por sectores encontramos que los que crecen son: Agricultura y Ganadería con 10.7%; Construcción, 4.1%; Comercio 1.0%; Actividades Financieras 4.4%; Actividades Inmobiliarias, 2.0%; Actividad pública, 2.1%; Actividades Artísticas, 14.1%. Las que decrecen son: Explotación de Minas y Canteras, cae 7.1%; e Industria, cae 1.3%. Lastimosamente, el sector de Industria tan importante para el país, sigue con resultados en rojo; algo que se ha dado por varios trimestres y de manera consecutiva.

La caída del sector Minas y Canteras refleja las decisiones que en su contra ha tomado el gobierno Petro, así como los anuncios de la suspensión de nuevos contratos de exploración y explotación; similar a lo que viene ocurriendo con los deficientes resultados de Ecopetrol.

Como comentario especial, no deja de sorprender el resultado del sector de la Construcción, que en el tercer trimestre crece el 4.1%; esto al recordar las cifras de CAMACOL que indican un estancamiento importante en la actividad de construcción de viviendas y de obras públicas durante varios trimestres. Igualmente, mencionar cómo el Sector Público sigue impulsando el crecimiento del PIB con un 2.1%; es evidente el desborde de la nómina oficial durante este gobierno y de sus gastos de funcionamiento.

Otro aspecto a destacar es el importante crecimiento de las Actividades Artísticas con un 14.1%, siendo además el sector de mayor crecimiento.

Debo recordar el impulso que dio a este sector el gobierno Duque y su Economía Naranja. Donde si es muy evidente la negativa gestión del gobierno actual es en el crecimiento desbordado de los gastos de funcionamiento del Estado: Pasaron de $211.4 billones en 2022 a $308.8 billones en 2024, un incremento de $ 97,4 billones que equivalen al 46,07% % en solo dos años.

Es necesario mencionar que sobre este aspecto Gustavo Petro ha querido engañar a la opinión pública, desmintiendo esta información; no obstante, la cifras con irrefutables. En otro aspecto donde también se evidencia el crecimiento descontrolado de los gastos de funcionamiento del Estado durante lo corrido del gobierno actual son las órdenes de prestación de servicios (más empleados del gobierno, vinculados bajo esta modalidad de contratación), que pasaron de 47.592 durante el gobierno Duque a 122.096 en el actual; es decir, un incremento de 74.504 OPS que equivalen al 156,5 % más.

Estamos ante una muy complicada combinación de elementos para los intereses económicos del país: Un muy bajo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2%; un incremento desbordado de los gastos de funcionamiento del Estado con el 46,07% en pesos; en número de personas del 156,5% en solo OPS, la burocracia ha crecido descaradamente en otras entidades (DIAN, MinIgualdad, Embajadas, Consulados); una precaria situación fiscal donde los ingresos del Estado caen considerablemente a la vez que los egresos suben de manera desbordada; una caída cuantiosa en los niveles de inversión en el país (16.5% del PIB en 2024, en 2019 era del 22.1%); un alza significativa en el déficit fiscal (superior al 5% del PIB y con alta posibilidad de romper la Regla Fiscal); una caída importante en las Exportaciones ( a septiembre del 2024 fueron de US $4.130.8 millones, vs US $4.167.7 millones en 2023 y US$ 4.778.5 millones en 2022.

Caen el 0.89% vs 2023 y el 13.6% vs 2022) y de la Inversión Extranjera Directa (cae el 46.49% en el segundo trimestre del 2024 vs 2023 y cae el 43.66% vs 2022) y un crecimiento injustificado de la Deuda externa (a julio de 2024 crece US $8.549 millones, 8.17% más). Todas pésimas noticias para Colombia. Los anteriores resultados en materia económica durante el gobierno de Gustavo Petro no son los que el país requiere; todo lo contrario, incrementan cada vez más la incertidumbre y trasmiten pésimas señales a inversionistas, Calificadoras de Riesgo, analistas económicos y financieros y a los actores en general del mercado.

Con falacias, engaños, propaganda pagada y el uso de influenciadores Petro trata de mostrar una realidad económica y fiscal que solo existe en su mente, la de sus funcionarios y la de sus seguidores. Son datos y hay que darlos. Contra la contundencia de estas cifras es imposible luchar, hablan solas.

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