Por: Duván Idarraga
Hace un par de semanas el Director de PlaneaciónNacional, Jorge Ivan Gonzalez, lanzó una descabelladaidea: Modificar la Regla Fiscal (1 RF). Dentro de losargumentos esbosados hablaba de la rigidez del esquema (por supuesto, de eso se trata) y de la necesidad de obtener recursos para las etéreas ideas del actual presidente relacionadas con el cambioclimático, entre otras.
A propósito, importante recordar que en julio de 2023 el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (2 CARF) realizó el Pronunciamiento Número 8 sobre el Marco Fiscal de Mediano Plazo (3 MFMP) del 2023,elaborado por el gobierno actual, con importantes análisis y conclusiones sobre el mismo.
Entre los diferentes aspectos del Pronunciamiento, estáel reconocimiento que hace al gobierno al buscar disminuir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), mediante la política de incremento de precios de la gasolina. En lo personal, considero que técnicamente es una buena medida, pero era un tema que se venía financiando con recursos del Presupuesto General de la Nación (PGN)sin impactar directamente el bolsillo de los colombianos; habría podido mantenerse el esquema, como se hizo en gobiernos anteriores y en especial durante el gobierno Duque, donde la gasolina sólo subió $800 pesos en cuatro años, al tiempo que se mantenían controladas las cuentas fiscales. Por otro lado, me inquieta que ese menor gasto en subsidios a la gasolina, no se destine a financiar otras necesidades presupuestales disminuyendo el monto del mismorequerido para 2024. Peor aún, pese a el ahorro de casi $20 billones por este concepto, se esté generando una presión fiscal adicional con el incremento desbordado del gasto que se plantea en el presupuesto de 2024 (que supera los $500 Billones).
Dentro de lo mencionado por el Comité, inquieta mucho la proyección que hacen frente al Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2023 que prevé un incremento del Déficit fiscal ( recordemos que en el M F M P del 2022, preparado por el gobierno del Presidente Iván Duque, planteaban una disminución considerable del Déficit Fiscal para 2022 y llevándolo en 2023 a cumplir con la Regla Fiscal ) y de la deuda neta del gobierno, pese a verse aprobado durante los primeros meses del actual gobierno una reforma tributaria. Por supuesto, para el Comité resulta de especial preocupación el incremento del gasto por parte del Estado en los presupuestos del 2023 y 2024. Aquí debo recordar que en columnas anteriores he expresado mi preocupación por esto mismo, ya que no solo hay un aumento importante de gastos por un lado; por otro, no son claras las cuentas y variables mencionadas para financiarlo adecuadamente. Incluso he considerado unos estimados de ingresos desfasados con la realidad económica del país, muy alegres y hasta irresponsables por parte del equipo técnico delgobierno.
Dentro del pronunciamiento del Comité hay dos aspectos que resultan inquietantes:
Por un lado, consideran que la meta de Déficit Fiscal para los años 2024, 2025 y 2026 está definida incluyendo ingresos inciertos para el Estado, mencionan especialmente el tema de recursos provenientes de arbitramiento de litigios, tema totalmente subjetivo con una probabilidad de ocurrencia del 50%. Por supuesto, no están considerando la opción de que el Estado los pierda y deba asumir erogaciones importantes por estos conceptos.
Por otro, los cálculos del Marco Fiscal de Mediano Plazo no incorporan gastos adicionales resultantes de las reformas que cursan en el congreso por iniciativa del gobierno. Es absolutamente claro y ha sido uno de los aspectos que más se ha cuestionado, especialmente frente a la reforma a la salud, que no se haya definido de manera detallada las necesidades de inversión que contemplan las diferentes iniciativas de la misma; por supuesto, más grave, no se estén considerando fuentes de financiación requeridas. Como el cuento de la lechera, puras cuentas alegres.
Resulta bastante llamativo la mención del comité sobre el incremento del gasto primario que pasa del 15.8% sobre el PIB en 2019 (antes de pandemia) a17.3% en 2022 (después de pandemia). Lo más inquietante, se estima en un 20.5% del PIB para el 2024. Es decir, un incremento de 320 puntos básicos entre 2022 y 2024; con la salvedad que en el primer periodo estaba claramente justificado por la pandemia. Para 2024 es gasto desbordado y desfinanciado.
Concluyen los integrantes del Comité “que el marco fiscal de mediano plazo presentado por el gobierno Petro se aparta del objetivo de la consolidación fiscal y de la reducción del déficit fiscal y de la deuda externa del gobierno”. Más claro y grave, imposible.
El Comité resalta el éxito en la colocación de deuda tanto a nivel interno como externo por parte del gobierno; no obstante, mencionan que el costo de estas colocaciones se ha incrementado por la percepción de riesgo que se observa entre los diferentes operadores del mercado de valores nacionales e internacionales y por las expectativas que tienen ellos de un mayorincremento en el Déficit Fiscal y en el nivel de deuda externa del gobierno. Frente a estas dos variables (déficit y deuda externa) las conclusiones del Comité,coinciden con las expectativas del mercado inversionista.
Con todo lo anterior, resulta más que inquietante la propuesta soterrada que lanzó el Director de Planeación Nacional respecto a un posible interés del gobierno nacional en realizar una reforma a la Regla Fiscal; aspecto técnico que ha sido implementado desde hace varios años y que ha garantizado una mayor ortodoxia en el manejo de las finanzas públicas.El solo planteamiento genera grandes preocupaciones entre los diferentes actores, pueden considerar como irresponsable que el gobierno pretenda modificar la Regla buscando mayor flexibilidad para el desarrollo de sus programas sin ningún tipo de control, como si existe en estos momentos. Todo eso podría resultar en un Déficit Fiscal desbordado que se vería reflejado en que incrementen la percepción de riesgo del país con las consecuencias que ello genera en limitar el acceso a recursos de costo moderado y o, a un incremento considerable en tasas de interés (mayor al que se ha visto recientemente) con el efecto negativo sobre los gastos del Estado.
Por el bien de la Finanzas Publicas y la economía en general del país, esas ideas no deberían considerarse, mucho menos mencionarse. Pedir sensatez al gobierno es como arar en el desierto; solo resta que en el Congreso, si se presenta la propuesta de modificar la Regla Fiscal, actúe pensando en la tranquilidad económica de Colombia y descarte totalmente esa posibilidad.
(2): El Comité Autónomo de la Regla Fiscal fue creado por la ley 2155 de 2021,”…como un organismo de carácter técnico, permanente e independiente, adscrito al Ministerio de Hacienda…Tiene como objeto realizar el seguimiento a la regla fiscal (2), así como propender por la sostenibilidad de las finanzas públicas por medio de conceptos no vinculantes”.
(1): La Regla Fiscal fue establecida en la ley 1473 de 2011, es definida como “aquel mecanismo que ordena al Estado colombiano medir sus gastos estructurales, los cuales no pueden superar el ingreso estructural en un monto que exceda la meta anual del balance estructural establecido”.
(3): Marco Fiscal de Mediano plazo: Es el documento que enfatiza en los resultados y propósitos de la política fiscal. En otras palabras, revela cuánto el país se puede gastar, endeudarse y cuánto va recaudar, o debería recaudar, porimpuestos. Entre las proyecciones que se tienen en cuentapara su realización se encuentran: Producto Interno Bruto, precios del petróleo, tasa de cambio y agregados fiscales(ingresos, gastos, balance, deuda).