El 5 de diciembre de 2015 el presidente Juan Manuel Santos anunció en rueda que prensa que su gobierno había descubierto el Galeón San José, el Santo Gríal de los naufragios, cargado de toneladas de oro plata y tesoros de la Corona Española hundido en batalla naval con la armada inglesa en junio de 1708 cerca de las costas de Cartagena.
En esa declaración Santos no dio detalles de la manera en que se había encontrado el tesoro, pero más adelante, en entrevista con W Radio mencionó a un ‘hombre de barba blanca’ que se le acercó en un encuentro social y le entregó un mapa. Así,sin más detalles.
El nombre del misterioso hombre que abordó al presidente se mantuvo en secreto pero con base en ese mapa, que según le dijo el presidente a los periodistas era ‘muy exacto’ autorizó que la Armada Nacional y un equipo de técnicos que trabajaban con el Woods Hole Oceanographic Intistitute (WHOI) comenzaran con los trabajos para localizar el naufragio.
A comienzos de 2018 El Expediente empezó a denunciar las irregularidades en el proceso de contratación de la Alianza Público Privada APP con la que el presidente quiere rescatar el naufragio: el Procurador Fernando Carrillo tomó cartas y pidió que se suspendiera el proceso de contratación y abrió investigación contra la encargada del proceso la Ministra de Cultura Mariana Garcés.
El proceso, como advirtió El Expediente, presenta muchas irregularidades: La firma de inversionistas británicos Maritime Archaeology Consultants Switzerland (MACS) es la única interesada en el proceso y su subcontratista para la parte técnica del redescubrimiento es (WHOI) que viene trabajando en secreto desde 2015 de la mano del gobierno nacional y se encargaría del rescate.
(MACS) es el inversionista que recibirá parte de los tesoros y le pagará a WHOI una parte de sus ganancias, es decir el 50% de lo que no sea considerado patrimonio cultural.
Pero había algo más oscuro detrás y que deja al descubierto un calculado plan para usurpar el Galeón San José, un tesoro de la humanidad como lo reclama la UNESCO.
El misterioso ‘hombre de barba blanca’ cuyo nombre el presidente Santos y la ministra Maríana Garces mantuvieron en secreto es Roger Dooley, conocido en Cuba como Roger Montañés porque ayudó a Fidel Castro a montar Carisub, una empresa de caza de tesoros de la Revolución.
Además de sus conexiones con Cuba, país en que se desarrollaron los diálogos con las Farc y ahora con el LEN, Dooley como representante legal de MACS el 29 de enero de 2015 Dooley presentí ante el ministerio de cultura la propuesta única para la pretendida APP y es el director de toda la operación.
El mapa hurtado con el que Santos inició su carrera para firmar antes del 7 de agosto.
En paralelo al descubrimiento anunciado por Santos en 2015 hay un pleito entre el gobierno y una empresa estadounidense, la Sea Search Armada (SSA), que alega haber encontrado el tesoro en 1982. Todos los fallos judiciales en Colombia le dan la razón incluso la Corte Suprema de Justicia.
Cazatesoros: más cerca de las monedas y lingotes del Galeón San José
Roger Dooey resultó ser un ex empleado de la SSA, firma que denunció mediante un comunicado de prensa que Dooley hurtó el mapa del tesoro que ellos habían encontrado: »En lo que parece una sorprendente coincidencia, entre 2000 y 2003 Dooley trabajó para IOTA Partners, empresa que desde 1988 se ha encargado de la administración y financiamiento de SSA. Mientras estaban al servicio de SSA / IOTA, Dooley y otros empleados tuvieron acceso a los archivos digitales de SSA, incluyendo dos décadas de archivos relacionados con el galeón San José. Dooley se desempeñó como arqueólogo de campo bajo la dirección del arqueólogo marino Daniel Koski-Karell, Ph.D. En ese momento se trataba de recuperar un galeón de Manila hundido en las Islas Marianas del Norte, en el Pacífico Occidental, con permiso concedido a los socios de IOTA por el gobierno de Estados Unidos»
»Aunque el anuncio de 2015 del presidente Santos fue noticia en todo el mundo, su conexión con Roger Dooley permaneció oculta, mientras durante casi tres años Dooley trabajaba estrechamente con el gobierno colombiano diseñando a su voluntad la licitación a través de la cual se adjudicaría el contrato para el rescate del galeón San José. Lo que el Procurador General colombiano ha calificado de “proceso ilegal”. Lo que tal vez evitó cualquier movimiento anterior por parte de Dooley; afirmó el director gerente de la SSA, Jack Harbeston, es que a partir de 1997, una ley colombiana dispuso que pertenecían al país todas las antigüedades náufragas que se encuentren en sus aguas nacionales, a las que dio condición de inenajenables. Por lo que nadie podía beneficiarse con el descubrimiento de un naufragio. Esa ley fue finalmente derogada en 2013. Y por coincidencia en 2014 se produjo la reunión informal entre Santos y Dooley, en la que Dooley le habría entregado al Presidente un
mapa del tesoro nunca antes conocido»
¿Por qué Santos mantuvo en secreto la participación de Roger Dooley en todo este asunto?
El periódico ABC de España también le ha metido el diente al tema y el periodista Jesús Garcia Calero ha denunciado en distintas publicaciones las irregularidades del proceso de contratatción señalando directamente al presidente de Colombia de maniobrar para beneficiar a los con el rescate del tesoro. En una de esas publicaciones el ABC hace una reseña de Roger Dolley.
»Roger Dooley, diseñador de Carisub. Según se baja en el escalafón de la empresa MAC, todo se vuelve peor. El siguiente es Roger Dooley, que fue director de Visa Gold (apréciese el nombre humanístico de la compañía con base en Ontario). Empezó a trabajar para Fidel Castro en 1989, cuando el dictador les contrató para paliar con oro de los galeones la pérdida de ayudas soviéticas tras la caída del Muro de Berlín. Se les acusó de fraude y Castro le contrató para el diseño de Carisub, una empresa que hacía caza de tesoros en nombre de la revolución, ahí es nada, por ejemplo con el galeón Inés de Soto, hundido en 1572.
Tuvieron tantos fallos y problemas de restauración que acabaron llegando a acuerdos con empresas de cazatesoros para el manejo y venta de los objetos. Hoy en día trabajan en Cuba y también en Chile con uno de sus socios, Oriflama (¿adivinan de qué «ori» viene el nombre?). Aunque han mejorado en sus técnicas, siguen quedándose con el 25%. En Iberoamérica los científicos más reputados les evitan como la peste.
A Dooley se le ha visto en Cartagena de Indias, en compañía de Santos, sus colaboradores y de arqueólogos del ICAHN desde 2016. Está en el origen, junto a Burt Webber, uno de los grandes cazatesoros de la historia, de los que más pecios españoles ha reventado. Fue el corrector de la ley cuando declaró que por menos del 50% Santos no encontraría socios y logró que la ministra de Cultura pusiera «hasta el 50%» en el texto legal. En las últimas etapas del proyecto ha desaparecido de la escena colombiana, aunque tal vez siga entre bambalinas, a la espera de otro pecio cargado de esmeraldas, el San Roque, que persigue desde hace décadas en noble competencia con un investigador colombiano aficionado y aliado de Odyssey Marine Exploration, Daniel de Narvaez McAllister. El San Roque será el siguiente, al tiempo».
La falsa maestría de Ernesto Montenegro director del ICANH encargado del Galeón San José