Por: Fernando Torres Mejía
¿Existirá una agenda más compleja, apretada, difícil de cumplir, en la que la familia pasa a un segundo plano, en el que mientras se está ejerciendo su actividad escasamente cuenta con 5 horas diarias para dormir, en la que todos los días parecen iguales porque se pierde la noción del tiempo, donde hay personas encargadas que le indican como, cuando y donde deben estar?, pues bien, la de un candidato a la presidencia.
Algunos no estarán de acuerdo y argumentarán que la tal o cual persona o cargo, etc., es mucho más difícil o compleja que la de un candidato, pero es que pocos saben o conocen el “trote”, que se tiene que asumir, ya que debe atender medios de comunicación que lo quieren en sus programas de radio y televisión, todos los municipios quisieran que los visitara, sus simpatizantes y la gente en general quisieran tenerlo en un recorrido por su ciudad, verlo en plaza pública o en cualquier evento, además debe sacar tiempo para sus estudios fotográficos, pues su imagen debe ir estampada en cuanta pieza publicitaría que requiere salir, asiste a debates, foros, lo invitan los gremios, las comunidades, las universidades, tienen que estar “saltando” de aeropuerto en aeropuerto, en fin, es una maratón diaria que no muchos cuentan con ese “aguante” y resistencia.
Por eso cuando este jueves 12 de mayo, nos enteramos que quien tiene como eslogan o se hace llamar, “el presidente de la gente” suspendió su gira y eventos para asistir a la reunión de padres de familia en el colegio donde estudian sus hijos para recibir el boletín o informe de notas, sencillamente nos llamó la atención, pues para muchos padres de familia, sus hijos y las actividades de estos, lo dejan en cabeza de su señora esposa, sus padres, un familiar cercano, o simplemente envían una excusa donde se justifica la inasistencia por razones laborales.
Ahora bien, este gesto habla por sí solo de lo que para él representa su familia, que por cierto esta costumbre es bueno aclarar que la ha venido haciendo todos los años y religiosamente, desde que sus hijos comenzaron a estudiar y no es un oportunismo por su condición de candidato presidencial. Este tipo de acciones habla de él, un hombre para quien el amor, la familia y la responsabilidad, son los ejes fundamentales de su vida.
“Desde que los niños entraron al colegio siempre ha ido a la reunión de padres de familia para enterarse de primera mano, cómo van sus hijos en el estudio, jamás ha habido un compromiso más importante para él, que saber sobre la vida de los niños en el colegio, en su agenda nunca ha aceptado ningún otro compromiso público o privado para esas fechas”, esto sencillamente habla de su talante como padre y ser humano.
Pero es que además es una persona que vibra con su trabajo, recorriendo el país y cuando se le ve sudando por estas jornadas extenuantes, solo dice “esto es lo mío, desde un escritorio no se conoce ni se lidera un país”. Está dispuesto a dejar la comodidad de la “Casa de Nariño” para despachar desde las regiones y es por eso que en varios de sus eventos en los diferentes municipios donde los ha celebrado, se ha comprometido a despachar desde estos lugares por espacios de mínimo una semana, con lo cual lo veremos recorriendo el país de norte a sur, de oriente a occidente, supervisando el mismo los trabajos y los avances de sus promesas de campaña, porque así es él, una persona de compromisos.
Los colombianos están pidiendo un cambio en parte por la difícil situación económica por la que se está atravesando, pero es importante que entendamos que la humanidad en general está atravesando por las mismas condiciones y que esto no es un fenómeno exclusivo de nuestro país, lo que nos obliga a tener una mirada crítica, pero objetiva antes de estar pidiendo “un cambio en primera” que no es el mejor.
Colombia, a pesar de las dificultades, ha tenido un comportamiento económico mejor que muchos otros países y que si bien es cierto tenemos una deuda externa que supera los US$175.000 millones, en los últimos 10 años, el PIB real creció el 36% y se estima que para el cierre de 2022 estará por el orden del 5.8%, superando a Perú, Chile, México entre otros, todo esto a pesar de las dificultades que nos trajo el Covid, la guerra en Ucrania y muchos otros fenómenos que no nos han permitido tener una mejor recuperación.
Afortunadamente, los informes de las supersociedades, y de las cámaras de comercio en todo el territorio nacional, nos muestran que vamos por una senda de recuperación, se nota el entusiasmo, se ven casos de éxitos de empresas que iban para insolvencia y que han logrado recuperarse, hay optimismo, los empresarios han reaccionado bien, atreviéndonos a pensar que la economía llegara nuevamente a la situación que estaba antes de la pandemia, con indicadores positivos de productividad y dinamismo, por eso los colombianos no necesitan vivir de cuentos, de engaños, que les hagan promesas que no se pueden cumplir, ni mucho menos que para ganar la presidencia todo vale y se esté ofreciendo “perdón social” a todos los delincuentes con tal de conquistar el voto.
En todo el territorio nacional, ya se identifican con quien sin duda tiene claro las estrategias que se deben implementar para lograr el crecimiento, la confianza y se están dando cuenta que, Más que un presidente, se requiere de un buen ser humano.