Los padrinos y los defendidos del fiscal anticorrupción que será extraditado a EEUU

»Con menos de 30 años Luis Gustavo Moreno se había convertido en el abogado de la parapolítica apoyado por los magistrados Francisco Ricaurte, Leonidas Bustos y Ruth  Marina Díaz»

Con una notable cara de vergüenza por lo que venía ocurriendo al interior de la Fiscalía General de la Nación la Vicefiscal, María Paulina Riveros, dio una rueda de prensa en la que informó que el fiscal delegado para la corrupción, Luis Gustavo Moreno, fue capturado en un operativo conjunto entre el CTI y la DEA, por solicitud de una Corte Federal de Estados Unidos que lo pidió en extradición junto a su cómplice el abogado cordobés Leonardo Luis Pinilla Gómez..

Lo poco que se ha podido conocer es que a través de un intermediario en Estados Unidos, Gustavo Moreno, le habría exigido un soborno al ex gobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, para maniobrar a su favor desde el ente investigador en los procesos que se siguen en su contra por el robo sistemático del presupuesto de la gobernación. Sin embargo, hay muchos más casos, que sin mayores pruebas, eran vox populi en los pasillos judiciales, donde Moreno era reconocido como un corrupto que logró hacerse al cargo de mayor poder frente a los corruptos desde la Fiscalía General, nombrado desde el día uno de la llegada de Néstor Humberto Martínez.

 

Las estrategia y alianzas políticas de Néstor Humberto Martínez para derrotar a Yesid Reyes y Mónica Cifuentes le generaron el compromiso para llevar a Luis Gustavo Moreno a un alto cargo en la Fiscalía

¿Cómo llegó a la Fiscalía y a ser un hombre de confianza de Néstor Humberto Martínez?

En la reñida campaña para llegar a la Fiscalía General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, consiguió el apoyo clave de tres exmagistrados que se la jugaron a su favor aprovechando sus influencias en la Corte Suprema de Justicia dónde habían dejado a sus recomendados: eran los cuestionados Francisco Ricaurte, Leonidas Bustos y Ruth Marina Díaz. Su intervención en la campaña a favor de Néstor Humberto Martínez fue determinante para que alcanzara la Fiscalía y como ocurre en todos los cargos del poder público, debía pagar burocráticamente el favor a sus entonces aliados de ocasión. La formula que Ricaurte, Bustos y Díaz encontraron para verse recompensados, fue pedirle al recién nombrado Fiscal General que designara a Luis Gustavo Moreno, su socio y amigo de negocios, en un cargo estratégico. Néstor Humberto Martínez cedió ante las presiones y el 6 de octubre de 2016 designó al joven abogado penalista Director Nacional Anticorrupción.

Aunque las credenciales del barranquillero Gustavo Moreno no eran las más brillantes para el tamaño de la responsabilidad, sus respaldos políticos si eran buenos: es cercano al hermano del ex vicepresidente Germán Vargas, Enrique Vargas, quien lo conoció a través del abogado Gerardo Torres Roldán, ‘Yayo’, quien fue el encargado de presentarlo con la familia Vargas Lleras.

También venía de tener buenas relaciones con la administración de Eduardo Montealegre y Jorge Perdomo durante la que obtuvo un contrato por $139 millones con el objeto de asesorar al ente investigador en la presentación de recursos de casación y acciones de revisión ante la Corte Suprema de Justicia.

El Fiscal Martínez no era ajeno a los rumores que corrían por todos los despachos y aunque nunca tuvo confianza personal en Moreno, le permitió participar a su lado en las giras por la regiones denominadas ‘bolsillos de cristal’. Pero las cosas habían cambiado en el último mes. Eran tantas las denuncias que se hizo evidente para el Fiscal General que algo no andaba bien. Para entonces lo había sacado de su entorno de colabores inmediatos y dejó andar a su lado.

 

El abogado de la Parapolitica

Gracias a su amistad con los entonces magistrados Leonidas Bustos, Francisco Ricaurte y Ruth Marina Díaz, el abogado de la Universidad Libre, Luis Gustavo Moreno, con tan solo 30 años, logró hacerse a procesos de connotación nacional relacionados con la denominada parapolítica. La formula era sencilla; aprovechando su entrada a la Corte Suprema por conducto de sus magistrados amigos, Moreno ofrecía sus servicios prometiendo maniobrar en los procesos a cambio de gruesas sumas de dinero: entre los clientes que alcanzó a pescar se encuentran el exgobernador de Antioquia, Luis Alferedo Ramós; el Senador Mussa Besaile; la excongresista Nancy Patricia Gutierrez; el ex senador Julio Manzur, a quien finalmente no representó pero si le pidió una importante suma; al detenido congresista de La U Martín Morales y al empresario Alfonso ‘el turco’ Hilsaca Eljaude así cómo el Senador Hernán Andrade.

 

Su pasado profesional y cercanía con el poder

Luis Gustavo Moreno fue asesor de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes entre 2011 y 2012; asesor jurídico de la Personería de Bogotá durante el año 2012 y asesor jurídico de la Alcaldía de Bogotá en el año 2011 durante bajo las administraciones de María Fernanda Campo y la alcaldesa encargada Clara López Obregon. Era a todas luces un abogado que se movía entre las aguas espesas de la política y el poder público como ancla y estrategía para poder catapultar su carrera profesional que le permitió llegar hasta el alto cargo de la Fiscalía en un hecho que hoy avergüenza al fiscal Martínez y a su Vicefiscal María Paulina Riveros y que deja mal parada a la institucionalidad del país ante las agencias de inteligencia y las autoridades de Estados Unidos.

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