Por: Roberto Trobajo
“Mantendremos un bajo perfil todo lo más que podamos” fue la respuesta de Rafael Malagón -el gerente de Ecomun-Cooperativa de la FARC y actual marido de Griselda Lobo, la ex de Tirofijo- cuando le pregunté si implementarían el SARLAFT Sistema de Administración del Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo.
La ECOMUN tampoco se afiliaría a ninguno de los gremios de la Economía Solidaria en Colombia, y aunque no es obligatorio, casi todas las cooperativas que obran bien están asociadas a Confecoop, Fecolfin, Ascoop… está última presidida por Carlos Acero, quien los había invitado, aquella mañana, en el auditorio del SENA de la Caracas con 52, en la presentación del nacimiento de ECOMUN las Cooperativas de la FARC.
Ese lunes 3 de julio del 2017 varios periodistas y conocedores del cooperativismo, habíamos sido invitados por Rafael Gonzáles, el director de la Unidad Administrativa Especial de Organizaciones Solidarias del Ministerio de Trabajo.
Rafael González fue protocolario, mientras que las por entonces Ministra del Trabajo Griselda Restrepo Gallego y la que dirigía el SENA María Andrea Nieto se desbordaron en elogios para agradar a Joshua Mitrotti, director de la Agencia para la Reincorporación-Normalización y Jairo Quintero Trujillo, comandante FARC y hoy representante en la cámara del Congreso.
Mientras se brindaba por aquel “grado” del curso básico de economía social y solidaria, donde certificaban a 37 excombatientes, aproveché de mí ascendencia cubana y al tener un broche con la bandera de Cuba en la solapa de la chaqueta, los “duros” de la FARC creyeron que yo era un invitado de la embajada cubana. En amena conversación indagué sobre sus planes para echar a andar la ECOMUN y confiados me confesaron que demorarían, todo lo más que pudieran, en implementar el sistema para evitar lavados de activos y la financiación del terrorismo, y que no se asociarían a ninguno de los gremios cooperativos.
La infiltración de inteligencia me duró muy poco: Jairo Quintero consultó con Pastor Alape o con Salomón Sotelo Castiblanco –director de la “alternativa” Central de Integración y Capacitación Cooperativa CINCOP- y cuando vieron que yo era cubano pero no de los de la embajada, ahí mismo cortaron la charla y “me sacaron de taquito”.
Días después insistí en acercarme de nuevo, “casualmente yo paseaba” por el Centro Internacional, donde radicaba la oficina de ECOMUN, y “me encontré” con Rafael Malagón, el marido de Griselda Lobo y gerente de ECOMUN, pero apenas pude saludarlo pues me dijo que andaban de afán –él y Griselda- a quienes Salomón Sotelo había invitado a una capacitación en CINCOP. Ahí se me ratificó que yo había “perdido el año” al pretender penetrarles.
Hoy la ECOMUN no pertenece tampoco a CINCOP, pero su asesor sigue siendo Salomón Sotelo Castiblanco, economista de la Universidad Incca, presidente de CINCOP y uno de los “líderes” de ese tal Comité del Paro.
Volviendo a la ECOMUN: cuando vi que no podía saberles más y muy preocupado por los posibles lavados que la FARC podría hacer a través de ECOMUN, fui a ver uno de mis amigos más confiables, Samuel Hoyos Mejía, que por aquel entonces era congresista de Centro Democrático, nos vimos y le conté todo, Samuel me dijo que le presentaría un derecho de petición a la Superintendencia de Economía Solidaria para que aclaran por qué permitían a ECOMUN funcionar sin implementar el SARLAFT. Después no me he vuelto a encontrar con mi amigo Samuel y por ende no sé qué le respondieron los de la Supersolidaria.
Lo que sí sé es que la ECOMUN recibió 3 Millones de Euros donados por la Corporación Mondragón, grupo de cooperativas del País Vasco, de donde es ETA. Y aunque identifico a los de Mondragón como empresas que están presentes en España y varios países, no concibo la seriedad de ellos al dar tanto dinero a las cooperativas ECOMUN negadas a implementar SARLAFT, que no publican en su web la información tributaria, y hasta producen la cerveza “La Roja” que comercializan sin tener –hasta ahora- el registro/autorización del INVIMA.
Sé sabe que los de la FARC ya han estado envueltos en escándalos por lavados a través de la compra de gasolineras y por intermedio de supermercados de frutas y verduras; aunque no puedo asegurar que están lavando en la ECOMUN, siempre se me han hecho muy sospechosos los manejos de esa ECOMUN.
Cada vez que se han denunciado presuntos lavados de activos de la FARC, ésta y sus “amigos” siempre responden con pronunciamientos y comunicados utilizando medios, o amedrentando con amenazas –solapadas y/o directas- empero no temo, peco por temerario, aunque jamás soy imprudente: así que espero contesten con ¡hechos! y que las autoridades comprueben. La ECOMUN siempre me ha parecido un lavadero de la FARC y a ver si demuestran lo contrario porque los colombianos anhelamos la paz ¡sin mafias ni impunidad!