Por: Fernando Álvarez
El periodista Daniel Coronell Castañeda se salió del closet en sus preferencias políticas, porque a pesar de que durante años ha “defenestrado”, como diría el otro Daniel cuando utiliza mal el verbo para tratar de decir despotricar, de Gustavo Petro, hoy ya el columnista antiuribista por antonomasia decidió no ocultar más que está jugado con el candidato del pacto diabólico, es decir con el gran acuerdo que se ha celebrado con mafiosos, extraditables, parapolíticos, prisioneros, politiqueros y corruptos, avalado por intelectuales mamertos, demócratas ingenuos, actores desubicados, izquierdosos desesperados, centristas con complejo de derecha y aupado por saltimbanquis de la vida pública que le apuestan a que Petro sea el ganador para poder mantener su vigencia en el negocio de la política.
Aunque ya casi todos sus colegas y compinches en la causa del Socialismo del Siglo XXI, uno a uno estratégicamente, han cantado su voto por Petro, Coronell ha preferido ponerse al frente y ser el comandante en jefe de las bodegas, se colocó en primera fila para “quemar a Rodolfo”, en una abierta campaña por eliminar moral y políticamente al contendor de su otrora enemigo Gustavo Petro, en completa concordancia con las maquiavélicas estrategias de Roy Barreras y del difamador profesional Sebastián Guanumen. Lo que se propuso inicialmente desde su trinchera revanchista en La W llamada pomposamente “El Reporte Coronell”, fue desempolvar un tema sobre una antigua investigación en contra del candidato que resultó una sorpresa en la primera vuelta y que a todas luces puso en calzas prietas al aspirante de sus preferencias. Rodolfo se convirtió en una seria amenaza para Petro que, de no ser por la guerra sucia que el propio Daniel Coronell encabeza hoy en su contra, obtendría un triunfo abrumador en la segunda.
Esta campaña va orquestada con las columnas réplica de todos y cada uno de sus aliados en la prensa filomamerta, Cecilia Orozco, María Jimena Duzán, Félix de Bedout y Vlado, para nombrar algunos, en las que se repite y se repite lo del Reporte Coronell, en la idea de que repetir y repetir puede volver verdad cualquier mentira en el imaginario colectivo, según las teorías más sonadas de los propagandistas nazis. Lo curioso es que esta investigación la había hecho Coronell hace rato, pero decidió archivarla porque no encontraba mérito ni mucho soporte probatorio y porque al principio contaba con que el ingeniero terminaría como aliado importante de Petro para la segunda vuelta. Al fin y al cabo, el caso de Vitalogic, que fue iniciado por políticos corruptos a los que Rodolfo les quitó la chequera de Bucaramanga, en el peor de los casos sería delito del hijo de Hernández y no de él y finalmente todo radica en que es un delito que nunca se consumó porque bajo la administración del Ingeniero esa puja se declaró desierta. Es decir, no hay cuerpo del delito y no hay bien público afectado, ni derecho vulnerado, ni bien jurídico a proteger. Y lo que es verdad da para repetirlo 3 veces, pero no 100.
Lo cierto es que los cálculos le salieron mal a Coronell y su séquito y Rodolfo se les coló en la segunda vuelta. Y hoy se acerca con mucha fuerza a la posibilidad de quedarse con la banda presidencial. Ahí fue Troya porque desde ese momento no hay día en que Coronell no se la aplique al ingeniero repitiendo todos los días lo mismo con aparentes nuevos descubrimientos para mantener la llama encendida y justificar su campaña sucia contra Rodolfo Hernández. Acusaciones que fueron desvirtuadas con lujo de detalles por un representante de la firma Vitalogic, la presunta implicada en el soborno, en La W, pero extrañamente suspendida al aire por Julio Sánchez Cristo, en un acto de no muy discreta solidaridad de cuerpo con su periodista reencauchado, después de que fuera echado de la Revista Semana por obsesivo compulsivo y monotemático en su lucha a muerte contra el expresidente Alvaro Uribe Vélez.
Pero lo que ha sacado de los chiros a Coronell fue revelación de los petrovideos en la Revista Semana, donde se muestra a las claras el juego sucio y las prácticas mafiosas de los corruptos políticos que rodean a Petro. Las evidencias crisparon a Coronell y en su desespero porque las encuestas pusieron a su candidato a la baja, optó por enfilar baterías contra el grupo Gilinski, contra la directora de Semana, Vicky Dávila y contra quien se atraviese en su proyecto de defenestrar, literalmente, al ingeniero del trono presidencial antes de que asuma su mandato. Y todos a una como en Fuenteovejuna, columnistas áulicos de Coronell se han dado a la tarea de martillar con el tema de la investigación con el fin de dejar en sus redes y en sus esferas de influencia o de opinión la idea de que Rodolfo Hernández es corrupto y que su discurso anticorrupción es falso. Simultáneamente como quien quiere resucitar a un muerto han salido a llenar sus notas con honrosos calificativos de prohombre, magnánimo, ponderado, profundo y bien estructurado a Gustavo Petro, como si se tratara de un intento de perfumar algo maloliente.
En esa onda cabe perfectamente que un lambebotas de Coronell haya salido a escribir en un medio que también ya cantó su preferencia por Petro, El Espectador, que la hija del ingeniero no fue secuestrada y que está viva en un hospital siquiátrico. Sin Ningún escrúpulo el opinador mamerto llamado Jorge Gómez Pinilla se ampara para estas afirmaciones falsas en Daniel Coronell Castañeda y Ramiro Bejarano, abogado de Coronell y padre de la columnista de Los Danieles, Ana Bejarano, que hace lo propio, en la misma onda de acabar con el prestigio de Rodolfo Hernández para poder subir a Gustavo Petro por fin a la presidencia. Si esto no es una bodega que entre Dios y lo vea. En su descarado seguidismo con el candidato del Pacto Histórico ya también Coronell la agarró contra el registrador Alexander Vega, en coro con Petro y con lo que este pretende dejar sembrado si los resultados no lo favorecen. Para Coronell el hecho de que el registrador haya llamado a la cordura y a aceptar los resultados significa que Vega ya sabe que el ganador es Rodolfo, cosa que por lo menos las encuestan ya lo saben.
En la tarea de Coronell de liderar la guerra sucia contra Hernández no le ha temblado la mano para emprenderla contra Vicky Dávila, la directora de Semana, o contra Darcy Quinn, a quienes llama socarronamente las muñecas de la prensa, y contra las que no ahorra trino para maltratarlas e insinuar que son periodistas con intereses privados, como cuando el ladrón juzga por su condición. La guerra contra las periodistas no tiene límites y se augura que se encarnizará contra ellas, ya sea a partir de sus opiniones o de supuestas investigaciones en su contra, con el fin de demeritarlas porque no quisieron entregarle su alma a Petro o porque ya no le comen cuento a Coronell. Este periodista maniqueo hace causa común con Verónica Alcocer, la esposa del candidato izquierdista Gustavo Petro y quien se perfila como la Cristina Fernández de Kirchne de Colombia, para descalificar a las periodistas en medio de sus directrices a las bodegas petristas.
Los mamertos de la prensa no se han enterado aún que los colombianos no los leen y que si los leen no les creen, o si no cómo explicar que a pesar de todos los fuelles periodísticos y las botadas de corriente de la mamertada ilustrada Petro no haya ganado en primera vuelta. Olvida Coronell el periodista antiuribista número uno que la opinión publicada no es la opinión pública, como lo afirma la pensadora española Adela Cortina, y que a él lo sacaron de Semana precisamente porque la credibilidad de la revista venía perdiendo puntos a velocidades estrepitosas debido a su guerra personal contra el expresidente Uribe. Coronell también se la juega a los próximos cuatro años por si pierde su candidato izquierdista. Ya cambió por sustracción de materia a Uribe y a Duque por Hernández y Gilinski como blancos de su eje monotemático, con lo cual tendría una plataforma de lectura garantizada para hacer oposición durante el próximo periodo presidencial.
Coronell ataca a Gabriel Gilinski con un argumento descalificador que refleja su ánimo vengativo por no haber podido salirse con la suya en Semana, afirma que su padre Jaime Gilinski le regaló esta revista como un juguete a un joven bueno para nada. La historia le ha venido dando un mentís porque a pesar de que Daniel Coronell y su horda mamerta hacen todos los esfuerzos por poner en riesgo la credibilidad de Semana, la revista ha logrado bajo la dirección de Vicky Dávila y las ideas innovadoras y vanguardistas de Gabriel Gilinski retomar el lugar que había ocupado como el medio escrito más influyente en la vida política del país durante las últimas cuatro décadas. Algunos se preguntan si será que Julio Sánchez Cristo, que es tan amigo de Felipe López, le cree a Daniel Coronell, pero la respuesta de Julio es algo así como cuando a Felipe López le preguntaban hace 30 por qué mantenía a Antonio Caballero en Semana y este respondía “Casi no creo en nada de lo que escribe Antonio, pero a los lectores los divierte”. Y lo más probable es que en el caso de Coronell, Julito piense que no importa si es cierto o no y menos que sea divertido pero lo que dice Coronell resulta taquillero.
El hecho es que la guerra de Coronell contra lo que no sirva para subir a Petro va con toda. Y ya la periodista Darcy Quinn le respondió que ella está dispuesta a demostrarle que miente y que más bien lo conmina a que le cuente al país de una vez por todas cómo fue que Pastor Perafán, el mafioso extraditado a Estados Unidos, le ayudó para montar su noticiero NTC. Respuesta que aún le debe Coronell a la opinión pública, así como la de explicar por qué y mediante qué figura legal recibió el dinero para montar su noticiero, hoy Noticias 1, de parte del jefe del Cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela por medio de su testaferro, alias “El Bandi” Cesar Villegas, socio de Coronell y de Felix de Bedout en NTC a través de su firma VC Maderas. Y en todo caso como la pelea es peleando y tanto Vicky como Darcy han demostrado que tienen dientes a Coronell le va a quedar cuesta arriba desprestigiarlas, así como le va a quedar de para arriba a su candidato derrotar a Rodolfo. Hagan sus apuestas.