Por: Fernando Torres Mejía
Un mensaje antipático, grosero y descalificador del gobierno del cambio contra los generadores de empleo e impuestos, me refiero al empresariado colombiano que por cuenta de una administración que está más comprometida en apoyar y darle un tratamiento de ciudadanos de bien a todas las organizaciones criminales y no a los que se levantan a trabajar dignamente para contribuir con el desarrollo del país y brindarles a todos sus colaboradores un ingreso con el cual pueden llevar alimento, salud y bienestar a sus familias
Aunque todos los días pregona “Colombia, potencia mundial de la vida”, ataca también al empresariado de otras latitudes e incita a la violencia agitando al pueblo manifestando “hay quienes sueñan por ahí en tumbar el gobierno, recogen plática de unos grandes empresarios españoles, se van a España a ver cómo se tumba el gobierno, no se les ocurra hacer eso, estarían iniciando una nueva ola de violencia, les voy a decir, no sean brutos”
¿Dónde está el acuerdo nacional que tanto pregona este gobierno?, si trata a los empresarios con desprecio, los descalifica, los humilla y les dice “ustedes ya no mandan, ya no son los interlocutores, no tienen credibilidad”, estos son mensajes desatinados de un gobierno que solo siente desprecio por el empresariado, y es que los ataques son constantes y a diario, lo cual solo demuestra el resentimiento de toda una administración que solo busca imponer una agenda de impunidad y en favor de una minoría que se dedicó a la violencia y que ven ahora un mandatario dispuesto a entregarles si es posible la batuta para conducir el país con la excusa retadora de que “acá mandamos nosotros porque nos eligió el pueblo”
“El gobierno va bien y el país va mal” esta frase tan contundente vuelve a tomar fuerza y eso no lo decimos unos cuantos, esto es una realidad que hasta los mismos que votaron por el “cambio” lo están padeciendo, o es que el alza a los combustibles ¿no es un reflejo de una pésima administración que nos está arrastrando cada día a más pobreza?, y claro para la delincuencia hay soluciones, pero para el resto de “mortales” no, y por ahí me dirán, “pero no van a implementar una tarifa diferencial, ahora un subsidio mensual para el combustible de los taxistas?”, y entonces pregunto, ¿qué pasará con el resto, los motociclistas, los del servicio particular, los de las plataformas, los de los buses, los de las gualas, etc.?, todos necesitan soluciones, estas no solo puede ser para unos.
Este gobierno de izquierda tiene que saber cómo conciliar los intereses entre estado y los empresarios, se les olvida que como sea están en un proceso de aprendizaje, pues, es la primera vez que gobiernan con lo cual no pueden llegar a darle “portazos” a todos y menos a los empresarios quienes son los que están moviendo la economía y han estado acostumbrados a un trato digno y de mutuo respeto, para que ahora de la noche a la mañana se les venga a maltratar de la forma como lo están haciendo y no ser tenidos en cuenta en las decisiones que los afectan directamente.
La realidad y no se están inventando titulares ni mensajes, sino que basta con escuchar el discurso en la Primera Asamblea de Organizaciones cocaleras del Catatumbo, en El Tarra, Norte de Santander donde Petro manifestó: “los campesinos puedan seguir sembrando coca mientras prueban con cultivos sustitutos de forma gradual”, ahí una vez más, está demostrado que el gobierno solo le interesa lo ilegal y no pierde oportunidad de “atacar” al empresariado con los que, por el contrario, tiene que perseverar en la búsqueda de acuerdos nacionales a través del acercamiento con la sociedad civil colombiana, y no puede olvidar que los empresarios son los generadores de empleo y crecimiento del país.
El gobierno debe velar por mantener una relación armoniosa y estable con todos los sectores de la economía máxime en un país tan violento y donde si como lo manifiesta, está tratando de buscar un “acuerdo nacional”, no se entiende por qué está excluyendo a los empresarios cuando son ellos los principales y primeros aliados con los que tiene que trabajar para lograr ese objetivo, pero, en cambio, a diario les lanza puya, como ocurrió esta semana contra el Grupo Argos en sus redes sociales, que por cierto se volvieron su herramienta diaria de trabajo y nunca las desampara, que entre otras cosas, nos preguntamos ¿a qué horas gobierna si vive pegado al celular y a Netflix?, como él mismo lo manifestó y eso sin contar con sus ausencias que ya son constantes tanto a nivel local como cuando está en el exterior, ¿a qué se escapa?, es una incógnita que tarde o temprano nos vamos a dar cuenta.
Lanzar acusaciones, mantener un diálogo hostil, excluirlos de las discusiones de las reformas en general no es una estrategia inteligente, se le olvida que durante muchos años hizo parte de un grupo de delincuentes, que a diario cometían, crímenes, secuestros, torturas, extorsión, y negociaban con narcotraficantes etc., y al parecer prefiere consentirlos y dialogar con ellos, que con los empresarios quienes son su principal aliado y que ni antes, ni ahora ni menos en el futuro se han creído “la última Coca Cola del desierto”