La plaza no estaba roja. Resultó más bien desteñida. Su bandera era un arco iris y sus ideales se veían bastantedifuminados. El todo vale era el comando y Maquiavelo lainspiración. La plaza no estaba desierta porque se llenó artificiosamente. En una clara aplicación de la máxima “el fin justifica los medios” y en abierta contravención a la prohibición de participar en la actividad política electoral, el gobierno del presidente Gustavo Petro decidió metérselatoda y sin tapujos a respaldar sus candidatos a las alcaldíasen las principales ciudades en las elecciones regionales. Suapuesta es consolidar la versión criolla de la Revolución de Octubre y la idea utilizar todas las formas de lucha para tomarse el ejecutivo a nivel local. Y si esto implica, al mejor estilo guanumensco, correr barreras morales y borrar líneas éticas, que sea.
La vieja consigna Mockusiana “A mí no me pagaron. Yo vine porque quise”, ha quedado obsoleta para el petrismoy ha dado paso a la de fletar manifestantes y mostrar fuerza al costo que sea. Y aquel romántico “No todo vale”,de los antiguos antanistas adalides del juego limpio, hoy es un asunto anacrónico. Ya no cumple su función y la pragmática le da valor a la teoría leninista de que lo bueno es lo que le sirve a la revolución y lo malo lo que no le sirve. Ahora hay que demostrar poderío y fuerza y no hay que escatimar apariencias por prejuicios éticos, ante la contundente descolgada de la imagen del presidente, provocada por los escándalos de corrupción de su familia y su círculo más cercano que han minado su popularidad y puesto al desnudo su pretendida estatura moral. Por eso,sin ningún pudor, decidieron comprar organizaciones indígenas y afrocolombianas, para lo que hubo quedestinar indebidamente el dinero público, con el fin de movilizar “las amplias masas” e imprimirle un carácter popular a su marcha.
La opción de utilizar el erario para comprar apoyo reflejala debilidad del presidente Petro. Deja ver que ha perdido la calle y esto es preocupante para quien tiene delirios gaitanistas, por no decir mussolinistas. Y puede que le haya resultado un tiro en el pie porque las posteriores revelaciones de que no le cumplieron a los contratados para marchar dejaron un tufillo de vulgar utilización de la gente y sus necesidades que tarde o temprano se puede volver un bumerán. Y la calle se pierde cuando se deja de tener autoridad moral. Mas allá de que Petro haya sido visto como un redentor de los pobres y los jóvenes lo hayan sentido como un valiente líder antisistema, lo cierto es que los dineros que su propia nuera ha denunciado que aportaron las mafias a la campaña presidencial y las maletas de dinero en la casa de su secretaria privada, con niñera poligrafiada en Palacio, policía suicidado y embajador lenguaraz han dejado a Petro a la altura del proceso 8.000 y bastante lejos de la talla de un dirigente probo o respetable.
Los actos que marcarán la agenda de este mes estarán cargados de desesperación por parte de los integrantes del Pacto Histórico y sus aliados y llevarán de contera con la misma lógica del estratega del dúo Petro-Alcocer, Sebastián Guanumen, utilizada en las elecciones presidenciales, que hay que recurrir a todo lo que le sirva a la revolución. Entonces la lumpenización se pondrá al orden del día y la Primera Línea, la Segunda Marquetalia, la Tercera Internacional y la cuarta dimensión ética pactada en un oscuro cuarto de la Picota donde se tranzanvotos por no extradiciones, conformarán la amalgama mamerta que intentará que cada alcaldía sea una especie de palacio de invierno en donde las prácticas de Aida Merlano y sus secuaces resultarán pálidas, al lado de lo que se puede estar fraguando para este final de mes. Con un gobierno venido a menos en favorabilidad y en plena decadencia moral los petristas sienten que es ahora o nunca. O se consolida la Revolución de Octubre el 29 en las elecciones regionales o quedarán condenados a darle cristiana sepultura a las ideas de Lenin. Entonces gritarán con voz de comunero insurrecto “Lo que ha de ser que sea”.
Pero los asaltos no van a ser a las alcaldías, a las queaspiran a llegar “en legitmidad”, como ocurrió con la presidencia. Los asaltos insurreccionales serán a la prensa y a la oposición. Y no será solo de mingas indígenas porque la revista Semana fue un primer experimento para intimidar a la periodista que más valientemente se ha enfrentado al gobierno y denunciado con más vehemencia la corrupción petrista. Volverán a hacer presencia las primeras líneas y las segundas marquetalias para generar un ambiente prerevolucionario, cargado de indignación contra los ricos y de promesas a los pobres. Y estos seránaupados a tomarse supermercados o centros comerciales ysientan estar expropiando desalmados dueños del capital. El ambiente insurreccional del mes de octubre marcará latendencia de que el voto será el resultado del temor y la zozobra y no de la conciencia política.
Los ladrones a los que se les pagará para que no roben harán su agosto en octubre y así obtendrán el carnet que les dará su primer millón. Los politiqueros que ven en riesgo sus curules se venderán al mejor postor, que por lo visto blanco es y se vende en Miami, se tranza en la Picota y se negocia en Palacio. Con este pastiche de la Primera Línea, la Segunda Marquetalia, la Tercera Internacional y la Cuarta Dimensión ética se dará paso a una consigna que sustituirá la de ¡Proletarios del mundo Unios! de Flora Tristan, por la de “Lumpen del mundo juntaos” que en “la paz total” caben todos. Y la de “El pueblo unido jamás será vencido” de Sergio Ortega y Quilapayun podría ser reemplazada por la de “El pueblo fletado siempre será usado”, que se acomoda más a las enseñanzas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.