Por: Andrés Villota
La Prueba del Estrés (Stress Testing) es un ejercicio de prospección en el que se simulan escenarios poco probables en el futuro, asignando a las variables utilizadas para recrearlos, datos sintéticos que no se han presentado en el comportamiento macroeconómico histórico normal, para poder saber cómo reaccionaría o cómo se afectaría el funcionamiento de una empresa o los flujos de caja futuros de un proyecto productivo.
La simulación de escenarios, poco probables, permite identificar los riesgos asociados a las variables criticas que pueden afectar la viabilidad de un proyecto o prever la toma de decisiones en entornos complejos que afecten de manera negativa la productividad de un sector de la economía o de una economía nacional en su conjunto. La prueba se realiza en modelos de valoración hechos en hojas de cálculo que, de acuerdo a la experiencia del analista y a la calidad de los insumos de la información, genera un diagnóstico y unas expectativas determinantes para construir una hoja de ruta que se anticipe a los riesgos probables.
Las teorías actuales sobre toma de decisiones se basan en las expectativas creadas a partir de la información. Información que es generada en los decadentes grandes medios de comunicación o en el microcosmos de las redes sociales. El acceso a pésima información y la capacidad nula para leer de manera crítica, hace que las personas no piensen, ni analicen y se limiten, simplemente, a tomar decisiones viscerales con base a sus vivencias pasadas o basados en la experiencia vivida por un tercero. Sin embargo, para muchos, jamás fue suficiente y tuvieron la necesidad de vivir y experimentar en carne propia lo que muchos advirtieron y que, los más necios, no lograron aceptar o darle credibilidad.
Durante la pandemia, la humanidad se sometió a una gran Prueba de Estrés en tiempo real y por fuera de las hojas de cálculo que permitió crear entornos imposibles por ser considerados como cisnes negros dentro de los cisnes negros. Más que simulaciones, se trató de realidades que le permitieron a las personas tomar decisiones frente a muchas de las variables críticas que afectan la vida cotidiana de la sociedad que, en otras circunstancias, jamás hubieran entendido o tomado por reales, ciertas o posibles.
En Colombia esa prueba fue el resultado de un plan siniestro creado desde la sombra, desde sus cubiles, que contó con la participación activa de los mandatarios locales de las principales ciudades del país (Bogotá, Cali y Medellín), los congresistas de la izquierda más radical encabezados por el líder de la oposición y los descendientes de los terroristas más sanguinarios del M19, los maestros de las escuelas públicas sindicalizados, los aborígenes dedicados al narcotráfico, los jóvenes más ignorantes y los sindicalistas más decrépitos.
Los colombianos tuvieron la oportunidad de ver a los miembros de ese grupúsculo actuando de manera irracional, desaforada, siendo crueles, sin mostrar respeto alguno por la vida humana, trogloditas, desalmados cuyos actos fueron determinantes para que muchos despertaran a la realidad y pudieran vivir, experimentar un escenario posible si el país, finalmente, caía en las garras del comunismo.
Han sido tantas y tan graves las consecuencias para los creadores de la Prueba del Estrés que están culpando a sus oponentes políticos de lo ocurrido. Los resultados de las encuestas muestran el rechazo total de la sociedad frente a los promotores y patrocinadores de la vorágine de violencia, destrucción y muerte que acabó para siempre con las aspiraciones políticas de Gustavo Petro, Claudia López, Luis Ernesto Gómez, Daniel Quintero y Jorge Iván Ospina que, por las demandas que han sido instauradas en su contra, hasta podrían terminar en la cárcel.
Por otro lado, la debacle de la Izquierda por su abierta participación en la promoción de los actos violentos y la persecución contra la fuerza pública, ha fortalecido el discurso de la Derecha, lo que da por descontado que el próximo presidente o presidenta de Colombia será el o la que logre restaurar el orden y la autoridad, realice reformas estructurales al tamaño del Estado, a la justicia, a la educación pública y reduzca significativamente el gasto público en funcionamiento de unas instituciones y de una burocracia que demostró durante la prueba, ser inútil, inoperante e incompetente. Reformas todas que van a contar con el apoyo irrestricto de la gran mayoría de los colombianos que quedaron saturados, hastiados de las propuestas y del discurso anacrónico de todos los creadores de la Prueba del Estrés, a la que fueron sometidos.
Las diferentes afectaciones a estadounidenses en territorio colombiano abrieron la posibilidad para que los cabecillas en la sombra y sus esbirros sean pedidos en extradición en un futuro no muy lejano. Las graves acusaciones hechas por la Secretaría de Estado de los Estados Unidos en contra de la dictadura venezolana por su estrecha relación con los grupos terroristas que manejan el rapto y tráfico de niños en Colombia puede llevar a varios colombianos, que se sienten amparados bajo el paraguas de la JEP y de la Comisión de la Verdad, a la Corte Penal Internacional para ser juzgados por crímenes de lesa humanidad. No olvidar que Fatou Bensouda ya se fue y llegó Karim Khan que le queda muy difícil volver a darle la “bendición” a la JEP y al Acuerdo de Paz después del incumplimiento sistemático de las FARC a lo acordado, y de todas las atrocidades cometidas en nombre de la paz y de la protesta social.
La Prueba del Estrés ha sido determinante para tomar decisiones que van a generar cambios profundos y marca el principio del final de las estructuras de poder que se aprovechaban del temor que infundían y de la aparente ignorancia de una sociedad subyugada que no tenía la capacidad para entender la correlación que existía entre variables como la seguridad, la economía y la política. Esas estructuras tambalean en su pedestal desde el que tenían sometida a la vasta mayoría silenciosa que, por miedo, había sido incapaz de manifestarse y levantarse frente a siglos de opresión y dominio. Una dura prueba que, finalmente, está logrando cambiar al mundo.