‘El periódico El Espectador ha recibido más de $ 5 mil millones con los que escribe artículos que cercenan y criminalizan el debate democrático y la libertad de expresión de millones de colombianos críticos de las FARC y la JEP’
El periódico El Espectador que dirige Fidel Cano y forma parte del conglomerado empresarial del grupo Santo Domingo viene utilizando desde el año 2016 las ayudas económicas que percibe de la Unión Europea UE en un especial periodístico denominado Colombia 2020 con el aparente propósito de lavarle la cara a las FARC y perseguir a opositores y críticos del acuerdo firmado en La Habana entre el gobierno Santos y esa guerrilla cuyos jefes negociadores Márquez y Santrich están de regreso al narcotráfico en alianza con el Cartel de los Soles en Venezuela y el cartel de Sinaloa en México.
La salvaje persecución de El Espectador se demuestra con sus recientes publicaciones en las que señalan, estigmatizan e imputan irresponsablemente a los ciudadanos críticos de la JEP rotulándolos como ‘Bots’ partícipes de una campaña de desprestigio contra ese tribunal y contra la paz.
Sobre ese ataque disfrazado de investigación periodística y financiado con recursos de la Unión Europea el portal La Otra Cara que dirige Sixto Alfredo Pinto publicó un muy bien articulo que resume la situación y se titula: ‘Señores de El Espectador, ¡No nos persigan más!’. Allí se identifican los falsos positivos de las sesgadas publicaciones de El Espectador ‘¿HAY UNA BODEGUITA URIBISTA? Engaños y bots, la cruzada digital en contra de la JEP (I)’ y ‘Los “bots” detrás de la cruzada digital contra la JEP (II)’.
El Expediente investigó cual es la relación específica de la Unión Europea con el periódico El Espectador y sus publicaciones almacenadas en el especial Colombia 2020 que se presenta como una ‘campaña pedagógica y periodística para cambiar narrativas impuestas durante décadas de conflicto armado’ y está al aire desde el año 2016.
En un primer barrido de la información disponible rastreamos los nombres de los representantes legales, el nombre comercial del mismo periódico y sus portales asociados, sin tener mayor éxito en relación con la cifra aportada por la Unión Europea a ese proyecto. La información finalmente estaba camuflada en una razón social bajo la que se ampara El Espectador: Comunican SA, empresa del grupo Santodomingo – Valorem también propietarios del Canal Caracol y Blu Radio entre otros medios.
En concreto, desde el 2018 hasta la fecha la página del Sistema de Información de la Cooperación Europea en Colombia (SICEC) registra que El Espectador ha recibido € 1.150.000 (Un millón ciento cincuenta mil Euros) que equivalen a más de $5 mil millones de pesos sin contar los recursos recibidos entre 2016 y el 2018 años en que se echó a andar el proyecto Colombia 2020.
Sobra advertir que la Constitución prohíbe la intervención en política de otros países y su injerencia directa o indirecta en asuntos como los que busca direccionar El Espectador en su especial Colombia 2020 desde el que se fustiga a opositores de las FARC y se criminaliza la libertad de expresión de ciudadanos con sus plenos derechos políticos vigentes.
No es la primera vez que El Espectador participa de un ejercicio de censura contra sus críticos en sintonía con otros medios alineados ideológicamente y que se nutren de recursos internacionales como es el caso de La Silla Vacía, La Liga del Silenció y la misma Fundación para la Libertad de Prensa FLIP quienes perciben recursos de cooperación de los Estados Unidos a través de su agencia USAID y permanentemente señalan y estigmatizan a sus críticos y a otros medios de comunicación.
Según la denuncia interpuesta por Judicial Watch contra el Departamento de Estado y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ‘’Cerca de $5 millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses destinados para la ayuda al proceso de paz terminaron en propaganda política y en la financiación de portales colombianos como Fundación Ideas para la Paz de Sergio Jaramillo; La Silla Vacía; DeJusticia de Rodrigo Uprimny; la Corporación Nuevo Arco Iris; Paz y Reconciliación de León Valencia; Global Drug Policy Program”.
Ver: La USAID deberá responder por los dineros entregados a ONG y medios locales