La inversión extranjera de portafolio

Por: José Miguel Santamaría Uribe

Las paradojas del mercado de capitales y de inversiones son bastante complejas. Las expectativas cambian constantemente. Lo que un día era una buena inversión, al siguiente, ya no lo es tanto.

La inversión en países emergentes está de moda. Los inversionistas han hecho caso omiso que el gobierno sea de izquierda, quiera restringir las libertades, acabar con la empresa privada o con el sistema de salud. Mientras las tasas estén altas frente a los mercados internacionales, seguirán llegando recursos.

Colombia no es la excepción. El peso había tenido una gran devaluación frente al dólar desde el triunfo de Petro en las elecciones del 19 de junio de 2022, subió más de 1.000 pesos desde 3.900 pesos, aunque terminó el año con solo 800 pesos de subida, en 4.750. 

Este año el peso se ha revaluado más de un seis por ciento y ha recuperado bastante de lo subido el año pasado hasta los 4.450. De hecho, el peso dólar se ha separado del comportamiento del DXY, que como sabemos es el índice que mide el comportamiento del dólar frente a una canasta de las principales monedas del mundo.

Lo mismo ha pasado con los TES. El título de vencimiento en el 2032 se cotizaba el 19 de junio a 11,60%, llegó a subirse en tasa por encima del 14%, y hoy está al 11,30%, por debajo de la tasa en que estaba el día de elecciones.

En cuanto a la variación del monto de los recursos invertidos por fondos extranjeros en TES el comportamiento ha sido el siguiente: en junio del 2022 el stock de fondos extranjeros era de 107 billones, cerró el año en 118 billones y a finales de abril continuaban prácticamente los mismos 118 billones. Quiere decir esto que los fondos hasta ahora no han salido de sus inversiones en el país.

¿Cuánto va a durar esta fiesta? No sabemos. Los entendidos piensan que el dólar puede seguir bajando un poco más pero seguramente aparecerán más compradores a esos niveles. Mucho del comportamiento dependerá de la reforma pensional. Acordémonos que esta impactará directamente el mercado de deuda pública.

Existe otro riesgo al que nos podemos estar abocando: la posibilidad de que los fondos extranjeros, que tienen esas posiciones tan grandes de TES, definan salir del país. La razón, un peso más fuerte y unas tasas de TES interesantes. Si esto ocurre, puede ser la debacle. 

No existe suficiente mercado para cubrir una eventual venta masiva de estos títulos. Así mismo, el precio del dólar podría devolverse a niveles de noviembre del 2022, por encima de los 5.000 pesos.

Por ahora nada ha pasado. Tanto en Chile, como en Brasil y Colombia la fiesta ha seguido. 

Las monedas se han revaluado y los extranjeros siguen pensando que las tasas están más atractivas que en otras latitudes.

Aunque el riesgo político en Colombia sigue existiendo, dependerá mucho del futuro en el Congreso de las reformas que están cursando. 

Acordémonos que si las reformas no pasan es un buen mensaje para los inversionistas, pero si estas terminan pasando, puede ser el punto de quiebre de la fiesta.

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