Por: Luis Manuel Ramos Perdomo
El Camaleón es un Saúropsido, una especie de Lagarto, lo que explica que en política encontramos algunos “lagartos” que se comportan ideológica y cromatóforamente como camaleones cambiando periódicamente su color.
Se nos ha impuesto la idea de que la política es dinámica para explicar el transfuguismo, algunas prácticas de corrupción, inexistencia de conflictos de interés, la deslealtad, la traición, la impunidad, el tráfico de influencias y, esas consideraciones, se han llegado a plasmar en el espíritu de nuestras leyes, al igual que en decisiones de las altas instancias electorales y de organismos de control.
Platón definía a la política como un arte en el que el político debía llevar a los ciudadanos a ser mejores en el contexto de la ética y la virtud. Platón concibió los principios filosóficos del Estado dentro de los que el orden ético se erige como pilar fundamental. Los Estados y sistemas democráticos se han apegado y mantenido a lo largo de los siglos a dichos principios e incluso algunos, los han considerado como “verdades evidentes”.
La participación en política, el derecho a elegir y ser elegido, son bastiones de la democracia y quizás por eso se explica la autorización a servidores públicos vinculados a cargos de elección popular a participar activamente en la política, sin que por ese hecho, a diferencia de los demás servidores, se vean incursos en responsabilidades penales.
De manera muy reciente, se ha anunciado el nacimiento de un nuevo partido político en Colombia, cuyo “Padre Fundador” resulta ser el Presidente del Senado y médico Roy Leonardo Barrerras Montealegre, mejor conocido como Roy Barreras. La creación de “La Fuerza de la Paz” una organización con matices e influencia “Santista” es otra de esas dinámicas “jugadas políticas”.
Roy Barreras inició su carrera política en el “Nuevo Liberalismo” de Luis Carlos Galán Sarmiento, de donde brinco a “Cambio Radical” de Germán Vargas Lleras, siendo expulsado de esa colectividad, pasando a participar en la creación y dirección del “Partido de la U” (matriculándose inicialmente con el Uribismo y posteriormente al Santismo) de donde igualmente fue expulsado. Hace relativamente poco se alineó o acomodó al “Pacto Histórico” de Petro, por el cual resultó elegido como Senador y Presidente del Senado. Ahora en su nueva aventura política lanzando “La Fuerza de la Paz” con aspiraciones para las elecciones regionales a la conquista del poder, marcando aparente y estratégica distancia del “Pacto Histórico” y de Petro.
Roy Barreras ha sido: Galanista, VargasLlerista, Uribista, Santista, Petrista, pero no me cabe la menor duda que es un verdadero RoyBarrerista. Difícil, por no decir imposible, atribuir a Roy Barreras una ideología política o una filiación partidista no coyuntural o conveniente.
Es Roy Barreras el Camaleón de la Política Colombiana. Es el mejor ejemplar de un “evolucionado” darwinismo y lamarckismo político colombiano, en el que las necesidades ya no son para simplemente sobrevivir sino para ambicionar y codiciar el poder por encima de Principios, Filiaciones, Ideologías, Virtudes y en especial, la Ética o por lo menos la Ética Política.
Es en mi opinión uno de esos que: “(…)aparecen en elecciones esos que llaman caudillos, que andan prometiendo escuelas y puentes donde no hay rios”.
Su cerebro y olfato políticos son mejoradamente reptilianos y el “tamaño” es sólo superado por el de su ambición y codicia. Ha tenido más Partidos Políticos que esposas o parejas y ese dato en principio considerado de su vida privada, fue convertido en público por él mismo en los medios de comunicación, desde el momento en el que ex esposas, ex parejas y ex compañeras, fueron vinculadas a la vida política nacional, al servicio público, la fiscalía general y/o el servicio exterior, anulando con su intervención cualquier mérito que con seguridad hayan tenido.
Anticipar qué ocurrirá con “La Fuerza de la Paz” después de las elecciones regionales de octubre es imposible, pues haciendo votos por su recuperación, no se puede olvidar que el país entero ha sido informado por el Presidente del Senado de sus quebrantos en salud de los cuales ha venido saliendo airoso, gracias a la intervención del excelente sistema de salud que, curiosamente y con el ambiguo discurso que le caracteriza, protege para atacar o ataca para proteger, al vaivén de la dinámica y camaleónica política colombiana, de la cual resultó siendo uno de sus mejores exponentes.
Desentrañar su propósito no es difícil, Roy Barreras es adicto al Poder, sin embargo, la estrategia a implementar para lograr su cometido sigue, a pesar de los precedentes, rodeada de misterio y enigma.
Dejó de ser Petrista y se viene alineando con la oposición, para ganar las regionales y una vez logrado, volverá empoderado como el hijo pródigo al Petrismo con los beneficios que traerá tener a disposición la chequera ilimitada y en blanco de los “nuevos” procesos de paz y, de ser aprobadas algunas reformas, la administración descentralizada de los recursos de la salud, tema en el que cuenta con bastante recorrido, incluido CAPRECOM.
Roy Barreras y su Partido “La Fuerza de la Paz” le montó competencia, incluso desleal, al Partido “Pacto Histórico” y eso sólo servirá para tener más “partido” al País.
Camaleónico, kafkiano o simplemente con el colombianismo de “voltiarepas”, dejará un “legado” en la política que, con pocos escrúpulos, se aparta del bien común para atender con sentido prioritario y clientelista las demandas del Roybarrerismo, seguramente el “Santismo” y por esa vía, las de terroristas neo pacifistas que seguirán traficando y lavando los recursos producto de sus actividades, ya no con la patente de Corzo, sino la de la maltrecha paloma de la paz y su preciado botín.
Roy parece no tener límites, por ahora desde el Senado, su cercanía con Santos, la de este con los neo pacifistas y frente al proyecto integracionista latinoamericano en el marco del Socialismo Siglo XXI proyectado desde el Foro de Sao Paulo permite anticipar un escenario complejo y adverso para los Colombianos.
Como muchos han venido pregonando Paz si pero no así, Política si pero tampoco así.