La COP16: Entre saludos a la bandera y presiones fiscales para Cali

Por: Álvaro Narváez

A solo días de la COP16, la Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad que se llevará a cabo en Cali del 21 de octubre al 1 de noviembre de 2024, los caleños nos enfrentamos a una pregunta fundamental: ¿realmente traerá beneficios duraderos este evento o simplemente nos dejará una carga económica adicional en nuestros impuestos?

Cifras de impacto: ¿un costo o una inversión?

Cali ha destinado 31.000 millones de pesos a la preparación y organización de la COP16, cubriendo aspectos de infraestructura, logística, seguridad y eventos culturales

(1). Aunque este tipo de gasto puede parecer elevado, la administración local estima que la ciudad podría recibir un impacto económico de 100.000 millones de pesos debido a la llegada de miles de visitantes, entre ellos delegados internacionales, prensa y turistas

(2), proyección que depende del nivel de asistencia real, entre otras variables y que valdría la pena revisar al detalle, no solo por sus cálculos exageradamente optimistas, sino también teniendo presente que en eventos similares, como la COP25 en Madrid, los beneficios económicos no alcanzaron las cifras proyectadas inicialmente por el gobierno local.Aparte, estos beneficios no siempre se traducen de manera equitativa. Si bien la ocupación hotelera y el comercio en sectores específicos podrían recibir un impulso, el ciudadano promedio verá reflejados los gastos en sus impuestos locales.

Una parte significativa de los fondos invertidos proviene del gobierno local, con 5.000 millones de pesos destinados exclusivamente a mejorar la infraestructura del evento según la Alcaldía de Cali

(1).Cambios viales: inconvenientes para los ciudadanos

Un punto crucial que afectará directamente a los caleños es la peatonalización de varias vías del centro de la ciudad, que ya inició el 10 de octubre. Las calles alrededor de la Plaza de Cayzedo, donde se desarrollarán muchas de las actividades, estarán cerradas al tráfico vehicular. Este cambio afecta áreas clave como las carreras 4 y 5 y las calles 10 y 11

(2).Si bien estas medidas pretenden mejorar la experiencia de los asistentes, para los ciudadanos comunes significará más tráfico en las rutas alternas y dificultades para acceder al centro. A pesar de los 350 agentes de tránsito asignados para gestionar la movilidad, es inevitable que las semanas de la COP16 generen caos vial, especialmente para aquellos que dependen de estas rutas para sus actividades diarias.

¿Dónde están los beneficios ambientales?

La cumbre pretende abordar los problemas ambientales globales, pero queda la duda de si habrá acciones concretas que beneficien a Cali. Hasta el momento, no se han anunciado proyectos locales específicos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que actualmente representan el 4% de las emisiones totales del país.

Sin compromisos concretos a nivel local, los impactos ambientales positivos podrían ser mínimos.El impacto de los vuelos: ¿una cumbre sustentable?Un aspecto muchas veces olvidado en eventos internacionales como la COP16 es el impacto ambiental generado por los vuelos de los miles de asistentes.

Con más de 10.000 delegados internacionales esperados en Cali, incluidos líderes políticos, académicos y periodistas, los viajes aéreos se convierten en una fuente significativa de emisiones de dióxido de carbono (CO2).Un vuelo promedio de larga distancia, como el que realizarían muchos de los participantes para llegar desde Europa o Asia, puede emitir entre 2 y 3 toneladas de CO2 por pasajero. Según estimaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el transporte aéreo es responsable del 2% al 3% de las emisiones globales de CO2.

Aunque esta cifra puede parecer baja, su impacto en el calentamiento global es elevado, ya que los gases emitidos a gran altitud tienen un efecto mayor sobre la atmósfera.En el caso de la COP16, si consideramos que un vuelo transatlántico promedio emite alrededor de 1.5 toneladas de CO2 por cada 10.000 kilómetros recorridos, y asumimos que cada delegado viaja aproximadamente 15.000 kilómetros para asistir al evento, el total de emisiones podría superar las 30.000 toneladas de CO2 solo por el transporte aéreo de los participantes.

Este número es considerable, especialmente en un evento que busca soluciones al problema de las emisiones globales.

¿Compensa la cumbre el impacto de los vuelos?

Los organizadores de la COP16 y de eventos similares a menudo implementan medidas para mitigar el impacto ambiental, como la compensación de carbono.

Estas medidas consisten en invertir en proyectos de reforestación o energías renovables para «neutralizar» las emisiones generadas por los vuelos y otros aspectos logísticos del evento. Sin embargo, la efectividad de estas compensaciones es debatida, ya que no atacan la fuente principal del problema: la dependencia del transporte aéreo en eventos internacionales.

Además, a pesar de estos esfuerzos, la dependencia de los vuelos internacionales para la organización de las cumbres COP sigue siendo una de las mayores contradicciones.

Mientras se discuten compromisos globales para reducir emisiones, el propio evento contribuye significativamente al problema. Un informe del World Resources Institute señala que los vuelos de larga distancia son uno de los modos de transporte más intensivos en carbono, y las tecnologías actuales aún no ofrecen alternativas viables para reducir significativamente el impacto de los aviones comerciales.Un análisis crítico de la COP: promesas sin acción

La COP16 no es la primera de su tipo, y las versiones anteriores han mostrado una tendencia preocupante: muchos de los compromisos ambientales establecidos en estas conferencias quedan sin cumplir, especialmente por parte de los países más contaminantes.

Estados Unidos, China e India, que juntos representan una proporción significativa de las emisiones globales de carbono, han tenido dificultades en adherirse a compromisos estrictos, y sus políticas internas muchas veces contradicen lo pactado en estos eventos.Desde la primera COP en 1995, ha habido acuerdos importantes, como el Acuerdo de París en la COP21, donde se estableció un compromiso global para mantener el calentamiento por debajo de los 2°C. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, las emisiones globales de gases de efecto invernadero siguen en aumento. La COP26, celebrada en Glasgow en 2021, fue vista como un fracaso por muchos expertos, ya que varios países clave no establecieron compromisos firmes para reducir sus emisiones.

Además, las promesas de financiación para ayudar a los países en desarrollo, como Colombia, no se han cumplido en su totalidad.Colombia, por otro lado, es uno de los países que menos contaminan en términos globales. De acuerdo con el Global Carbon Atlas, en 2023 Colombia fue responsable de menos del 0,6% de las emisiones globales de CO2, a pesar de su gran riqueza en biodiversidad.

Sin embargo, como anfitrión de la COP16, nuestro país carga con la responsabilidad de impulsar acciones que tal vez no cambiarán significativamente el panorama global si las potencias mundiales continúan sin asumir su responsabilidad.

La paradoja de la COP: acciones locales, problemas globales

A pesar de los esfuerzos locales en eventos como la COP16, las emisiones globales están impulsadas principalmente por las grandes economías, mientras que países como Colombia asumen una carga desproporcionada en términos de esfuerzos de conservación.

Esto genera una paradoja: mientras las naciones en desarrollo implementan políticas ambientales a menudo costosas y restrictivas, los países que más contaminan son los que menos se comprometen a realizar cambios sustanciales.El rédito político de Petro: Más allá del medioambiente

Aunque la COP16 se presenta como un evento crucial para la agenda ambiental, no se puede ignorar el contexto político que rodea la cumbre. Para el presidente Gustavo Petro, este evento internacional no solo representa una oportunidad para abordar temas urgentes sobre biodiversidad, sino también para proyectar su imagen y la de su partido político (que por cierto, ha aumentado su desfarovilidad, según INVAMER 2024) de cara a las próximas elecciones. Con la campaña electoral en Colombia ya en marcha para las elecciones de 2026, la COP16 podría convertirse en una plataforma clave para el Pacto Histórico, el partido de Petro, para consolidar su presencia tanto a nivel nacional como internacional.

Al organizar un evento de esta magnitud, el presidente puede exhibir logros diplomáticos y atraer apoyo tanto de sectores progresistas dentro del país como de aliados internacionales que valoran su enfoque en la transición energética y la protección de la biodiversidad.

Estos temas son fundamentales para la imagen de Petro y su partido, quienes buscan presentarse como los únicos capaces de liderar un cambio estructural en el país en temas tanto económicos como ambientales.Además, el timing de la COP16 es clave: el evento coincide con un momento en que Petro y su partido enfrentan críticas por su gestión en otros frentes, como la seguridad y la economía. Un evento exitoso podría ayudar a desviar la atención de estos problemas y reforzar la imagen de un líder comprometido con la lucha global contra el cambio climático.

En este sentido, la COP16 podría tener un rédito político considerable para Petro, al proyectar a su partido como la opción más coherente para quienes ven en la crisis ambiental una prioridad. Por otro lado, tenemos a un Alejandro Eder, un líder local con aspiraciones nacionales, que entre el “pragmatismo” y una ambivalente oposición al gobierno nacional, al final le haría un favor a Petro y su administración a costa del erario de los caleños y con ello, posiblemente apalancar apoyo para sus aspiraciones nacionales.

En conclusión, si bien la COP16 promete beneficios para la proyección internacional de Cali y podría tener un impacto económico positivo, sus costos y molestias para la ciudadanía son claros. Con evidentes réditos para la imagen en caída del gobierno Petro, hay que tener presente que la historia de las conferencias COP muestra que, sin el compromiso firme de las grandes potencias contaminantes, los beneficios ambientales serán mínimos.

En este contexto, es importante preguntarse si los esfuerzos y los recursos invertidos por Colombia tendrán un impacto real en el cambio climático y en las economías locales, o si, una vez más, los resultados serán más simbólicos que efectivos.

https://www.cali.gov.co/contratacion/publicaciones/183240/cali-invirtio-31000-millones-en-actividades-en-el-marco-de-la-cop16/

https://www.semana.com/nacion/cali/articulo/cop16-en-cali-estos-son-los-cambios-viales-en-el-centro-de-la-ciudad-durante-la-conferencia-internacional/202435/

Salir de la versión móvil