Pir: Germán Senna Pico
El pasado jueves la academia de medicina de Medellín le otorgó la distinción a personaje del año 2021 en Antioquia, al padre jesuita Francisco de Roux, actualmente presidente de la Comisión de la Verdad, por su abnegada labor y como reconocimiento por su trabajo en favor de las comunidades.
Durante su intervención expresó que el proceso de paz era imperfecto pero que sólo el 20 % de los miembros de farc habrían vuelto a las armas, y que lamentablemente terminamos divididos y que tampoco teníamos paz en Colombia, se le abona que esto último es muy cierto, pero no es verdad que sólo un 20 % de los ex farc hayan vuelto a las armas; sino como se explica que las mal llamadas disidencias que son las mismas FARC, tengan más de 5200 mil hombres en armas.
Eso sin mencionar el número de milicianos activos, que dentro de lo que conocemos sobre el manejo de estas estructuras de guerrilla, el número de milicianos en muchos casos es mayor que el número de hombres en fila campamentaria, y algo si debemos tener muy claro, es que las FARC jamás desmovilizó ni desarmó sus milicias, esto fue una labor concertada antes de la firma del pacto de la Habana entre Santos, De La Calle y las FARC.
Entonces, no es cierto que después de la firma de este proceso, sólo el 20% de ex FARC volvieron a rearmarse, si sabemos que más de un 30% no se desmovilizó y menos se desarmó, pero es irritante la actitud del mensaje que el cura Francisco de Roux, expresó cerrando su intervención diciendo:
“Estoy convencido de que en Colombia habrá paz si Antioquia quiere, y no habrá paz si Antioquia no quiere”
De acuerdo a esta diatriba del curita de Roux, los antioqueños son los culpables de la confrontación y son los que la mantienen, irrespetando al inmenso cúmulo de victimas que ha dejado las FARC en este departamento, pero no sabemos si el mensaje de De Roúx a Pedro, era para que lo entendiera Juan, de todas maneras deja claro que las narrativas que usan al interior de la comisión de la verdad y que saldrán al cierre de su informe final, irá una andanada de culpas y señalamientos a toda la gente de Antioquia de acuerdo a lo expresado en este mensaje por el jefe de esta comisión.
Así que hermanos antioqueños, no se les haga extraño lo que saldrá en ese informe con señalamientos y acusaciones a empresarios y dirigentes antioqueños victimas de múltiples violencias por parte de las FARC y que han respondido férreamente a todo ello sin bajar la guardia por mantener e impulsar el desarrollo de esta región, que desde luego es una de las mejores del país en infraestructura con visión de emprendimiento a corto y largo plazo.
Ya sabemos que la corte constitucional le amplió el periodo a esta comisión para su informe final, que irá hasta 27 de junio de 2022, más dos meses para socializarlo, tiempo suficiente para seguir lavándole la cara a los criminales de la izquierda política y armada, donde siempre se justificarán los crímenes que estas organizaciones desde el partido comunistas hasta la UP sus hijos más aventajados, queden libre de todo pecado por todos sus acciones y desde luego, justificando todos sus actos, dentro y fuera del marco de la confrontación.
La comisión creada por las Farc, a través del abogado comunista Enrique Santiago, fue diseñada para dirigir las culpas de todos los crímenes cometidos en el marco de la confrontación, hacia un determinado sector político con señalamientos inverosímiles y sin prueba alguna, sólo para que se le dé la condición de victimas a los integrantes de FARC y/o colaboradores, no en vano se inventaron el sofisma etéreo y difuso de “víctimas del conflicto” escondiendo al original victimario de sus responsabilidades penales en crímenes atroces.
Nada se hablará en ese informe final de la comisión de la verdad, de las responsabilidades del partido comunista colombiano en todos los crímenes de las FARC, EPL, M19, ERP, CRS, JEGA y ELN, ni tampoco de las responsabilidades de la UP-FARC en el exterminio de los esperanzados en Urabá.
Si escucharemos los direccionamientos de responsabilidades hacia el gremio ganadero de Córdoba, Antioquia, Santander y el Meta. Habrá acusaciones y señalamientos contra el gremio minero de Antioquia y sobre multinacionales que supuestamente apoyaron a grupos paramilitares, pero jamás se escuchará del informe de la comisión de la verdad, algo sobre las culpas de un sector de la iglesia católica muy conocido como los de la teología de la liberación, ni de la responsabilidad de los maestros que camuflados en gremios como FECODE, al mismo tiempo ejercían labores de adoctrinamiento como cuadros de activos de células urbanas de los grupos guerrilleros.
Y lo más indignante es que en el informe de cierre se hablará del “fin del conflicto” como si en Colombia después del pacto entre Santos y FARC, ya se hubiera acabado la confrontación terrorista a la que nos quiere eternizar la izquierda política que desea llegar al poder en el 2022 con unos de sus alfiles más aventajado, el ex guerrillero amnistiado del grupo terrorista M19 Gustavo Petro Urrego.
Y sobre esa remota posibilidad que aún tiene el amnistiado, le digo a mis Generales de las fuerzas militares, que mantengan la brújula con rumbo Norte en caso de…
Germán Senna Pico
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