El Coronel Esparza estaba próximo a asumir en el Comando de Inteligencia Militar que actualmente ocupa el General Mario González Lamprea y al que aspiran sus subalternos Saulo Neira y Mario ‘Matilda’ Sarmiento
Como se ha vuelto costumbre en las Fuerzas Militares y en el Ejército Nacional, los anónimos presentados como informes de inteligencia o contrainteligencia sin judicializar, terminan definiendo el futuro de cientos de oficiales que culminan sus carreras en medio de sombrías acusaciones, sin procesos judiciales o disciplinarios de por medio, y regularmente en el preámbulo de sus procesos de ascenso a coroneles o generales de la República.
Es la historia del coronel José Luis Esparza, oficial de inteligencia que participó en la épica operación Jaque y que fue llamado a calificar servicios el pasado 10 de septiembre de 2021.
Desde 2020 José Luis Esparza había sido seleccionado para el curso de generales, que se graduarían a finales de septiembre de este año. También tenía definida su llegada a la dirección del CAIMI, Comando de Inteligencia Militar, que actualmente ocupa el Brigadier General Mario González Lamprea, único general de inteligencia activo en las FFMM.
El pasado 10 de septiembre su nombre apareció en un decreto de llamamiento a calificar servicios junto a otros cuatro oficiales entre ellos Oscar Amado Pinzón capturado por tráfico de armamento oficial. Aunque cada uno de los oficiales enlistados en el decreto salía por una razón distinta, su despido se hizo en grupo, como si fueran todos culpables de la misma conducta.
Al coronel Esparza lo acusan, mediante un anónimo, de ser alfil del general (r) Alberto José Mejía, de pertenecer al ELN y de haber viajado a Rusia y a La Habana en más de 12 oportunidades.
Esas acusaciones comenzaron a circular en noviembre de 2020, momento en que el Coronel Esparza les dio respuesta advirtiendo a sus superiores de las inconsistencias del anónimo que circulaba en su contra. Hoy, a pocos días de su ascenso a general, el Presidente de la República y el Ministro de la Defensa deciden la salida del último sobreviviente de la operación Jaque en una decisión ‘Discrecional’.
En los cuarteles todos saben que hay una guerra por el manejo de la inteligencia y que con la abrupta salida del coronel Esparza el general González Lamprea sigue cómo el único general de inteligencia, con un proceso activo por presunto acoso sexual de una subteniente, con la posibilidad de proyectar para su remplazo a los coroneles Saulo Neira y Mario ‘Matilda’ Sarmiento Reyes, hombres de su entera confianza y el último con un proceso activo por peculado y lavado de activos por presuntos manejos indebidos del pago de recompensas. Se dice que fue clave en la operación contra Jesús Santrich.
En el pasado mes de agosto también salió de manera abrupta el director de contrainteligencia el coronel Juan Pablo Manrique.
Dato: pidió la baja el CR de @COL_EJERCITO Juan Pablo Manrique, comandante del comando de apoyo de Contrainteligencia. Su salida se da en medio de las investigaciones por presunta relación de altos mandos con capturado capitán (r) Andrés Fernando Medina👇https://t.co/lkRre0bf5A
— El Expediente (@EIExpedienteCol) July 27, 2021
Aunque la facultad discrecional para remover a los altos mandos sin procesos judiciales es un derecho del Presidente de la República nadie sabe que hay detrás de los cambios forzados en los puestos claves de la inteligencia estratégica del país.
El Coronel Esparza fue consultado por El Expediente pero prefirió no dar declaraciones a medios de comunicación.