Por: Rene Galindo Rodríguez
El frustrado asalto a una empresa de oro en Medellín deja al descubierto la capacidad de organización que tienen los bandidos no solo en esta ciudad sino en cualquier ciudad del país y esto obedece a muchos factores que han abonado el camino para estas mafias callejeras hayan visto el pastel servido sobre la mesa listo para el consumo.
Hoy estos hechos confirman que la autoridad policial en necesaria, única y que fue efectiva que actuó rápidamente frente a tan graves hechos a pesar de estar en desventajas en el uso de armas con los bandidos, los videos mostraron el uso de armas sofisticas como fusiles y subametralladoras por parte de estos delincuentes; acá si aplica el lema de que en tiempos difíciles el soldado y el policía es aclamado pero en tiempos de aparente paz el soldado y policía es atacado, humillado y encarcelado. Hoy todos gritaban donde está la policía. Dios mío… miren por aquí por allá. Hoy apagamos un incendio de los miles que se presentan en las ciudades de Colombia por culpa de esta desgracia social que aqueja la población…..la inseguridad.
La política de la administración pública local, regional y nacional mantiene una desconexión con las autorizades policiales y militares pareciera que esta batalla la estuvieran librando únicamente el policía y el soldado y solo con el amparo del todo poderoso porque en realidad muy pocos son los mandatarios que asumen su responsabilidad y con verdadera vocación de servirle a quienes los eligieron. Desde hace mucho tiempo no presentaba un evento terrorista de esta magnitud en la ciudad de Medellín, de la manera que estos hechos se convierten en una alarma constante, en el campanazo para que entiendan las autoridades políticas de Medellín que la seguridad es un bien y un derecho tan preciado como la vida, y por ende hay que apostarle todo o casi todo a la seguridad para garantizar la convivencia sana de los ciudadanos.
Otro factor son constantes ataques politiqueros a la autoridad policial y militar que engrandece y elevan el ego a quienes desde la clandestinidad planean los crímenes, son estos criminales los que si están aprovechando el tiempo para hacer profundos análisis de la desmoralización de los policías por los ataques mediáticos a los que son sometidos. Mientras tanto la innovación criminal crece a índices nunca antes vistos que ponen en altísimo riesgo la libre movilización urbana de sus gentes, el pánico, el estrés aumentan las enfermedades mentales y los ciudadanos no salen de sus casas lo que les generaría falta de confianza hasta para ir al comercio y contribuir con la reactivación económica. De tal manera que se necesita un serio compromiso de alcaldes, gobernadores y ejecutivo para que los campos y ciudades sean más seguros sin importar que partido político este en el poder, la seguridad debe ser un activo importantísimo para la nación, el país y el estado.
La administración pública se equivoca cuando creen que el soldado y el policía lo pueden manosear cuando quieren para cumplir caprichos incluso personales, debe haber una política seria de seguridad y conexión entre autoridad política, autoridad policial y población civil para poder combatir todos estos fenómenos de inseguridad que están afectando nuestro país. Por otro lado, se suma a todos estos fenómenos la admisión en nuestro suelo de una migración incontrolable que de una u otra manera contribuye a la inseguridad, ya que muchos delincuentes llegan por estos canales sin que encuentren resistencia o exigencia de las autoridades para su circulación en el país.
No lejos de la inseguridad reinante en la calle la alimenta la injusticia o falta de autoridad que ha ayudado para que los delincuentes se multipliquen como hormigas porque ven que en Colombia que delinquir si paga y que no hay manera de detener su accionar porque las cárceles están atestadas de parásitos sociales, los jueces son permisivos con el delito y porque los policías pueden ser asesinados cuando vayan camino a sus hogares, de tal manera que encuentran el panorama perfecto para moverse como pez en el agua en sus actos detestables. No nos extrañemos que estos delincuentes capturados en Medellín queden libres porque según… no ofrecen peligro a la sociedad y que solo se trataba de un ensayo de robo, días después estarán practicando de nuevo en el arte de atracar hasta que lo perfeccionan y se vuelven intocables hasta con la capacidad de pedir una curul le día mañana.
Tal vez también en la inseguridad tenga que ver el traslado del conflicto del campo a la ciudad como lo manifestó un expresidente que por cierto amenazo a los colombianos que esa era la próxima guerra a la que nos enfrentamos sino le hacíamos caso. Recordemos que quien ha sido delincuente no deja de serlo y que cuando este bandido vea una segunda oportunidad la aprovecha y vuelve a delinquir porque este sujeto no sabe hacer otra cosa más que su arte es asesinar, robar y extorsionar. Un ilustre concejal en estos días decía “que el ladrón era ladrón dependiendo de lo que encontrara en el bolso o en la billetera, que si encontraba poco billete volvía y delinquía, pero que si encontraba mucho se demoraba en delinquir o tal vez nunca más delinquía, que entonces la ciudadanía no entendía las necesidades del delincuente” HAGAME EL FAVOR si esto lo dice un funcionario público.
Los ciudadanos de bien, con principios y valores no podemos colgar las botas y quedarnos impávidos frente a tan graves hechos, debemos dar la lucha para que tengamos el derecho a defendernos, de portar un arma legalmente ampara, pero sobre todo de contribuir de la mano con las autoridades para crear entornos mas seguros en nuestras cuadras, barrios donde la convivencia entre vecinos sea una realidad en un clima de alta confianza y no que la inseguridad nos encarcele en nuestros hogares, ya que no podemos utilizar ni un cortaúñas para defendernos de ese experto delincuente que recorre las calles diariamente. Es urgente que se revise este tema toda vez que estamos llegando a niveles alarmantes de riesgo social por negligencia de quienes gobiernan. El uso de las armas legitimante portadas debe ser un derecho y no puede ser discurso demagógico de un partido u otro si no que debe estar al mismo nivel del derecho a preservar la vida y es esto lo que me permite pedirle permiso al estado para que pueda usarlas.
Los colombianos estamos indefensos, estamos invadidos por el delito como el narcotráfico, microtráfico, raponeo, robo a mano armada, cosquilleo, terrorismo, tráfico de personas etc fenómenos que son incontrolables por falta de voluntad, recursos, entrenamiento y de armas para que la fuerza publica ejerza su verdadera autoridad en beneficio de los todos colombianos . La violencia callejera crece a diario sin que los pie de fuerza de parte de las autoridades lo hagan. Es urgente que los entes de control como la defensoría del pueblo y todas esas organizaciones defensoras disque de derechos humanos exijan a los mandatarios mayores inversiones en tecnología, movilidad, armas y entrenamiento para combatir la criminalidad que esta sin control y que nos tiene agobiados.