ENCUESTAS

Por: Roberto Ortíz

El mal manejo de la pandemia, el incumplimiento de sus promesas electorales, la corrupción, y la forma como se conectan los alcaldes con los ciudadanos, fueron los elementos que calificaron la última encuesta de invamer y que llevaron a la calificación negativa de la mayoría de ellos por parte de la ciudadanía.

Las encuestas reflejan que los alcaldes han manejado más con políticas de orden público, que, con campañas de prevención de salud, el tema del COVID 19. La crisis económica de muchos sectores de la producción, el cierre de establecimientos, la quiebra de pequeñas y medianas empresas, no se han visto compensado con ayudas económicas, ni con la implementación de políticas públicas que contribuyan a superar la crisis de los comerciantes.

Los gobiernos de Bogotá, Cali, y Medellín, llamados gobiernos alternativos, han sido los más afectados por la calificación negativa de la ciudadana. Estos gobiernos tienen como denominador común, que cuentan con un gran rechazo de los ciudadanos quienes han constituido en esas ciudades comités de revocatoria de sus mandatos. Los ciudadanos exigen el cumplimiento de las promesas de gobierno, el manejo transparente de los recursos públicos y la rendición de cuentas.

Según la encuesta, la Alcaldesa de Bogotá Claudia López tiene diez puntos menos de favorabilidad, cuenta hoy con una imagen negativa del 37%. Mientras tanto, la gestión del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, la aprueba el 55% de los encuestados y el 42% se encuentra inconforme, aumentando su imagen negativa en 15 puntos.

Pero la peor calificación es para la gestión del Alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, es la que más cayó durante enero con una desaprobación del 60% frente a una aprobación de solo el 38%. Los ciudadanos le cobran al mandatario local el despilfarro de los recursos públicos con la pasado feria virtual y el mal manejo de los recursos del alumbrado navideño, ambos eventos nos costaron a los caleños la módica suma de 22 mil millones de pesos.

Igualmente, los caleños manifestaron en la encuesta su desacuerdo con la forma como el Alcalde evade la contratación pública y el pliego único de contratistas a través del manido argumento jurídico de los convenios interadministrativos; convenios que han servido para que empresas como la imprenta Departamental se convierta de la noche a la mañana en una entidad con experiencia y capacidad técnica para reparar las cámaras de seguridad de la ciudad. Nada que ver con su tradición de empresa de publicación de libros y suministro de papelería.

Esta situación irregular de la contratación pública ha llevado a la apertura de investigaciones penales y disciplinarias a secretarios del despacho, quienes han sido sancionados en primera instancia por parte de la personería municipal.

La encuesta refleja igualmente el cansancio que tienen los Caleños con la prepotencia y grosería como el Alcalde se conecta con los ciudadanos. Diariamente vemos como el Alcalde establece peleas con ciudadanos de a pie y con sectores políticos que manifiestan el rechazo a su gestión, los cuales son tratados por el mandatario local con desprecio y altanería.
Esperamos que Jorge Iván Ospina aprenda de esta dura lección que le han dado los Caleños; que rectifique y en rute su gobierno al cumplimiento de las promesas de Gobierno, que gobierne con trasparencia en función de los ciudadanos y no de los familiares y amigos políticos. Si al Alcalde le va bien, a los ciudadanos también nos debe ir bien.
Roberto Ortiz Urueña

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