Por: Lina María Peña:
El Exalcalde de Santa Marta y precandidato Presidencial Carlos Caicedo Omar ha sostenido un discurso en contra de las mafias, el continuismo y el feudalismo político y la corrupción, utilizándolo como su caballo de batalla de sus aspiraciones político electorales. Labras rentables acompañadas de promesas y obras de de alto vuelo que no se han cumplido y que abren interrogantes frente a sus gestión durante sus cuatro años al frente de la alcaldía.
Uno de esos casos es la construcción de una Megabiblioteca Distrital, cuyas obras inauguró personalmente con bombos y platillos, pero a la fecha no se han terminado y se configuran como una alerta de corrupción que está en la mira de las autoridades.
Hacer una obra de tal magnitud era más que ambicioso dado que la inversión representaría un enlace directo con la comunidad educativa y con toda la ciudad en general, sería un espacio lúdico de conocimiento y aprendizaje, y pondría a Santa Marta a la vanguardia de las grandes ciudades capitales.
Pero la historia de esta gran obra es totalmente diferente. La megabiblioteca hoy está llena de denuncias de sobrecostos, retrasos, incompetencia administrativa y falta de gestión de la interventoría, todo con la mirada complaciente de la actual administración en cabeza del alcalde Rafael Martínez.
La situación es crítica. Los organismos de control del orden local no han ejercido ninguna de sus funciones administrativas, disciplinarias ni mucho menos judiciales, y pese a que los veedores han hecho las denuncias públicas del caso, todo parece indicar de que existe un silencio cómplice que ha permitido que la corrupción siga rampante en la capital del magdalena.
Uno de los hechos más llamativos que hizo eco a nivel local y no Nacional, fue cuando el Expresidente César Gaviria Trujillo en un acto público en medio de las elecciones del plebiscito por la paz, declaró ante la comunidad samaria que era él, quien ayudaba a su entrañable amigo Carlos Caicedo en los problemas que tenía con la justicia, por lo que para los samarios fue visto como una situación bochornosa e irrespetuosa debido a los índices que tiene Santa Marta y que hoy la tienen como la segunda ciudad con el mayor grado de corrupción en el ranking nacional, según reporte entregado por la ONG Transparencia por Colombia. (audio del expresidente Gaviria).
La Alcaldía Distrital a la cabeza del entonces Alcalde Caicedo, suscribió el contrato número 607-2014 del 30 de diciembre del 2014, por valor de $10 mil cuarenta millones, adjudicado al Consorcio Mega instituciones Representado Legalmente por el señor Rafael Bejarano para la construcción de la FASE I y se dio inicio al contrato en el mes de febrero de 2015, para lo cual al contratista se le hizo un desembolso del 50 por ciento del valor total del contrato. Con ello se garantizaba la primera fase de construcción de la mega biblioteca y esta debía ejecutarse en un periodo máximo de 5 meses.
Pasado dos años la obra se encuentra prácticamente en abandono y lo que sí ha ocurrido es que se han celebrado actas de suspensión y continuos Otro Sí.
Esta es la cronología jurídica de la obra documentada paso a paso:
8 de julio de 2015 se suscribe acta de suspensión y al mes siguiente se firma el Otro Sí 001 del 12 de agosto de 2015 del contrato 607-2014 del 30 de diciembre del 2014, en el que se otorga una prórroga de 90 días y además la Gerencia de Infraestructura del Distrito, autoriza un nuevo desembolso al contratista por valor de mil ochocientos noventa y siete millones de pesos. Es decir prácticamente la fecha en la cual debía estar construida la primera fase de la mega biblioteca.
El Mismo 12 de agosto de 2015, se suscribe el contrato 399 con el Consorcio Mega Biblioteca 2015 Representada Legalmente por Alexander Cogoyo Nieto, para continuar con la Fase II de la Mega biblioteca, por valor de Seis Mil Novecientos Noventa y Ocho millones y se entrega un anticipo por la suma de Dos Mil Setecientos Noventa y Cinco mil pesos. Plazo máximo de ejecución tres meses.
El 9 de diciembre de 2015, el secretario de Infraestructura en calidad de supervisor solicita ampliar el plazo suscrito en el otro 001 del 12 de agosto de 2015 y otorga a través del Otro Sí No 02 de 2015 un nuevo plazo de ejecución por 120 días. (contrato 607-2014 del 30 de diciembre del 2014)
El 14 de diciembre de 2015, se firma el Contrato Adicional 001 sobre el contrato 399 suscrito el 12 de agosto de 2015, por valor de $1.216 millones y con la entrega de un anticipo de $700 millones de pesos, es decir, el 50 por ciento del valor del contrato. Para esta fecha igualmente ya se encontraba vencido el plazo inicial del contrato
principal.
6 de mayo de 2016 se suscribe otro si No 03, del contrato 607-2014 del 30 de diciembre del 2014, en el que quedo establecido que a partir del 10 de mayo se otorgaba un plazo por 90 días más para la entrega de la obra, lo cual arrojaba como fecha límite de entrega el 8 de agosto de 2016, en todo caso el plazo no debía exceder el 31 de diciembre de 2016.
8 de agosto de 2016 se firma otro si No 04, de contrato 607-2014 del 30 de diciembre del 2014 y nuevamente se otorgan 90 días más para la entrega de la obra, es decir que el límite de entrega era noviembre 7 de 2016.
Noviembre de 2016, la administración recurre a un nuevo otro si, esta vez el No 5, para ampliar el plazo de entrega para hasta el 31 de diciembre de 2016.
El último documento suscrito a través de otro si se da para el 2017, en el cual se estableció como plazo máximo de entrega julio de 2017.
Después de esta descripción cronológica de firma de contratos, desembolsos, adiciones y otro si, lo único que quedaría por preguntar es si la mega biblioteca se encuentra terminada luego de pasados más de dos años y de haberle pagado a la fecha a los contratistas la no despreciable suma de $10 mil millones de pesos, nos toca decirle al país y a los samarios en especial de que esta famosa obra se encuentra prácticamente en el abandono y lo único que se ven son 4 o 5 obreros que no hacen ni sombra para tamaña obra de envergadura como la presentó en su momento el entonces Alcalde Carlos Caicedo Omar.
Una de las cosas que más llamó la atención en este proceso de investigación es que revisando fechas de desembolsos, estas coinciden con el año electoral 2015 donde el Exalcalde a través de su movimiento político tomó de la mano a su Exsecretario de Gobierno Distrital el Doctor Rafael Alejandro Martínez, persona prácticamente desconocida en la ciudad y en el ámbito político local, pero que sorprendió por la fuerte campaña publicitaria con vallas de alto costo, eventos y todo un aparato mediático que aún a la fecha la gente en Santa Mart no se explica de donde salieron los fondos para tan pomposa campaña.
Como era previsible el señor Martínez fue electo Alcalde Distrital con una sorprendente votación, todo gracias al apoyo brindado por su padre político Carlos Caicedo Omar, de quien además se dice en Santa Marta es quien lleva los
verdaderos hilos administrativos, políticos y económicos de la Administración Distrital y es esa una de las razones por las cuales sin pudor alguno ha firmado y prorrogado cuanto contrato tiene en sus manos. Es por eso que no es extraño que todas las obras atrasadas y mal planeadas no le preocupan al Alcalde Actual debido a que su antecesor le tiene prohibido hacer cualquier actuación que vaya en contra de ello.
Como lo reseñamos en las primeras líneas de esta investigación, los entes de control del orden local no ejercen realmente su función de control y vigilancia en la inversión de recursos, debido a que se dice en Santa Marta que el personero fue reelegido en acuerdo con uno de los pesos pesados del concejo Distrital y lo mismo ocurre con el Contralor Distrital de quien se dice fue impuesto por la ex gestora social Elisa Villereal, esposa de Caicedo Omar.
Además de todas estas situaciones oscuras, hay que sumarles los cuestionamientos que recaen sobre el señor Rafael Bejarano Gualdron, quien ha sido señalado de manejar recursos del estado cuando ha logrado a través licitaciones en las que ha salido vencedor, la organización transparencia de Santander es una de las que lo acusa de sus contratos irregulares y así quedó reseñado en un artículo del año 2014 hecho por Vanguardia Liberal.
Igualmente el DNP tiene en la mira al Señor Bejarano Gualdron por desarrollar unos contratos que en el 2016 fueron puestos en riesgo por su falta de sostenibilidad.
Todo lo anterior, corrobora lo dicho por el exsecretario de Hacienda de Santa Marta Julio torres Castellar, quien una de las emisoras locales más escuchadas manifestó que su salida del Gobierno Distrital se debió a diferencias por la forma en como se le estaban dando prioridad a las obras y el tipo de contratistas que seleccionaban en razón a que estos no eran totalmente confiables para cumplir con los cometidos estatales.
Los señores Caicedo Omar y Rafael Martínez en su calidad de Alcalde actual, parece que están haciendo todo aquello que criticaron y están dejando a la capital samaria sumida con una monstruosa deuda y con unas cifras de corrupción nunca antes vistas, pero lo que preocupa más es que la supuesta mega biblioteca de mega sinceramente no tiene absolutamente nada, y es que esto es apenas un grano de arena en el arenal.
Los samarios vivieron un momento de luz cuando recientemente llegaron el procurador Fernando carrillo y el fiscal General Néstor Martínez, sin embargo el primero se fue de la mano de Martínez a recibir la ya extinta metroagua S.A y el Segundo a hablar con sus subalternos, pero no hubo situaciones de fondo que permitieran inferir que los hechos de corrupción en Santa Marta sean investigados.