¿El toro o el oso?

Por: Andrés Villota

El toro embiste (me disculpan los anti taurinos) con sus cuernos desde abajo hacia arriba, por eso cuando los precios de las acciones suben, dicen que el mercado tiene una tendencia bull (toro). La firma Merrill Lynch (hoy del Bank of America) adoptó a un toro como su emblema, el toro de bronce en el que muchos se han tomado fotos ubicado en el separador de Wall Street en Nueva York. Por el contrario el oso ataca con su garra desde arriba hacia abajo por eso a la tendencia bajista se le dice bear (oso). Durante las grandes crisis se prohíben las operaciones cortas para que no se acentué la caída de las bolsas.

Los precios de las acciones se mueven con base a las expectativas de lo que pueda pasar en el futuro porque cuando se compra una acción, se compran los flujos futuros que genere la empresa emisora de la acción. Eso determina que el mercado escoja al oso o al toro. Se entiende que cuando son positivas las expectativas, se crea una mayor demanda que sube el precio, se compra en el presente para vender en el futuro, a esas operaciones se les dice “largas”. En las operaciones “cortas” se vende primero porque las expectativas son a la baja (oso) y se espera que el precio caiga para comprarlas en el futuro. El negocio especulativo en la bolsa no es ciencia de cohetes, es simplemente comprar barato para vender a un mayor valor, sin importar el orden cronológico en el que se realicen las operaciones de compra o de venta.

Un ejemplo de una operación corta fue la que hizo la ciudad de Bogotá que vendió sus acciones en la empresa Transportadora de Gas Internacional (TGI) en el año 2011 en USD$400 millones y las compró en el año 2014 por USD$880 millones. Bogotá perdió USD$480 millones. Si eso hubiera pasado en un fondo de inversión privado, al que tomó esa decisión lo hubieran puesto a pagar los USD$480 millones y luego lo hubieran echado por incompetente e inepto.

Otro ejemplo de operaciones cortas son las que hizo el fondo de inversión Melvin Capital sobre acciones de la empresa Game Stop (GEM). El administrador del portafolio tenía una expectativa en la que los precios iban a bajar porque en la “nueva realidad” las personas no van a salir a alquilar video juegos, sino que lo hará de manera virtual, por lo tanto, había vendido posiblemente a niveles de USD$17,50 esperando que el precio bajara a USD$10, por ejemplo, y poder comprar para cerrar la posición corta teniendo una utilidad.

Sin embargo, otro gran número de inversionistas tuvo expectativas diferentes y consideró que después de tanto encierro “lo virtual” va a perder importancia y “lo real”, salir a la calle, volver a lo tradicional va a ser la tendencia lógica. La enorme demanda creada por los que abrieron operaciones largas hizo que el precio por acción de Game Stop (GEM) pasara de USD$17,50 el 4 de enero del 2021 a un valor de USD$325 por acción el 29 de enero del 2021. La rentabilidad efectiva anual para un inversionista que compró el pasado 4 de enero del 2021 a USD$17,50 y cerró su posición larga el 29 de enero del 2021 a USD$325, fue de 1,868E+20%, mientras que las pérdidas para Melvin Capital pudieron ser del mismo nivel, por lo que se especuló que el fondo se había quebrado, rumor que fue desmentido por el mismo administrador del fondo.

La compra y venta de acciones se hace a través de las firmas miembro de la bolsa de valores en la que está inscrita la acción. Las aplicaciones que existen para poder comprar y vender acciones sin pagar comisiones como Robinhood o eToro son simples enrutadores de ordenes que son ejecutadas por una firma miembro de la bolsa que, para el caso de la acción de Game Stop (GME), es la Bolsa de Nueva York. No importa que los administradores de esas aplicaciones prohíban hacer compras de determinadas acciones, los inversionistas lo pueden hacer directamente a través de un corredor de bolsa.

El revuelo creado por esta situación ha sido porque la expectativa que tenían los administradores de los grandes fondos de inversión era a la baja y la tendencia mostrada era “oso” por lo que han calificado de “absurda” el alza mostrada en los precios de acciones como Game Stop (GME) o AMC Entertainment Holdings, Inc. (AMC). Desde la llegada de Joe Biden el índice Dow Jones pasó de 31.188,38 ptos. el 20 de enero del 2021 a 29.981,46 ptos. el 29 de enero del 2021 que ha significado una caída del -78,85% e.a. con el agravante que el volumen de transacciones registrado el viernes 29 de enero del 2021 ha sido el más alto en los últimos años lo que confirmaría una acentuada tendencia “oso” en los próximos días.

La caída en los precios de las acciones que forman el índice de la canasta del Dow Jones es la lógica consecuencia de las medidas tomadas por Biden en los últimos 9 días que han generado expectativas negativas pues está replicando muchas de las medidas adoptadas por el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, que llevaron a la debacle la economía del otrora próspero Estado.

Joe Biden ha firmado 40 ordenes ejecutivas en 9 días, un récord en la historia de los Estados Unidos. Le ganó a su gran amigo Juan Manuel Santos que en un fin de semana de mayo del 2017 firmó 20 Decretos para “lo de la paz”. Susan Rice le pasa a Biden tantas Ordenes Ejecutivas para que las firme, que no le da tiempo de llegar a la Oficina Oval para firmarlas y lo hace en pasillos o en cualquier sitio que encuentra para poder hacerlo. Biden pareciera firmar Ordenes Ejecutivas con la premura del que se va y no del que llega.

Tristemente los que creían que con Biden a Colombia le iba a ir divinamente, estaban equivocados. Si cae la economía de nuestro principal socio comercial, la economía colombiana puede verse afectada de manera negativa. Ojalá me equivoque.

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