Por: Fernando Torres Mejía
Las empresas, los sistemas y en general las cosas que tenemos y necesitamos, son susceptibles de mejorar, algunas definitivamente por más que lo intentemos, no se pueden ni siquiera sostener y tenemos que cambiarlas o reemplazarlas, pero otras las sometemos a un mejoramiento continuo, porque funcionan bien, pero somos conscientes que requieren que continuamente las estemos mejorando mediante análisis y estudios que nos permitan descubrir cómo hacerlas más efectivas y eficientes.
Los jóvenes no saben que nuestro sistema de salud antes de los años 90, ese si era uno de los peores del mundo, para ese entonces contábamos con el Instituto de Seguros Sociales (ISS) creado en 1946, antiguamente Instituto Colombiano de Seguros Sociales (ICSS), y finalmente se conoció como Seguro Social, encargada de la seguridad social. Dependían cuatro negocios, la Entidad Promotora de Salud (EPS), la red de Clínicas y Centros de Atención Ambulatoria (CAA), las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS), pensiones y la Administradora de Riesgos Profesionales (ARP), que se encargaba de todo lo relacionado con la salud y la pensión de los colombianos.
En 1990 inicio el proceso de desaparición y liquidación de la entidad, con el fin de garantizar el aseguramiento en salud de toda la población a través de la ley 50 de 1990, contando hoy con un cubrimiento cercano al 98%. En 2012 el Instituto de Seguro Social dejó de existir, siendo sustituido por Colpensiones en la administración de las pensiones y por Nueva EPS para la prestación de los servicios de salud.
Este fue un claro ejemplo donde los sistemas no pueden desaparecer, por el contrario, hay que construir sobre lo construido, buscando su mejoramiento continuo, pero sin acabar con lo que viene funcionando, es por eso que hoy nuestro sistema de Salud, es reconocido como uno de los mejores del mundo, que curiosamente no es así para el actual gobierno, aunque todos sabemos que los ministros son fichas decorativas o muñecos de un ventrílocuo, donde se hace lo que él diga y punto, en otras palabras estamos frente a un gobierno dictatorial muy bien camuflado.
Ahora bien, pareciera que algunos colombianos no les importara la eliminación de las EPS, porque creen que vamos medio bien y no se alcanzan a imaginar lo que es retroceder y volver al ISS, un mal prestador de servicios, que se convirtió en el fortín de los políticos que se encargaron de marchitarla y acabarla, se apoderaron hasta del último centavo de esa institución, convirtiéndola en un “antro” donde los pacientes tenían que hacer colas desde las 3 de la mañana para lograr que fueran atendidos, donde se repartían no más de 30 fichas para lograr una cita con un especialista, donde la gente se moría en las camillas que dejaban en los corredores, los pacientes los bañaban en sitios desaseados sobre mesas de cementos mugrosas y las camas estaban carcomidas por el óxido, entonces, ¿queremos volver a esa olla de corrupción?
Otro de los problemas graves de la reforma, es que por ahí derecho las Medicinas Prepagas van a desaparecer porque las EPS las subsidian en muchos de sus servicios, como las UCIS, medicamentos, etc., con lo cual les tocaría asumir el 100% de los gastos. Solo por mencionar un ejemplo, una operación de corazón abierto puede llegar a costar $80 millones, la cual es asumida por las EPS, con la reforma serían los usuarios quienes tendrían que asumir parcialmente. Acabar con las Prepagadas afectará el empleo de muchas personas que se estima en unas 20.000 que perderían su empleo y no estoy hablando de los usuarios, sino de los médicos, personal en los hospitales, clínicas y en las dependencias administrativas, los asesores a nivel nacional, que en solo Coomeva (Christus Sinergia) son más 800, sin contar los de Sanitas, Sura, Colmedica, etc., todo por cuenta de la prepotencia de Petro que está haciendo lo que se le da la gana.
Algunos puntos de la reforma que debemos conocer y tener en cuenta
• Hoy contamos con dos regímenes, el contributivo y el subsidiado, bajo la reforma todos quedaremos en un solo régimen.
• Actualmente, los recursos financieros, aproximadamente $6.6 billones de pesos, son controlados por el ADRES y esta se encarga de girar los recursos a las EPS, ahora serán administrados por los fondos regionales de salud, cuyos gerentes serán nombrados por los políticos de turnos.
• Las tarifas de salud están reguladas por el mercado a través de la oferta y demanda, de acuerdo a las zonas del país, con la reforma serán reguladas por el estado con un tarifario único que debe ser construido por ministerio y que hoy no existe.
• La gestión del riesgo en salud y todas las actividades de promoción y prevención que hoy están a cargo de las EPS, serán responsabilidad de las alcaldías y gobernaciones a través de instituciones que se crearían y que tendrían que apoyarse en sistemas de información de inteligencia artificial que hoy no existe.
• Con la reforma, la división de servicios médicos, que hoy está a cargo de las IPS, pasara a las CAPS, que serán centros de atención que se crearan en distintas zonas por cada 20.000 habitantes.
Me podría quedar comentando toda la reforma y sus consecuencias, pero sería un documento muy extenso, solo pensemos que hoy en día cuando solicitamos una cita, la EPS además de asignarla, nos autorizan las órdenes de servicios especializados, los exámenes, se encargan de pagar a las IPS que prestan los servicios y ahora ¿quiénes manejaran los recursos, los políticos de turno?, eso le sucedió al ISS donde se centralizaban todos los servicios en una sola EPS gigante y por eso desapareció, por eso debemos continuar construyendo sobre lo construido buscando renovar, el sistema actual de Salud y su mejoramiento continuo.