Por: Gustavo Rugeles – El Expediente Fecha: 3 de marzo de 2025
El pasado 24 de diciembre de 2024, mientras los colombianos se preparaban para las festividades navideñas, Ecopetrol, la joya de la corona del sector energético nacional, hizo un movimiento que ha pasado de ser una decisión empresarial a un escándalo en potencia próximo a llegar a un debate en el Congreso de la República La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) avaló la cesión del 100% del bloque de exploración VMM32, en el Magdalena Medio, a Cpven E&P Corp, una empresa venezolana con sucursal en Colombia que, según una investigación de La Silla Vacía, no tiene liquidez, arrastra una deuda de 19 mil millones de pesos con Ecopetrol y está vinculada a empresarios señalados en casos de corrupción con Pdvsa.
Ecopetrol, tras invertir 13 millones de dólares en el bloque durante 15 años, justificó la entrega afirmando que el área no es «económicamente viable». Sin embargo, nueva información obtenida por El Expediente apunta a que este «regalo de Navidad» podría ser una maniobra para beneficiar a un selecto grupo de empresarios y políticos, con el senador Miguel Uribe, del Centro Democrático, como un presunto aliado clave para evitar que el escándalo escale y llegue al Congreso.
El trasfondo del «regalo» Según La Silla Vacía, el bloque VMM32 ha sido objeto de exploraciones desde hace más de una década, incluyendo la perforación de dos pozos: Búfalo 1, que en 2018 mostró reservas pero fue declarado no comercial en 2019, y Machín 1, catalogado como «seco» en 2024. A pesar de esto, Cpven sostiene en sus propios informes que hay indicios de «mayor prospectividad» en otras zonas del bloque, una visión opuesta a la de Ecopetrol.
La empresa beneficiada, propiedad en su mayoría de Eduardo José Pantin Shortt —un empresario venezolano ligado a supuestos fraudes millonarios con Pdvsa y Petrosaudi—, no tiene experiencia operativa en campos petroleros ni recursos financieros comprobables para explotar el bloque. Entonces, ¿por qué ceder un activo en el que el Estado invirtió tanto?
La respuesta podría estar en lo que viene después. Fuentes confidenciales de alta credibilidad revelan que los verdaderos compradores del bloque serían Serafino Iacono y Ronald Pantin —este último primo de Eduardo Pantin—, ambos implicados en el escándalo de Pacific Rubiales, una de las mayores quiebras petroleras en la historia reciente de Colombia.Según estas fuentes, un experto que trabajó en exploraciones de Pacific Rubiales evaluó el VMM32 y está «completamente seguro» de que alberga reservas significativas, con proyecciones de cinco dólares de ganancia por cada dólar invertido.
Los nuevos dueños planean perforar en marzo de 2025, financiados por Iacono y Pantin, lo que sugiere que Ecopetrol pudo haber subestimado —o ignorado— el valor del activo. Una red de beneficiarios y el rol de Miguel Uribe La trama se complica con los nombres que emergen detrás de escena. La fuente señala que el negocio habría generado ganancias millonarias para Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, y Santiago Vargas, un empresario cercano al petrismo cuyos nexos con Roa han sido documentados por medios de comunicación.
Se estima que entre ambos se habrían repartido 12 millones de dólares, con otra suma destinada al presidente de la ANH, quien avaló la cesión. Pero lo más alarmante es la presunta participación de Miguel Uribe, senador y excandidato presidencial del Centro Democrático, quien estaría colaborando con los empresarios venezolanos para frenar cualquier debate en el Congreso. Según los mensajes recibidos, Uribe se habría reunido con Roberto Pocaterra —un venezolano vinculado al suministro de alimentos para el régimen chavista y amigo de un colaborador de Eduardo Pantin— en el hotel Sofitel de Bogotá y en Cartagena junto a Santiago Vargas.
La fuente asegura que los Pantin y sus socios buscan el respaldo del Centro Democrático, a través de Uribe, para «detener las presiones» y evitar que el escándalo escale. A cambio, se habrían ofrecido pagos, aunque no se precisan montos ni pruebas directas de estas transacciones.
Mientras tanto, la ANH emitió un comunicado defendiendo la operación y desestimando las críticas, lo que refuerza la percepción de una maniobra coordinada para blindar el negocio.
Preguntas sin respuesta
Preguntas sobre la cesión del bloque VMM32:
¿Por qué se cede el 100% de los derechos de un campo con altas probabilidades de contener petróleo, especialmente tras los indicios positivos en Búfalo 1?
¿Por qué se entrega el bloque a Cpven E&P, que adeuda más de 20 mil millones de pesos a Ecopetrol?
¿Cómo se justifica cederlo a una empresa sin experiencia en operaciones petroleras ni historial de gestión de campos?
¿Por qué se favorece a Cpven E&P, una compañía financieramente quebrada y sin liquidez?
¿Qué explica que Ecopetrol abandone un activo en el que invirtió más de 25 millones de dólares?
¿Por qué se beneficia a una empresa cuyo accionista mayoritario, Eduardo José Pantin Shortt, está relacionado con el fraude de Petrosaudi en Venezuela?
¿Cómo se permitió que el bloque termine en manos de Serafino Iacono y Ronald Pantin, ambos vinculados al colapso fraudulento de Pacific Rubiales?
Preguntas para Miguel Uribe:
¿Qué relación tiene usted con Roberto Pocaterra y los empresarios venezolanos beneficiados por la cesión del VMM32?.
¿Confirma o desmiente las reuniones en el Sofitel de Bogotá y en Cartagena con Pocaterra y Santiago Vargas?
¿Cuál fue el propósito de esos encuentros?
¿Ha recibido pagos o favores de Eduardo Pantin, Ronald Pantin o sus socios para influir en la agenda del Congreso y evitar un debate sobre este caso? .
¿Por qué el Centro Democrático, bajo su liderazgo, no ha impulsado una investigación sobre una operación que podría haberle costado a los accionistas de Ecopetrol más de 30 millones de dólares?
¿Qué acciones tomará para garantizar que este presunto acto de corrupción sea investigado, o está comprometido en proteger a los involucrados?
Un robo a plena luz del día
Si las proyecciones de la fuente son ciertas, el bloque VMM32 podría generar ganancias multimillonarias para sus nuevos dueños, mientras los colombianos, a través de Ecopetrol, pierden una inversión de décadas.
La aparente complicidad de figuras políticas como Miguel Uribe y la falta de transparencia de la ANH y Ecopetrol alimentan la sospecha de un esquema deliberado para beneficiar a privados a costa del patrimonio público. Mientras los implicados celebran en restaurantes como Osk, los accionistas y ciudadanos siguen esperando respuestas.
El Expediente hace un llamado a las autoridades, al Congreso y a la opinión pública para que este caso no quede en el olvido. La cesión del VMM32 no puede ser solo un «regalo de Navidad»; debe ser el inicio de una investigación exhaustiva que revele si Colombia está siendo burlada por una red de intereses que trasciende fronteras y partidos políticos.