Por: Andrés Villota
El Banco Central colombiano (Banco de la República), firmó un acuerdo con Ripple (XRP). En uno de sus informes más recientes, el Banco de la República, dice que está colaborando con Ripple para explorar el uso del sistema Blockchain con el que se pretende optimizar su sistema de pagos.
Se anuncia que el Banco de la República, en colaboración con el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC), planea probar la plataforma Central Bank Digital Currency (CBDC) de Ripple para mejorar su sistema de pagos de alto valor.
Ripple es un proveedor de servicios, usado para unir monedas y facilitar transacciones de comercio internacional a través de una versión privada de XRP Ledger, un libro de contabilidad público y de código abierto que los bancos centrales pueden utilizar para la emisión y gestión de monedas digitales.
Ese anuncio ha sido interpretado por algunos analistas como el ingreso de facto de Colombia a los BRICS y a su nuevo sistema de pagos y compensación que reemplaza al obsoleto Sistema SWIFT (Society for Worldwide Interbank FinancialTelecommunication). Es el regreso al uso de las monedas nacionales para pagos, compensación y el abandono del dólar americano como moneda de referencia.
Colombia regresaría al tipo de cambio directo con todas las monedas de las naciones con las que tenga intercambio comercial. El mundo vuelve al sistema que existía antes de Breton Woods y de la creación de la Reserva Federal y del resto de Bancos Centrales. Parece que los cien años de existencia del Banco de la República van a ser los primeros y los últimos.
Este cambio estructural, incluye, el regreso de Colombia al Patrón Oro para tener una moneda competitiva y estándar con las monedas de nuestros socios comerciales. Exige, también, el final del Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF) más conocido como el cuatro por mil, que va acompañado del desmonte de muchas entidades estatales y de la eliminación de un gran número de cargos burocráticos inútiles, aunque suene a redundancia.
Es el primer paso para, dentro de poco tiempo, sacar de circulación el dinero en efectivo. El ex Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo y el Director de la DIAN, Luis Carlos Reyes Hernández, ya habían anunciado la llegada del Peso Colombiano Digital. Aunque no es nada nuevo porque el dinero digital lo han usado desde el siglo pasado todos los colombianos.
Todos, menos los hampones, los mafiosos, los terroristas, los políticos corruptos, los periodistas inescrupulosos y el resto de delincuentes de todos los pelambres que abundan en el territorio colombiano y no dejan rastro de sus múltiples fechorías con el uso del dinero en efectivo.
Algunos de esos felones ya lo saben, ya se lo contaron y ya están tomando las medidas necesarias. La mala experiencia con el uso de las criptomonedas, que les habían asegurado que eran anónimas y antirrobo, por caer en las garras de Samuel Benjamin Bankman-Fried, lo perdieron todo y los pillaron porque no eran tan anónimas como les había asegurado la impulsadora que se las vendió.
Los terroristas de las FARC y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ya se enteraron. Saben que los pagos que les van a hacer, por los niños que se roban y los venden en los mercados mundiales de niños, los alijos de cocaína y las toneladas de oro, los compradores que aún no han sido capturados, se los van a empezar a pagar en dólares americanos digitales dejando la plena trazabilidad sobre sus transacciones.
Eso los ha llevado a desocupar sus caletas llenas de dólares americanos y de pesos colombianos en efectivo y se han dedicado a comprar todos los bienes raíces posibles para no tener que explicar el origen de esas maletas llenas de dinero en efectivo. Adelantándose a esa realidad, también, le han pedido al régimen petrista que los ingresos por su actividad criminal sean reemplazados con los impuestos que pagan todos los colombianos que trabajan y producen.
El régimen, la casta política, los PEPOBUCOS, han dejado muy en claro que no van a aceptar que se acabe el dinero en efectivo. Los grandes beneficiarios del sistema son muy fáciles de identificar en la coyuntura actual porque, de manera inocente, creen que si defienden a Gustavo Petro, se va a perpetuar el pago de sus fechorías con dinero en efectivo.
Es evidente que, los políticos, los analistas de pipiripao, los periodistas que ya no se van a poder “cuadrar” con los contratos freelance pagados con dinero en efectivo para fabricar noticias falsas y el resto que ataca a los que revelan la verdad sobre la actividad criminal del régimen de Gustavo Petro, son los grandes damnificados por la llegada del Peso Colombiano digital.
Hasta lo saben los políticos tradicionales de las regiones, que van a ver afectada de manera grave la forma que habían institucionalizado para saquear el erario público mediante el uso del dinero en efectivo.
Los que no lo saben aún, son los únicos que siguen repitiendo las letanías del cambio para venderse como una opción, de cara a las próximas elecciones que se van a realizar en octubre del 2023. Les tocó buscar oficio y ponerse a trabajar porque ya les va a quedar imposible seguir robando a los contribuyentes sin dejar rastro.
En la China Popular, solo el 5% del total de la masa monetaria está representada en billetes en efectivo, el 95% restante es digital. Esa es una realidad en muchos países en el mundo que no reciben dinero en efectivo, por eso, muchos dudan que la plata en efectivo de Laura Sarabia, por la que montaron un caso de secuestro, espionaje, violación de derechos humanos y de falsos positivos, fuera para encontrar, solamente, $7.000 dólares americanos de unos viáticos para gastar en países en los que ya no reciben dinero en efectivo.
La resistencia al cambio, mostrada por esa clase dominante enquistada en el poder desde el Siglo XIX que se niega a perder sus privilegios, de la que hace parte Gustavo Petro y todos sus secuaces, solo puede sucumbir con la llegada del Peso Colombiano digital.