El “mejor acuerdo posible que nunca fue”

Por: Diana Perafán

En lo que llevamos de este año, esta ha sido una de las semanas más convulsiva por el cúmulo de noticias acaecidas en diferentes tendencias de orden positiva y negativas a la vez, y donde se impuso el nombre de Colombia en titulares de medios internacionales.

Estuvimos pendientes de grandes eventos y en especial llenos de patriotismo que despierta el interés en la participación de los muchachos de la selección en la copa américa en Brasil y, en contraste, con la detención de más de 20 ex militares colombianos contratados para seguridad privada en Haití y qué después fueron detenidos presuntamente por el homicidio del presidente haitiano Jovenel Moise, hecho que aún no ha sido aclarado sobre la responsabilidad de nuestros compatriotas en este deplorable hecho.

Tuvimos la presentación del informe de la CIDH, sobre las protestas en Colombia, informe que era predecible después de conocer a los actores involucrados en su presentación y de quienes vinieron a Colombia el mes pasado a solidarizarse con las acciones violentas y de terrorismo de vándalos que pretenden imponer su agenda de anarquía a un pueblo que necesita es construcción y desarrollo, no destrucción y caos que es lo que nos ha traído el paro promovido por algunos “líderes” como Petro, Bólivar y la dirigencia de FECODE.

Los señores de la CIDH en las reuniones que realizaron en Colombia, siempre dijeron que sólo tratarían temas relacionados con las protestas desarrolladas en los últimos 40 días, pero no entendimos porqué razón, se meten con temas relacionados con el proceso de paz, o “proceso que nunca fue”, y recalcamos en este artículo la recomendación número 27 donde solicitan la adecuación del marco normativo interno, para asegurar que el ministerio público no procese ni sancione con destitución o inhabilidad a funcionarios de elección popular, esto sin dudas es una injerencia que desborda el ideario y labor de este órgano de la OEA y del sistema interamericano, sin mirar que nunca hicieron una valoración seria sobre las acciones criminales realizadas por los manifestantes encapuchados y la autodenominada primera línea.

Pero todas estas noticias nos hicieron pasar por alto un hecho verdaderamente lamentable que seguramente la CIDH, nunca tendrá entre sus prioridades.

Fue el fallecimiento de la Líder huilense Derly Pastrana, quien muere en un centro hospitalario después de sufrir un atentado presuntamente perpetrado por guerrilleros de las FARC a quienes ella, habría denunciado en muchas oportunidades en estrados judiciales por desplazamiento forzado y violencia sexual.
Su lucha desde la mesa departamental de víctimas del Huila fue apoyada por muchas personas como Herbin Hoyos Medina lamentablemente fallecido y otras ONGs que se habían sumado a su labor, era una mujer aguerrida y valiente que enfrentó a sus victimarios de manera directa, pero ellos jamás le dieron la cara, prefirieron asesinarla para que ella no los avergonzara más y no mostrara los rostros ni mencionara nombres de los verdugos que eran blanco de sus aseveraciones.

Derly Pastrana contaba con un esquema de seguridad proporcionado por la UNP, pero es necesario examinar cómo, o en qué circunstancias se produjo un ataque o atentado contra una mujer que estaba tan amenazada por las FARC.

¿Qué falló en la protección a Derly Pastrana?, es necesario que el gobierno y en especial la Unidad Nacional de Protección (UNP) nos dé una explicación al respecto, ya que mientras a los líderes se les da una protección paupérrima, a los victimarios se les concede esquemas robustos de protección, que incluso copan el 80 % del presupuesto de esta entidad creada para la protección a víctimas y personas amenazadas.

El acuerdo de paz de la Habana, que tanto pregonan sus defensores, ha traído mas victimas que la propia “guerra”, hoy tenemos a una guerrilla fortalecida en lo militar y lo político, con muchos de sus miembros legislando en el congreso, y lo más difícil, a las victimas desprotegidas de ataques como estos.

No es fácil para las personas que vivimos en estas regiones apartadas del centro del país en pro de desarrollar nuestras labores en favor de las víctimas y enfrentar liderazgos a costa de nuestra propia vida, salimos en la mañana a veredas y poblados lejos de las capitales de departamentos en chiva, en moto o a pie, a veces sin comer porque no tenemos recursos ni para la manutención individual que requiere un ser humano para subsistir, pero los que somos creyentes sólo nos encomendamos a Díos en la oración agradeciendo poder volver a casa por la tarde o noche con vida.

Muchísimas personas que manejamos liderazgos en favor de comunidades o determinado grupo poblacional, no contamos con un esquema de protección, en esa medida nos toca enfrentar a poderosos enemigos y, a grupos armados, con vehemencia y determinación, así sea exponiendo nuestra propia vida, eso sí, haciéndoles el quite para poder alargar nuestra existencia, esta semana a Derly Pastrana le culminaron su existencia, sus verdugos algunos en el congreso y otros en la clandestinidad, seguirán sus vidas muy campantes con presupuesto de la nación que incluso nosotros como victimas pagamos, ellos no repararon ni pagaron por sus crímenes, pero eso sí, a nosotros nos siguen matando.

Eso es lo que ha logrado “el mejor acuerdo posible” entre Santos y las FARC. Acuerdo que vendieron al mundo como la panacea para ponerle fin a la confrontación armada en nuestro país, pero aun no entiendo, cómo nos tragamos el cuento de la paz de Santos y las FARC, si este era un pacto que no contó con el consenso pleno de las mayorías en Colombia y que el grupo terroristas FARC, tampoco reunía a todos los grupos armados en disputa en nuestro país, más cuando sabemos que en nuestro territorio hay cuatro (4) grades grupos o estructuras armadas con poder territorial sin contar con las dos (FARC) que nacieron fruto del “mejor acuerdo posible” (las disidencias de Gentil Duarte y la nueva marquetalia), con amplio dominio en el sur occidente del país.

Ojalá que, en un futuro no lejano, se realice un verdadero acuerdo de paz, que sea alejado de los EGOs de nuestros dirigentes políticos en el gobierno y de las pretensiones arrogantes de los miembros de los grupos armados ilegales, de verdad Colombia y todos sus ciudadanos merecemos un país en paz y libre de esta violencia desenfrenada y sin causa en pro del desarrollo de país y de la humanidad.

Se necesita de un verdadero proceso de paz y pacificación de Colombia, un plan Marshall como el convenido por los aliados en Europa después de la segunda guerra mundial, tenemos que reconstruir nuestro país, y esto se producirá cuando se realice un verdadero consenso entre los dirigentes y el ciudadano del común que en ultimas es, o somos, las víctimas de la confrontación que perpetúan victimarios de toda índole.

Derly Pastrana, en tu conmemoración prometemos no callar nuestra voz y seguir visibilizando los crímenes cometidos por quienes apagaron tu vida y, a todos aquellos que pretenden imponer el terror cercenando nuestra labor en la exigencia de derecho de miles de colombianos que pedimos verdadera justicia, reparación y oportunidades de verdad, tu no tuviste justicia ni reparación, pero esta lucha debe continuar.

Diana Perafan Hurtado
Líder social departamento del Cauca.

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