Para la opinión pública aún no es muy clara la relación directa que existe entre el Clan Torres y la empresa encargada de las elecciones en Colombia, INDRA. Tampoco cómo ese denominado Clan Torres se conecta con Nicolás Maduro y Venezuela, país en el que armaron empresas gracias a su relación de amistad y negocios con Armando Benedetti, embajador en Caracas durante nueve meses. También lograron poner a Laura Sarabia en la Secretaría Privada de la Presidencia y tienen cuota directa en las superintendencias de Transporte, Salud, Industria y Comercio, todos sectores en los que tienen negocios e intereses en juego.
Ésas conexiones son importantes para entender, no sólo el PetroGate, la llegada de Gustavo Petro al poder, sino también para explicar cuál es el verdadero poder del Clan Torres en el gobierno Petro, por qué Benedetti terminó como embajador en Venezuela y Laura Sarabia como secretaria privada del presidente de la República.
Ver: Maduro financió la campaña de Petro a través del Clan Torres. Benedetti ya se lo contó a la DEA
El Clan Torres viene aprovechando la mezcla entre política y negocios de la mano de Armando Benedetti desde hace varios años. No aparecieron en las pasadas elecciones de la nada. La sociedad con Benedetti viene de años atrás.
En el año 2017 El Expediente publicó varias entregas periodísticas que los relacionan con Armando Benedetti y el negocio de los exámenes psicotécnicos que se deben prácticas en Simetric (empresa de Euclides Torres) todas las personas que trabajen en seguridad pagando un costo cercado a los $200 mil pesos por examen. Es la única empresa que presta ese servicio obligatorio.
Euclides Torres también está vinculado a la investigación que estuvo en la Corte Suprema contra Armando Benedetti y hoy está en manos de la Fiscalía General de la Nación. En las entrevistas que realizó la magistrada Cristina Lombana a distintos testigos aparece su nombre asociado a varios te los temas de corrupción e enriquecimiento ilícito, delitos por los que investigan al excongresista y ex embajador en Venezuela, Armando Benedetti.
Desde entonces la influencia y poder del Clan Torres viene creciendo de manera vertiginosa, al punto de convertirse en los apoyos claves y determinantes para el triunfo de Petro en la costa, que en buena medida le dio el porcentaje que necesitaba para hacerse con la presidencia de la República.
Los Torres habrían hecho aportes no registrados en las cuentas oficiales de la campaña. Específicamente los $15 mil millones a los que se refiere Benedetti cuando le dice a Laura Sarabia que si cuenta quien financió la campaña se ‘caen las torres gemelas’… esa mención sin duda hace referencia al Clan Torres y a los dineros que habrían canalizado desde Venezuela para la campaña de Gustavo Petro.
Los Torres también asumieron el costo del apoteósico evento que Benedetti le organizó a petro en Barranquilla.
Una vez Petro llegó al poder Benedetti se acomodó en la embajada de Venezuela y allí estuvo siempre acompañado por su amigo el empresario Euclides Torres, jefe del Clan Torres.
Durante ese periodo los Torres comenzaron dos proyectos empresariales en Venezuela aprovechando los lazos que el embajador alcanzó a tejer con el gobierno de Nicolás Maduro.
La habilidad de los empresarios colombianos Torres se equipara, guardando las proporciones, a la de él también Barranquillero Alex Saab cuando logró penetrar el corazón del chavismo y convertirse en el hombre de los negocios y acuerdos internacionales de Nicolás Maduro. Hoy por hoy son la clave de los dineros que llegaron desde Venezuela para la campaña del hoy presidente.
Esos mismos políticos – empresarios, los Torres, tenían un poder directo sobre la secretaria privada del palacio Nariño, Laura Sarabia, quien comenzó a trabajar con Benedetti gracias a la recomendación de Efrain Torres. También es importante anotar que su esposo Andrés Parra Valverde trabajó en la UTL del representante Pedro Florez, también integrante del Clan Torres.
Los intereses económicos y políticos de ese grupo empresarial frente al Estado y el gobierno nacional son muchos. Laura Sarabia era sin duda no sólo cuota de Benedetti sino de los empresarios Torres en la presidencia de la República.
En concreto los Torres son beneficiarios de la concesión que se conoce como centro de reconocimiento de conductores y que tiene a cargo buena parte de los trámites obligatorios para todos los conductores en el país. Expedición de pases y renovación de licencias de tránsito. También tienen concesiones de alumbrado público en la Costa Atlántica y en Santander y están detrás del negocio de las firmas digitales y la renovación obligatoria de la cédula digital en Colombia.
Gracias a una ley de la República que tramitó el propio Benedetti los Torres también son beneficiarios a través de su empresa SIMETRIC de los exámenes psicotécnicos que anualmente se deben realizar todos los vigilantes y personas que trabajan en el sector de seguridad en el país, un billonario negocio sostenido y apalancado a través de una ley de la República.
En el año 2019 la superintendencia de Industria y comercio le abrió investigación a SIMETRIC y otras nueve empresas por una presunta cartelización de los Centros de Reconocimiento de Conductores y de requisitos en el país en esa investigación también aparece la empresa Indra Colombia S.A. justamente los mismos que estuvieron a cargo de la manipulación del software que contabilizó los votos de las elecciones a la presidencia en Colombia . La relación de simétrica Indra en Colombia trasciende a otros frentes empresariales.
Todos estos puntos muestran una conexión entre el Clan Torres, Armando Benedetti, la financiación de la campaña, Venezuela, la empresa Indra, Laura Sarabia y sus actuaciones en la presidencia hoy en investigación por todos los presuntos favorecimoentos a ese grupo económico y el escándalo que tiene contra las cuerdas al presidente de la República.