Por: Roberto Trobajo
El cinismo de esos “líderes” de la “Izquierda” colombiana es indignante; propician que Colombia se inunde de coca, dizque porque no se dan opciones a indígenas y campesinos cocaleros, reiterando la mentira de que el gobierno no ofrece alternativas a la sustitución de cultivos ilícitos.
Así engañan a quienes cultivan coca, cada vez más, pues no les dicen que el Ministerio de la Agricultura apoya a Gobernaciones en el impulso a la siembra y producción de Sacha Inchi, también conocida como el Maní de los Incas –planta milenaria tradicionalmente cultivada en la Amazonia peruana, ecuatoriana y colombiana- nuez que ya cultivan más de 3000 campesinos en Antioquia, Chocó, Guaviare y Cundinamarca.
Y jamás decirles a los cultivadores de coca que mientras ésta sólo se puede cosechar cada 3 meses, la Sacha es cosechable mensualmente; que 1 hectárea de coca al cultivador le reporta ganancias por unos 20 Millones; la de Sacha igual, lo que al año da 140 millones y la coca unos 80; sembrar una hectárea de Sacha cuesta 3 millones (ayudados a financiar por el Banco Agrario) y lo más importante la venta de la producción de Sacha es legal, comprada a precios justos por la empresa Inca Worldwide, que la procesa en una planta que tiene en Turbo, para luego exportar hacia supermercados naturistas en Estados Unidos, Ecuador, Perú, Panamá, Corea, Japón, Dinamarca y Países Bajos.
La Sacha Inchi, el Maní de los Incas, que genera tres productos (almendra, aceite y torta) tiene 17 veces más omega 3 que el salmón, en proteína sustituye a la soya, huevo y lácteos, tiene 9 aminoácidos por lo que puede reemplazar a la carne; ayuda con la presión arterial al fortalecer el corazón, reduce el colesterol, sirve como antioxidante, agiliza las funciones cerebrales ligadas a la memoria y el racionamiento…Mientras que la coca, convertida en cocaína, ¡destruye!
Los “lideres” mamertos saben de la Sacha, de sus virtudes, de su potencial económico, y de todo cuanto el gobierno hace apoyando este emprendimiento productivo, de lo muy bien -mejor- que vivirían los indígenas y campesinos que hoy se dedican a producir la coca que les compran los narcotraficantes de las FARC y el ELN.
Indígenas y campesinos cocaleros son manipulados por esos Narcomamertos, manteniéndoles ignorantes, para asegurar que sigan cultivando coca para abastecer a los terroristas que llevan décadas desangrando a Colombia.
Estos mentirosos mamertos prefieren mantener inundado en coca el país porque así se llenan de plata sucia; en vez de hablar a los indígenas y campesinos cocaleros de la existencia de la Sacha o Maní de los Incas, apoyado por el actual gobierno, porque saben que conllevaría a que los cultivadores de coca dejen de hacerlo para empezar a producir Sacha con la que les iría mejor y se acabaría la destrucción de multitudes en el mundo que están siendo envenenados por la cocaína.
Colombia puede y merece pasar a ser del mayor productor de cocaína del mundo a convertirse en la primera potencia mundial de Sacha Inchi, por encima de China quien ya tiene 700 000 hectáreas sembradas y también su proceso industrial.
Ya va siendo hora de que esas casi trecientos mil hectáreas de coca que hay sean sembradas de Sacha, para el bien de nuestros indígenas y campesinos, y de la humanidad.
Nos toca lograrlo, si queremos podemos, porque esos narcomamertos mentirosos-manipuladores viven interesados que sigamos sufriendo las violencias del narcotráfico, y lo peor: que Colombia siga estigmatizada como la Meca de la Cocaína.
Nuestros indígenas y campesinos tienen que saber la verdad para que vivan todo lo bien que merecen.