Por: Roberto Trobajo
No se trata de un esnobista juego de palabras ni de una jerigonza; el desaprender para aprender a emprender es la clave para sobrevivir y triunfar en la severa crisis golpeándonos por el Covid-19
DESAPRENDER
Es más fácil aprender que desaprender. Tenemos conocimientos muy arraigados, “nuestras verdades absolutas” que chocan con lo nuevo. Sólo desaprendiendo se puede ir más allá de lo que nos han enseñado hasta ahora.
Se necesita ser flexibles, y romper esquemas, tan asumidos que ni siquiera los cuestionamos, las rígidas estructuras mentales se solidifican tanto que suelen llegar a convertirse en infranqueables muros que nos enclaustran o en techos que nos impiden volar.
Si seguimos pensando tal y como aprendimos en antaño nos la pasaríamos actuando de esa manera, tendiendo a cometer los mismos errores por las falencias que arrastramos, haciendo “llover sobre mojado” pues estaremos imposibilitados de pensar distinto en el presente inmersos en un nuevo contexto, aunque se nos parezca a otros, anteriores. Lo que es fatal, porque veríamos a las crisis como insalvables, irremediables, tomándolas hasta por males que nos merecemos; y a sufrir se ha dicho, convertidos en masoquistas con tendencias suicidas…nadie quiere verse así ¿eh?
Entonces, abramos las mentes, esforzándonos en aceptar el ver la vida desde otras perspectivas, alejados de prejuicios y clichés, dispuestos a reinventarnos constantemente, asumiendo que las crisis son oportunidades para crear, innovar, crecer.
Nos toca ¡ya! hacer que Colombia se levante, cual Ave Fénix, pero de la mano de todos los que anhelamos vivir muy bien y en el país que merecemos. Los milagros se hacen, pero con intervención humana.
APRENDER
Se aprende cuando lo nuevo que nos comparten podemos
relacionarlo con experiencias conocidas, viendo cómo encajan las piezas que forman los conocimientos. Lamentablemente, se dificulta ver las conexiones existentes entre lo que nos están enseñando y la vida real.
Aprender supone encaminarnos hacia cambios, y hacía ahí es que debemos ir: al aprendizaje: el saber más para hacer mucho y ser mejores.
Las condiciones en que vivimos y en las que estaremos inmersos dentro de muy poco (contexto económico muy duro) reclaman que -desde ya- empecemos a replantearnos cómo aprender, y sobre otras bases; pragmáticos.
Decir que Colombia necesita de una economía solidaria no es un cliché ni un slogan, es el ideario real sobre el que se debe erigir el país.
La promoción de una filosofía de vida solidaria es la que abrirá caminos hacia la prosperidad económica, a través de un modelo muy social, impulsor del renacer y fortalecimiento del país.
EMPRENDER
Lanzarse a emprender requiere más de motivaciones, que el tener conocimientos, información, y estar muy preparado teóricamente.
Es vital la sabiduría práctica: interrelacionar conocimientos y experiencias con el deseo de transformar en realidades que funcionen, produciéndose resultados, independientemente de los medios que se dispongan.
Importantísimo desarrollar actitudes frente a los riesgos, jamás
para ser temerarios sino para asumir retos, rompiendo rutinas, buscando alternativas para HACER, con ilimitada imaginación y mucho entusiasmo, positivismo que anule el pensar en imposibles; en lugar de desear un país mejor, hay que hacer que sea lo mejor sea posible…desde el presente, desde el ahora.
A pesar de todas las adversidades que se nos vienen por los impactos de estas nefastas circunstancias, sé que siendo solidarios, haremos de esta crisis la oportunidad idónea para ser aún mejores.