Por: Mayor General (RP) William René Salamanca Ramírez
Hace tres años, cuando me desempeñaba como Director de Seguridad Ciudadana de nuestra Policía Nacional, tuve que suspender un almuerzo preparado en honor de mi señora madre y mi esposa para dedicarme a enfrentar un verdadero problema de orden público nacional.
No se trataba de un atentado terrorista o una tragedia natural, sino de la celebración del Día de Madre, el cual, de tiempo atrás, se convirtió en el más violento del año. Los policías no dábamos abasto para atender miles de llamadas relacionadas con episodios de violencia intrafamiliar que dejaron 67 muertos y 170 heridos.
Recuerdo que, tras esa larga y agotadora jornada, decidimos crear un grupo especial de análisis interdisciplinario, integrado por sicólogos, siquiatras, sociólogos y policías expertos en prevención de violencia intrafamiliar, para encontrar soluciones efectivas a tan grave problemática.
En esta fecha tan especial, como contribución a celebrar el mejor y más apacible Día de la Madre, me permito compartir con usted, amable lector, un decálogo de recomendaciones:
- Evite el consumo de licor. Las bebidas embriagantes en exceso son el principal detonante de factores de violencia, ya que afectan el sistema nervioso central y generan trastornos y hasta demencia. El hecho de perder el control se convierte en un elemento determinante para molestar o agredir a terceros. Incluso, hay quienes recurren a su ingesta para llenarse de ‘valor’ y propiciar riñas, hacer reclamos y cobrar cuentas pendientes. Si decide consumir algo de licor hágalo para un brindis, pero de ninguna manera permita que los presentes abusen de este, ya que puede generar problemas intrafamiliares o luego salir a la calle y protagonizar desde accidentes de tránsito hasta confrontaciones. Adicionalmente, promueva la práctica del conductor elegido. Es más, no resulta exagerado que las autoridades locales evalúen la posibilidad de decretar la Ley Seca.
- Efectúe preferiblemente reuniones cortas. Lo más aconsejable es compartir un buen almuerzo, seguido de una breve conversación, y que los invitados regresen a sus hogares. Recuerde que si permite la prolongación del encuentro este puede terminar en fiesta, casi siempre acompañada de licor.
- No invite familiares problemáticos. Revise con cuidado la lista de invitados a participar de la celebración del Día de la Madre, impidiendo que confluyan personas que protagonizan rencillas irreconciliables o viejas enemistades.
- No permita la presencia de armas. Por ningún motivo acceda a que personas armadas hagan parte de la celebración. Si algún invitado porta un elemento de estos convénzalo de dejarlo en un sitio seguro mientras termina el festejo.
- No haga chistes o comentarios de mal gusto. Otro de los detonantes de problemas interpersonales lo constituyen el sarcasmo, las bromas pesadas y la grosería. Hay que propender por el buen trato y el respeto.
- Invite amigos que influyan respeto. Hay personas que, con su sola presencia, generan aprecio y admiración. Cerciórese de contar en la reunión con uno o más familiares o amigos que tengan estas características. Se convertirán en un factor disuasivo de problemas.
- Elija un buen mediador familiar. Recomendable que entre los asistentes esté presente un familiar con la capacidad de imponer autoridad y frenar, mediante la medicación y el liderazgo, cualquier tipo de discusión acalorada, mal entendido o agresión verbal o física.
- Evite abordar temas polémicos. Es de vital importancia intentar no hablar de temas que despiertan pasiones y discusiones poco argumentativas. Debatir sobre gustos, creencias o ideologías generalmente termina en enfrentamientos verbales y hasta físicos.
- Promueva los lazos familiares. Nada mejor que aprovechar esta reunión para destacar los valores de todos los presentes, haciendo énfasis en la importancia de cada integrante de la familia en la consolidación de la misma.
- Llame a tiempo a la Policía. Si se da cuenta que un comportamiento contrario a la convivencia pacífica amenaza con transformarse en violencia no dude en llamar, sin pérdida de tiempo, a la línea de emergencia 123, para que el policía más cercano haga presencia.
A nuestros policías la invitación es a proceder con el profesionalismo que los caracteriza, en especial en materia de mediación, para impedir que problemas menores escalen a delitos de la mayor gravedad, como el homicidio y las lesiones personales.
No olvidemos que esta es una fecha para reconocer el papel preponderante de la mujer colombiana en la construcción del hogar y la sociedad, en especial a ese millón y medio de madres cabeza de familia y a aquellas que perdieron a sus hijos por cuenta del conflicto armado y la inseguridad ciudadana.
Mi más sentido reconocimiento a todas las madres que portan el uniforme de nuestra fuerza pública, quienes, probablemente, no podrán compartir con sus hijos y demás seres queridos por estar protegiendo la integridad de los hogares colombianos. Hago extensivo este homenaje al personal médico, cuya labor es determinante para salvar vidas puestas en riesgo a causa de la intolerancia y violencia intrafamiliar.
También es un día para darles las gracias a las 69.000 madres comunitarias, extraordinarias mujeres que no solo atienden a sus hijos, sino a más de un millón de niños, niñas y adolescentes en estado de vulnerabilidad. En ese sentido, guardo en mi memoria, con especial afecto, la invaluable labor humanitaria de la señora Olga Gallardo de Aragón, destacada lideresa de Buga (Valle) que, desde hace diez años, en compañía de otras valiosas damas, atiende con esmero y profundo amor a más de 60 pequeños que viven en uno de los barrios más humildes de la ciudad.
Gracias a corazones tan bondadosos como el de la señora Olga, sus incondicionales aliadas y miles de mujeres anónimas, centenares de niños sentirán hoy y siempre el calor de un hogar.
Por todo lo anterior, no permitamos que un día encaminado a enaltecer a esos seres maravillosos, fuente de vida, respeto y admiración, se convierta en una tragedia nacional que termine por enlutar nuestros hogares.
¡Feliz día a todas las madres de Colombia!