Por: David Meza Pretelt
Hablando de entrampamiento, uno de los peores que se ha hecho a miles de ciudadanos, fue el carrusel de contratos en la salud que se dio durante la Alcaldía de Gustavo Petro en la capital.
La EPS Capital Salud es la mayor entidad del régimen subsidiado de tipo público que opera en la capital colombiana con cifras que superan el millón de afiliados. Durante la polémica alcaldía de Gustavo Petro esta empresa sufrió su mayor debacle, de la que aún no se ha podido recuperar y que la ha tenido en varias ocasiones ad portas de un posible cierre por parte del Estado, ejemplo de lo que podría ser el manejo de la salud de un gobierno del Pacto Histórico en el país.
En Julio de 2011 nace la EPS (Entidad Promotora de Salud) Capital Salud, como iniciativa de Samuel Moreno “el perdonado social”, conformada con un capital mixto en el que el 51% pertenecía al Distrito de Bogotá y el 49% restante a un socio privado, que tras un proceso de selección con la asesoría de prestigiosas universidades fue adjudicado al conglomerado empresarial Salud Total.
Se otorgó potestad en algunos aspectos al socio privado, que además había aportado la infraestructura, los empleados y gran parte de los pacientes: dicho socio podía elegir varios de los más importantes cargos al interior de Capital Salud, situación que fluyó de manera correcta permitiendo a la EPS unos primeros años de cifras positivas, siendo inclusive modelo a seguir según dictámenes de la Superintendencia de Salud.
Pero todo se fue al suelo con la llegada del líder populista Gustavo Petro a la alcaldía de Bogotá (2012-2015), quien a través de sus alfiles Guillermo Jaramillo y Aldo Cadena, podría haber incurrido en atropellos e irregularidades tanto en la elección de gerentes como en la contratación.
La gerente petrista de la EPS Alba Mayorga, habría incurrido en una ilegalidad, creando una planta paralela tercerizada a través de la empresa Opción Temporal, que reemplazó a la Cooperativa Talentum. Los contratos con Opción Temporal ascendieron al 11% del valor total de la nómina y a través de esto, supuestas cuotas políticas afectas al alcalde de turno dispusieron de estos contratos. Llegaron a ser más de 600 personas subcontratadas a través de Opción Temporal, mientras que los empleados de planta eran poco menos de 300.
Tras la discutida victoria en la reelección de Juan Manuel Santos apoyado por los ñoños, Odebrecht y el rebautizado Pacto Histórico de Petro, entre otros. Regresó el grupo de petro-santistas que venían de hacer campaña y se volvieron a barajar las carteras del distrito. Aldo Cadena quedó a cargo del IDRD en un nombramiento a dedo (en el petrismo la meritocracia no existe), donde tuvo como mano derecha a Juan Carlos Montes, el mensajero de las bolsas de dinero de presunta proveniencia narcotraficante, que estremecieron al país en el Petrovideo.
Arbitrariedad e irregularidades
A pesar de reiterados debates en el Concejo de Bogotá donde se solicitaba liquidar Capital Salud por sus problemas financieros, Aldo Cadena intervino ante Gustavo Petro impidiendo que esto sucediera y consiguió ser nombrado secretario ad-hoc en la junta directiva de la entidad, imponiendo casi de manera simultánea a un nuevo gerente: Alaín Jimenez Fadul ambos actualmente participan en la campaña del Pacto Histórico a la presidencia. (Foto del acta de la reunión)
Petro hizo y deshizo en la entidad que manejaba grandes arcas y de las que tenia encargado a su esbirro Aldo Cadena. El talante dictatorial de Petro quedó en evidencia cuando un tribunal de arbitramiento determinó que la elección del gerente Alaín Jiménez Fadul, se habría dado de manera irregular, echando al traste los acuerdos fundacionales de la empresa y la prensa reflejó que Petro habría impuesto al interior de la entidad un régimen corrupto con pésima gestión.
Jimenez Fadul promovió la dudosa contratación de una empresa que contaba solamente con sedes en la región Caribe, mas no en Bogotá que es donde se supone que operaría, para el suministro de insumos médicos llamada S & M Colombia U. T. y esta empresa contratada por el petrismo, no cumplió con pagos por cerca de 6 mil millones a Audifarma, que era la que venía prestando dicho servicio.
Adicionalmente la empresa de papel que ganó una dudosa licitación durante la alcaldía de Petro, se caracterizó por ofrecer un pésimo servicio y recibir mútiples quejas y demandas por parte de los pacientes con el propósito de acceder a medicamentos.
Un alcalde que supuestamente hizo énfasis en la política social, ponía a los afiliados de Capital Salud a hacer largas colas durante horas, incluso bajo la lluvia para poder tener acceso a medicamentos que les garantizaba la Ley y hubo graves descuidos en la cadena de custodia y entrega de medicamentos que a veces guardaban en las mismas neveras en las que los empleados guardaban su merienda y entregaban con retardo.
Uno de los detalles que levanta mayor suspicacia, fue que la convocatoria pública realizada para buscar un nuevo proveedor de medicamentos duró solamente un día, con un único proponente que fue S & M, que además no cumplía con los requerimientos, ya que en principio no tenía sedes en Bogotá o en el Meta, las dos regiones en las que opera Capital Salud, ¿Será que Gustavo Petro habría otorgado un contrato a dedo?
Jimenez Fadul recibió la empresa en octubre de 2014 con unas pérdidas de 140 mil millones de pesos y cerró el año con pérdidas por 212 mil millones, es decir que tan solo en tres meses se perdieron 72 mil millones, un incremento acelerado de las pérdidas en las que ya venía sumida la EPS durante los primeros años de la administración de Petro.
Durante la administración de Gustavo Petro, las pérdidas mensuales que reportaba la empresa ascendían a los 22 mil millones mensuales en promedio. Situación que fue delatada cuando el nuevo alcalde Enrique Peñalosa, tomó poder sobre la entidad y las nuevas directivas denunciaron que a diciembre de 2015 había pérdidas que rondaban los 600 mil millones de pesos.
Las Peticiones, Quejas, Reclamos y Denuncias (PQRD) se dispararon de acuerdo a información oficial del Ministerio de Salud, hecho que llevó a imponer una medida de vigilancia. Estas se incrementaron en un 82,14% entre enero y septiembre de 2015 en comparación con el mismo periodo del 2014, últimos meses de la alcaldía petrista en los que pareciera ser que trataron de arrasar con todo.
Miguel Uribe, senador por el Centro Democrático, ya lo había advertido recientemente cuando denunció que: “Petro quebró red pública y Capital Salud, dejó abandonadas las obras y mantuvo filas interminables y contratos corruptos de ambulancias”. Hecho que fue corroborado por Danilo Vega, ex Personero Distrital que encontró en 2016 el desastre causado por la administración Petro en Capital Salud, quien afirmó en referencia al manejo de Capital Salud por parte de Gustavo Petro que la “Alcaldía anterior no hizo nada para mejorar atención de EPS y la dejó en cuidados intensivos”.
Para colmo de males, Jiménez Fadul ha mostrado intenciones de convertirse en candidato del petrismo a la alcaldía de Valledupar, sin que le incomode el oscuro pasado que tuvo en Capital Salud, donde fue acusado inclusive de entregar recursos a dedo a algunas IPS cuando estuvo a cargo de la EPS. Además, fundaciones encargadas de pacientes crónicos como Retorno Vital, lo responsabilizaron por constantes incumplimientos en la entrega de medicamentos inmunosupresores; necesarios para garantizar la supervivencia de pacientes con trasplante.
A pesar de las críticas al servicio de la empresa encargada de entregar los medicamentos, el detrimento patrimonial causado por la alcaldía de Petro a la EPS fue tal, que tras su salida de la alcaldía la empresa quedó inoperante, dejando de entregar los medicamentos a los pacientes arguyendo que la administración Petro había adquirido deudas con S & M cercanas a los 17 mil millones.
Populismo con el habitante de calle
Gustavo Petro se jacta del tratamiento y manejo de la población de habitantes de calle cuando fue alcalde, mientras que zonas como El Bronx y Cinco Huecos, se fortalecieron a tal nivel que no eran permeables por la autoridad y se constituyeron en epicentros del micro tráfico, mientras la alcaldía cumplía una labor asistencialista con los indigentes.
Pero este populismo con el habitante de calle tenía un costo que irresponsablemente fue atendido con la Unidad de Pago por Capitación de la EPS Capital Salud. A los indigentes que hacían parte del Sisben los atendía dicha empresa, asumiendo una carga que creaba un gran detrimento patrimonial y atendiendo un objetivo para el que no fue creada.
Según fuentes al interior de la empresa, se permitía que dueños de hogares de paso afectos al “petrismo” e Instituciones Prestadoras de Salud en las que la alcaldía tenía participación, se lucraran con los dineros del tratamiento y atención que se prestaba a los habitantes de calle. Lo que se podría denominar como un círculo en que el dinero permanecía en las arcas del petrismo y hay que revisar cuántos de estos beneficiarios en el día de hoy hacen donaciones o financian actos de campaña de Gustavo Petro.
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