CRIADERO LA NEGRA

Por: Argiro Castaño

“Los sueños son las turbinas de la existencia “


A la feria de San Marcos en México Aguas Calientes van llegando los valientes con su gallo copetón y lo traen bajo del brazo al solar de la partida pa jugarse hasta la vida con la fe en un espolón. Linda la pelea de gallos con su público bravero con sus chorros de dinero y los gritos del gritón…


“ Pelea de Gallos” canción compuesta por Juan S. Garrido (1940) e interpretada magistralmente por don Antonio Aguilar.

ESE ES EL CABALLO JUEZ !!!
Que patas, que cadencia, que timbre, que quietud de ancas, que posición de cabeza, que fenotipo!
¡Ayayaiiii que suavidad!
¡Ese si es de silla!
¡Aprete que nos pelaron!
¡Adiós pobreza no te cargo más!
¡Voy a un caballo! ¡Voy a un caballo! -Cuál le gusta pa’ mejor?
-me voy con el 7 pa $ 100 mil y doy la recua…

En el mes de septiembre del año 2012 estando yo en la feria equina en el Carmen de Viboral Antioquia llamada “el Mundialito” comencé a escuchar estos términos totalmente nuevos para mí.
Ahí en ese momento en medio de esa euforia colectiva y con un desconocimiento total de lo que eran los andares del caballo criollo colombiano, comenzó la historia de mi pequeño, muy pequeño criadero de caballos de paso colombiano de nombre la NEGRA.

Nombre en honor a mi querida esposa Sandra a quién siempre desde que la conocí la he llamado cariñosamente “MI NEGRA“


En el año 2009 y después de haber superado una terrible crisis económica (mejor dicho) de haber salido de una quiebra ni la ifueputa, me había comprado una tierrita cerca al pueblo acá en el Retiro Antioquia.


Para esos momentos yo sabía tanto de caballos de paso criollo colombiano como el Dr Uribe de carpintería, pero por caprichos del destino a un amigo le habían pagado una deuda con un “atao” una yegua y un potro.


Un día cualquiera, iba de viaje para la costa por tierra a mirar un local para abrir un almacén de muebles en la ciudad de Barranquilla. Cuando recibí la llamada de mi amigo que de manera apurada me decía:


-Argiro , me entró una yegua y un potro. Que negocio vamos a hacer? Vos que tenés finca…


-Hombre Eduardo, yo como pa’ que putas eso!


-Argiro, que es un potro hijo de “Bucéfalo De Vuelta Grande” en una yegua hija de Galante Del 8.


A mí me dio fue como risa porque yo no tenía idea de que putas me estaba hablando mi buen amigo Eduardo.

Desde muy pequeño debido a mis orígenes campesinos descendiente de aserradores y arrieros tuve vínculos con las mulas y los caballos y me pele muchas veces el culo montando a “pelo” en ellos .


*montar a pelo es montar sin silla, directamente en el lomo del caballo.
Después montaba frecuentemente en los caballos “coli mochos” típicos ejemplares de nosotros los campesinos, a los que les mochábamos los pelos de la cola para q no se les arrastrara por los caminos de herradura en épocas de invierno.


Muchos años más adelante en cabalgatas acá en mi pueblo con mi negra y mi hijo, montaba en caballos de alquiler pero nunca me interesé en sus andares; sólo me importaba que fueran mansos y que dieran la vuelta al “roblal” caminando y casi dormidos mientras yo cantaba rancheras y tomaba aguardiente, creyéndome Antonio Aguilar sobre ellos. Eso era todo lo que sabía de caballos hasta ese momento.


*el roblal es un típico recorrido de las cabalgatas de mi municipio el Retiro, uno de los más lindos que tenemos.

Ese día sentado en un “palco” y con la gritería del público de fondo, miraba la competencia de mi querido caballo ARROGANTE, quien competía contra 9 caballos más.


Terminó la competencia y el público incluidos nosotros seguíamos gritando a todo pulmón por nuestros ejemplares esperando el veredicto.
Comenzó la explicación del juez para dar el resultado final…


En ese momento todo quedó en silencio, las barras de los dueños de los diferentes caballos quedamos mudos y se escuchó un silencio sepulcral.
Comenzó la narrativa del juez dando la explicación:


-Esta es la categoría de los potros en proceso de la trocha pura colombiana, una categoría donde tuvimos potros de excelente calidad.


Pongan en movimiento los caballos con el número 7 y el número 10.
Estallamos en júbilo en mi palco porque el caballo 7 era nuestro querido ARROGANTE mientras los dueños del caballo número 10 hacían lo mismo.


Siguió la explicación del juez… estos fueron los potros de más alto puntaje durante toda la competencia, caballos suaves de una marcación precisa en el andar de la trocha pura colombiana, de alta frecuencia, de una gran cadencia y de quietud de ancas, que fueron los mismos de principio a fin.


Pero hubo un potro (ahí en ese momento el corazón se acelera más) el cual tuvo su cabeza estable en todo momento durante toda la competencia…
El título de mejor potro en proceso de la trocha pura colombiana de esta feria el caballo número 7, primer puesto el caballo número 10.

¡Eso Adolfito!! ¡Ganamos!! Comencé a gritarle a mi chalán, al querido y gran caballero Adolfo Montoya mientras él iba a reclamar la cinta levantándose el sombrero y echándose la bendición.


Una vez le pusieron la cinta al caballo, Adolfo se vino hacia nuestro palco y nos fundimos en un gran abrazo mi hijo, su novia y todos los que fuimos a ver el debut de mi querido caballo ARROGANTE. Fotos, risas y abrazos marcaron este momento. También felicitaciones de un montón de desconocidos.


Yo me iba de un lado al otro del coliseo mientras amigos y desconocidos me preguntaban:


-De que quedó el caballo?
-¡De primero! decía eufórico, muy emocionado y bastante copetón.
-¡No Argiro, quedó de mejor! No, de primero insistía yo.

Más tarde, mi hijo José me explicó que en las competencias de los potros en proceso los galardones eran “Mejor, primero, segundo, tercero, cuarto y quinto.”


-¡Ganamos! Eso es lo que importa mijo. Le dije más prendido que baile de morochos tomando ron.

Ese día Comenzó mi aprendizaje de todos estos términos que me han acompañado los últimos 11 años y de los cuales algo he aprendido.


Diagonales, Frecuencia, alta frecuencia, timbre, cadencia, quietud de ancas, tono, fenotipo, brío, romaneo, exactitud en su marcación.


También aprendí que los andares del caballo criollo colombiano se reconocen o definen de la siguiente manera según su andar:


Trote y galope (P1)
Trocha y galope (P2)
Trocha pura (P3)
Paso fino (P4)

También supe que mi querido caballo arrogante era hijo Bucéfalo de vuelta grande, que este era hijo de Tayrona del paso y que Tayrona a la vez era hijo de Tupac Amaru el famoso caballo de Gonzalo Rodríguez Gacha.

Comencé a meterme en YouTube a aprender un poco más de todo este inmenso mundo del caballo criollo colombiano, de su evolución, su genética, de los grandes chalanes que han prevalecido en el tiempo como el gran Don Mario Franco y Don Gonzalo franco que no les pasan los años y aún conservan su bigote lo mismo que su pelo negro a pesar de llevar un poco más de 40 años en este oficio de Chalanes.
También aprendí que en cada feria hay grandes campeonatos a los cuales llegan los dos primeros de su categoría menos los potros en proceso.


Qué hay gran campeón, gran campeón reservado, primer finalista, segundo finalista, tercer finalista y cuarto finalista.


Que las cintas para el gran campeón y el gran campeón reservado son de los colores de la bandera de Colombia y que hace apenas algunos años el chalán del gran campeón se pone la bandera de Colombia sobre sus hombros y espalda, lo mismo que al caballo sobre sus ancas, dando esto un lindo colorido a las ferias equinas cuando pasan orgullosos caballo y chalán por la pista de resonancia, mientras con luces multicolor alumbran al caballo y al jinete y suena de fondo a todo volumen la canción “Colombia tierra querida” o el himno de las ferias de las flores “me voy para Medellín”
Mientras nosotros los del público ovacionamos con aplausos y gritos a todos los ganadores.


Que los colores de las cintas que se ponen alrededor del cuello de los caballos para las competencias regulares son así:


Primer puesto: azul.
Segundo puesto: roja.
Tercer puesto: amarilla.
Cuarto puesto: verde
Quinto puesto: blanca.
Muchos términos aprendidos que decimos o dicen los que vivimos en este mundo de los caballos como por ejemplo “la firma”


Este término se utiliza para referirse al patrón, al que firma los cheques, al que paga la nómina, al dueño del caballo o del criadero. Así nos dicen muchos de los muchachos que nos colaboran con su trabajo, claro que en mi caso de pronto llego hasta el grado de “firmita” porque en este negocio existen “firmas muy largas” (patrones muy ricos).
También supe que en Colombia hay “MUNDIAL de caballos de paso criollo colombiano” así como lo leen “M U N D I A L de caballos de paso criollo Colombiano” y se anuncia dicha feria con bombos y platillos aunque solo participan caballos colombianos obviamente.


Que participan a veces un par de ejemplares que vienen de Ecuador o de Panamá, pero que fueron criados en Colombia y se llevaron a estos países.
Aunque se anuncia como mundial nunca he visto en competencia caballos Rusos, Chinos, Alemanes, Holandeses, Gringos y mucho menos de Países Bajos.
Pero mundial es mundial y quien obtiene este título con su caballo lo lleva con gran orgullo el resto de la vida.
“es que mi caballo es campeón mundial” dice sacando pecho el dueño de dicho caballo.

¡Uffff como será tener un caballo campeón mundial o fuera de concurso! nos decimos los pequeños criadores que a duras penas tenemos 5 caballos de los cuales 3 son para montar y 2 para soñar.

También existe la feria nacional equina (este nombre me parece más apropiado) la cual se realiza en las principales ciudades de Colombia una vez al año.
En Bogotá, Medellín, Barranquilla o Cali.


Ferias grado A, grado B y festivales equinos hay por doquier y todo el año, a lo largo y ancho del territorio Colombiano, y quienes tienen buenos caballos y el bolsillo largo se recorren estas ferias todo el año con sus ejemplares.


Nosotros los pequeños, muy pequeños criadores somos esperando a tener un ejemplar que a nuestro ENTENDER esté en condiciones de competir para mostrarlo en un festival o feria local. A veces nos aventuramos y lo vamos metiendo en una grado A así sea solo para pasar una sola vez por las tablas.
Cuando llega momento de la ratificación del andar o sea en el primer paso doble por la pista de resonancia (paso por las tablas) instante que dura a lo más 30 segundos, este momento se nos vuelve eterno… el corazón late más a prisa, todo a nuestro alrededor queda como en cámara lenta y los dueños de los caballos quedamos mudos mientras las barras gritan a todo pulmón.


Cuando termina de hacer sus dos pasos por las tablas en cualquiera que sea su andar miramos al juez a ver qué cara está haciendo. De repente lo vemos buscando con la mirada a su ayudante para pedirle el micrófono, en ese preciso momento todo se derrumba y nos decimos mentalmente (ayy Hp me lo sacaron)


El ayudante llega corriendo y hasta sonriendo a entregarle el micrófono al juez, nosotros los dueños del caballo palidecemos y se nos descuadra completamente la risa cuando escuchamos estas tristes y lúgubres palabras….


-“El caballo que porta el número 6 debe ser retirado de la competencia por no estar en el andar”


Esto es lo más duro de escuchar cuando llegamos llenos de ilusiones a mostrar nuestro caballo al que llevamos entrenando mínimo 18 meses para ese momento.


Las veces que me ha pasado esto siempre me acuerdo del “chacal de la trompeta” del Show de Don Francisco cuando decía… pa’fuera, pa’fuera, pa’fuera, pa’fuera!

Y se comienzan a tirar las cuentas.
$ 400 mil del camión (llevar y recoger el caballo)
$ 300 mil del montador (si no es muy afamado)
$ 200 mil de la inscripción.
$180 mil de las 6 boletas en tribuna para la familia
$ 180 mil dos pollos (Que chimba de pollo) los de moda.
$ 160 mil 2 medias de aguardiente tapa roja.
$ 200 mil repartidos en tinto, mango, cerveza michelada y chontaduro.


Esto es apenas si la feria es en la querida sede de ASDESILLA en Rionegro porqué si la feria es en otra ciudad esta cifra se triplica.


Entonces me he dicho muchas veces: ay HP, ahí van saliendo casi 2 millones de pesos en un pasón por las tablas de 30 segundos.

Pero el que lo vive es el que lo goza y esta pasión por los caballos solo la entendemos los que vivimos en ella.
Cada quien se gasta el dinero que se gana trabajando como más lo disfrute y créanme que yo prefiero gastarlo así que viajando, bebiendo o sosteniendo una moza.


Los caballos son el bazuco de muchos de nosotros….


La euforia colectiva, la pasión, los abrazos dados con fuerza entre familiares y amigos, las risas, el llanto, también unos buenos aguardientes en medio de inmensas alegrías en estas ferias son cosas que no se comparan con nada.


¡Esto es vida, pura vida! estos maravillosos instantes pagan todos los esfuerzos de los que sostenemos esta goma por pura pasión, por puro amor por los caballos.

Las miles de historias qué hay detrás de esta cultura de los caballos son enormes, la unión familiar que existe alrededor de estos nobles animales es simplemente hermosa.


También hay que resaltar la cantidad de empleos y de bienestar para muchas personas que viven de la industria de los caballos, así como suena (industria de los caballos)


Los caballos generan en Colombia 480 mil empleos directos y le generan a la economía colombiana unos 6 billones de pesos al año.


Los que no entienden la pasión que nos mueve a los amantes de los caballos a cargar cuido, heno y zanahoria. También a pagar herreros, veterinarios, cuidadores y montadores, tildan este negocio como de cultura “traqueta” aunque muchos de nosotros los caballistas tengamos como cultura partirnos el culo madrugando a trabajar desde las 4 am para poder sostener nuestra pasión.


Me ha tocado ver y escuchar las historias de humildes muchachos que trabajan por un mínimo y se ponen a criar un potro, con mucho esfuerzo y muy ilusionados de sacarlo campeón para venderlo por un buen precio (este me va a dar la casita don Argiro, espere y verá)


Esta pasión por los caballos es algo que no tiene estrato social y no es exclusivo de nadie. Los que tienen mucho invierten mucho y los que tenemos poco invertimos poco y los que no tienen nada se hacen revolcar trabajando para sacar adelante su caballo. Pero a todos nos mueve por igual esta linda pasión llena de sueños y de ilusiones.

Sería muy iluso no reconocer que en esta fiesta de los caballos como en todas las fiestas de mi lindo país el dinero del narcotráfico no ha estado presente… pero entrar en detalles ya sería guevonada.
Las alegrías que me han dado los pocos triunfos de mis caballos solo las comparo con las alegrías que me han dado el nacimiento de mis 3 hijos (así de grandes)


Ir a una feria ya sea en palco o tribuna a disfrutar de esta fiesta no tiene precio, sacar un caballo a pista es algo que no se compara con nada y tener un caballo campeón es tocar el mayor éxtasis de felicidad que he podido conocer… es como estar en un estado SATORI.


Podría escribir miles de páginas narrándoles lo que se siente tener un caballo que te gane en una feria, de la gran emoción y satisfacción que una cinta de estas produce, de lo que se vive alrededor de esta fiesta. Pero sé que los que hemos vivido estos momentos tan especiales en nuestra vida lo entienden suficientemente.


Hoy en día la inmensa mayoría de personas que amamos la fiesta de los caballos somos gente del común, también grandes empresarios que han llevado por generaciones en la sangre esta pasión, es bonito ver familias enteras disfrutando sanamente de esta fiesta de los caballos tomándose un café o una botella de agua gritando a todo pulmón y saliéndose de los chiros animando su caballo en medio de una competencia. Es lindo ver cuando gana su caballo como se funden en un abrazo personas de avanzada edad con sus hijos o con sus nietos.


Cada día somos más, muchísimo más los gomosos por los caballos y gracias a las redes sociales crece como espuma esta pasión en Colombia.


Este es el único negocio del mundo donde tenemos la certeza los gomosos de los caballos de que en un 90% de veces el dinero que invertimos no tendrá retorno… pero que se nos devolverá miles de millones de veces en pura felicidad.

Argiro.

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