Por: Oscar Garza Bello
No es casualidad que a México haya viajado el Subdirector de la CIA y se deje saber PÚBLICAMENTE y antes de las elecciones, no es casualidad que la Vicepresidenta Kamala Harris visitara México unos cuantos días después de las elecciones cuando todavía no se terminan de contar los votos. No es casualidad que el Secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos visite México y se anuncie de manera PÚBLICA poco después de la visita del Subdirector de la CIA y de la Vicepresidenta Harris.
EUA está enviando un claro mensaje al gobierno Mexicano: el gobierno de BIDEN está preocupado por la seguridad nacional de su país ante la gobernación del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien ha:
– Sido indolente con el narcotráfico
– Perdido el control de casi un tercio del territorio nacional a manos del crimen organizado
– Hostil a la inversión nacional y extranjera
– Cercano al gobierno narcopopulista de izquierda de Nicolás Maduro de Venezuela
– Llevado una política energética desastrosa
– Amenazado a las instituciones independientes y democráticas
– Atacado a la clase empresarial y a la clase media mexicanas
– Puesto en riesgo a la aviación civil por falta de mantenimiento de instalaciones y la construcción del aeropuerto de Santa Lucía que corre el riesgo de hundimientos en pistas e instalaciones, cierra por neblina de octubre a enero de 6 am a 10 am y a veces hasta las 12 pm, y que tiene interferencia de radares y espacio aéreo con el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
– Dilapidado el presupuesto en programas clientelares para ganar votos y proyectos faraónicos inviables
– Endeudado a México en menos de la mitad de su periodo, más que Peña Nieto en todo su sexenio
– Negligente en el cuidado de la salud de los mexicanos, dejando sin tratamientos a niños y mujeres con cáncer, mujeres maltratadas, y madres sin guarderías para sus hijos
– Entregado el sistema educativo mexicano a una mafia sindical corrupta, inepta y promotora de adoctrinamiento de izquierda
Por otro lado, los EUA saben que AMLO es un homicida que mató a un hermano y a su mejor amigo en un ataque de ira. Eso tiene consecuencias en el desarrollo psíquico de un menor de edad.
Además, saben que AMLO padece serios problemas de salud, como problemas cardiacos y neuronales, y hasta incontinencia urinaria. Así mismo, como lo reportó THE ECONOMIST, saben que se ha vuelto cada vez más irascible, hostil e intolerante, gritándole “¡CALLATE!” a aquellos de su círculo cercano que dan un dato u opinión con la que AMLO no está de acuerdo.
Por otro lado, saben que, sin la complicidad del PRI, no logrará en el Congresos de la Unión y en el Senado lograr la mayoría calificada para pasar las reformas que quiere, y en los congresos locales de los Estados, suficientes estados con mayoría simple para que sean ratificadas esas reformas.
Adicionalmente, en EUA saben que AMLO ha dilapidado el erario y ya NO tiene dinero suficiente para sus programas clientelares y obras faraónicas inviables. En otras palabras, si no logra la complicidad del PRI, es un presidente SIN MARGEN DE MANIOBRA que solo ocupa espacio en Palacio Nacional para dar rienda suelta a su incontinencia verbal y urinaria.
No sé si lo entiendan los EUA, pero ya llegó el momento de propiciar un relevo presidencial porque AMLO no pudo y no podrá más que ser un lastre para el avance de México y un peligro para la seguridad nacional de EUA.
Si me tocara asesorar al presidente Biden, le diría que la posición de AMLO en México es insostenible y nociva tanto para México como para la seguridad nacional de EUA. Y si este me diera luz verde para asesorar al Secretario de Interior de los Estados Unidos y al director de la CIA para desarrollar una estrategia de cómo remover a AMLO de la presidencia de México, les sugeriría lo siguiente:
– Busquen a dos de los expresidentes mexicanos con mejores relaciones con el gobierno de EUA y que además son amigos entre ellos: Carlos Salinas y Felipe Calderón. Ambos estarán de acuerdo en que AMLO es un peligro tanto para México como para EUA.
– El rol de Salinas y Calderón sería reunirse en privado con altos mandos militares incluyendo el Secretario de la Defensa Nacional y el Secretario de Marina, para decirles que la posición de AMLO como presidente es insostenible y que EUA apoya un cambio de presidente.
– Salinas y Calderón también se acercarían a otros poderes fácticos como empresarios que tras bambalinas NO apoyan la gestión de AMLO.
Una vez armada la conjura, Salinas y Calderón, los Secretarios Militares, altos funcionarios de la administración de Biden, y altos representantes de la clase empresarial, deben presentarse en Palacio Nacional en reunión urgente con AMLO para informarle que tiene que presentar su renuncia inmediata por motivos de salud. De lo contrario, los mandos militares NO obedecerán sus órdenes y que EUA tiene listas una serie de medidas de apremio para forzarlo a renunciar, estas incluirían órdenes de captura internacional contra familiares de AMLO y su círculo cercano de gobierno por delitos de lavado de dinero y narcotráfico.
Como en la Constitución Mexicana se establece que, pasados los 2 primeros años del sexenio (período presidencial en México) en caso de renuncia o ausencia absoluta del presidente, el Secretario de Gobernación asumirá la presidencia hasta terminar el sexenio, en la reunión se puede pactar que antes de que el presidente presente su renuncia al Congreso, Olga Sánchez Cordero renuncie como Secretaria de Gobernación, y en su lugar se nombre a una persona seria y capaz que pueda hacerse cargo del país por lo que resta del sexenio.
También se pueden pactar con quien vaya a asumir el cargo, una serie de políticas y reformas que ha de impulsar para revertir, aunque sea parcialmente, el daño que AMLO le ha causado a México.
Llegó la hora de ponerle el cascabel al gato. Cualquier demora es dejar que el daño se haga más y más grande.
Al tiempo…
Respetuoso y cordial saludo de su amigo
OSCAR GARZA BELLO
SOBRE EL AUTOR: Oscar Garza Bello es economista, consultor de negocios, financiero y fiscalista. Graduado Licenciado en Economía por el ITESM, Master en Administración Pública por la Universidad de Harvard, y Master en Administración de Negocios por la Escuela Kellogg de la Universidad Northwestern. Se ha desempeñado profesionalmente en los sectores privado, no lucrativo, la academia, y los 3 niveles de gobierno.
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