Por: Guillermo Rodríguez
Los lamentables y repudiables hechos que rodearon la muerte del estudiante de derecho Javier Ordoñez, quien luego de reñir con efectivos de la fuerza publica falleció en un centro asistencial, dejan un oscuro y lamentable camino para Colombia, pero a la vez muestra mucho de las medidas que podrían tomarse para evitar dejar todo nuestro país, a merced del anarquismo internacional; es lamentable desde luego que en medio de un procedimiento policial un ciudadano termine muerto, pues nadie quisiera en medio de una pesquisa rutinaria terminar en un hospital o en el peor caso en una morgue, pero menos aun nadie se imaginaria que en medio de dicha situación se utilizaría esa muerte para promover caos, anarquia, destrucción de bienes públicos y privados.
Totalmente reprochable el exceso de fuerza desde luego, pero aun mas reprochable la actitud de varios lideres como Gustavo Petro y Claudia López, que en ningún momento llamaron a la calma y al respeto de la autoridad, de los derechos ajenos, sino por el contrario de manera expresa en el caso de Petro, promoviendo el vandalismo, la anarquía y la desnaturalización de la autoridad, lo mas grave aun es la posición de la alcaldesa de Bogotá, que en ningún momento llamo al respeto de la fuerza publica y la autoridad, para evitar generar mas caos y todas las muertes que enlutaron durante tres días a Bogotá, sin contar lo que sucedió en todo el país.
Al tiempo que ello sucedía, los organismos de seguridad del Estado estaban advertidos de la grave amenaza de destruir casi, estaciones de policía, y comandos militares en la ciudad de Bogotá, todo la amenaza ha estado latente desde cuando el expresidente Santos en medio de los diálogos de paz con las Farc en La Habana, justo cuando hubo un alto riesgo de ruptura de los “acuerdos» por la posición majadera y violenta de las Farc, indicaba que si los acuerdos fenecían vendría “una guerra urbana sin precedentes», esta declaración se daba justo unos días después de la masacre a manos de las Farc, ee 11 soldados inermes en medio de una tregua en Buenos Aires departamento del Cauca, ¿Por qué en ese momento nadie se movilizo a llamar asesinos a las Farc y a un gobierno promotor y tolerante con la violencia?
Días después que el nobel amenazara con la “guerra urbana» sino se toleraba la amenaza que generaba las Farc para la seguridad publica, apareció un nuevo detonante este seria el atentado en el centro comercial Andino, donde fallecieron personas ajenas a decisiones propias de la agenda publica gubernamental, o de organismos de seguridad, mucho de tapo en su momento, recogieron todos los “dvrs» del centro comercial, donde quedaba clara la trazabilidad de las circunstancias fácticas de la explosión y las muertes que dejo, desde luego en esos videos se podría concluir quien llevaba el explosivo, como lo dejo, y a ordenes de quien se exploto.
¿Saben que paso? Absolutamente nada, nadie objeto la exclusión de los videos en el proceso penal, nadie objeto las libertades otorgadas a los maleantes terroristas implicados, nadie indago sobre los probables principios de oportunidad negociados entre fiscalía e implicados, y ni que decir de la exhumación del cuerpo de quien dejo el explosivo en el centro comercia, y la extraña salida del mismo del territorio colombiano, todo para dejar el atentado en total impunidad; ¿pero que tiene que ver todo esto con el caos de hace semana y media? Pues tiene todo que ver, es la estrategia acordada en La Habana entre Farc y ELN, para desestabilizar el gobierno que no muestra contundencia Ni lealtad, debilitar la institucionalidad e implantar su camino para la presidencia del 2022.
Corolario: que podrán pensar aquellos que ven desde la barrera la falta de lealtad del gobierno con el legado de Uribe, la falta de dialéctica, coherencia y contundencia con quienes merecen verdadera “legalidad», presidente Duque o endereza el rumbo o usted y su gobierno pasaran a la historia a tener un peor puesto, que el mismo Santos.