Por alejandro Ramírez Londoño
“Un gobierno lo suficientemente grande como para darte todo lo que quieras, es un gobierno lo suficientemente grande como para quitarte todo lo que tengas.” gerald Ford, ex presidente de los Estados Unidos.
Después de la reunión con su gabinete ministerial a Petro se le ha dejado ver atormentado. Primero dijo que “la ultra derecha” no llegaría al poder a borrar todo lo que había hecho, como si a los sectores empobrecidos para los que pretende gobernar les sirviera el retroceso institucional y la ruina de nuestra economía. Días después y en referencia al 2024 en un mensaje televisado, dijo que “el próximo año será mejor”, pero no sabemos si realmente acertó en el día en que se levantó después de su rutinario café, bien pudo haberse levantado el día de los inocentes. Todo para rematar el año con la decisión del retiro de la delegación minera al departamento de Antioquia que, de antaño y dada su vocación minera, le respetaron sucesivos gobiernos.
Antioquia fue una de las primeras rutas colonizadas por los Españoles y en búsqueda de oro. Quienes se asentaron primero en Santa María la antigua del Darién, hoy territorio del Urabá, buscaban al cacique Buriticá por las historias que se tejían sobre el uso que le daba al valioso metal. Su secuestro fue el primero del que se tenga registro en la América precolombina por parte de los Españoles, en territorio antioqueño. Y quien suscribe esta columna, tuvo no pocos antepasados que explotaban el oro desde la ruta del Río Cauca por Santa fe de Antioquia y de allí a Segovia, para terminar recorriendo los bellos paisajes de la cordillera central por donde hoy habitan incontables parientes con antepasados en la minería. La tradición minera de Antioquia ha permitido que sea uno de los departamentos al frente de su formalización.
Pero quien prometía “el cambio” y llevar el poder a las regiones, en vez de hacer realidad la descentralización escogió retomar la competencia minera delegada al departamento de Antioquia, terminándola a través de decreto con un perjuicio irremediable para las “comunidades adelante” en la cadena minera: El desempeño del sector minero es estratégico para las materias primas, siendo determinante para encadenamientos en la industria. Adicionalmente, por cada peso que se invierte en minería se genera 2,44 pesos para los sectores de transporte, industria y servicios, esto es que afectó con una firma a un sector jalonador de empleo. Peor que lo hicieron los españoles con el secuestro del cacique Buriticá, el cambio era quitarle la delegación minera a Antioquia y todo por una revancha política.
Consultado el director de la Agencia Nacional Minera (ANM), nuevo intérprete de sentencia de constitucionalidad quien pretexta impedimento para mantener delegación minera en el departamento, no argumentó incumplimiento alguno por el mismo en la entrega de títulos ni en su fiscalización; argumenta si, que creará nuevas dependencias de la Agencia y su respectiva burocracia en Caucasia, El Bagre y Buriticá, municipios dejados a la suerte de oficinas de cobro y donde los alcaldes nada podrán hacer para evitar la minería ilegal que azota sus municipios. Para ubicarlo amigo lector, estos municipios en la cuenca del bajo Cauca antioqueño, experimentaron el súbito aumento de la minería ilegal a topes insospechables que avizoran la catástrofe ambiental más grave que haya tenido Antioquia. 4 municipios de Antioquia en esta cuenca (Zaragoza, Nechí, Cáceres y el Bagre) suman más de 25 mil hectáreas. afectadas por minería de oro de aluvión, esto es, cerca del 25% de todas las hectáreas afectadas por minería de aluvión en el país, y más del 50% de las hectáreas afectadas ilícitamente. Y si se le suman las hectáreas afectadas por minería ilegal en Ayapel, zona inmediatamente siguiente al norte de estos municipios, en el sur del departamento de Córdoba y limítrofe con Antioquia, bajo la autoridad directa de la ANM -esto es, que nunca ha tenido delegación- son más de 30 mil las hectáreas afectadas con minería ilegal. Con delegación o sin ella, el futuro de estos municipios es la multiplicación de la pobreza y la violencia al son del daño ambiental que cae sobre nuestros hijos y nietos, sin que a cambio se escuchara del gobierno promesa futura de proyectos de desarrollo, industrialización y formalización minera en el departamento. Todo un “raponazo”.
El 16% de 9602 títulos están en Antioquia. Solo superado en Colombia por el par nobsa (Carbon) 17% y Bogotá 16.5%. Si la cercanía de las autoridades regionales con alcaldes y comunidades permitía en parte la solución de los conflictivos sociales, no me puedo imaginar aquello de tratar de resolver las demandas sociales en los proyectos de minería con un gobierno de escritorios lejanos que difícilmente entiende las necesidades de las comunidades en las 9 subregiones del departamento. El último de los paros mineros causó un cierre que se prolongó por cerca de 2 meses en el primer semestre del año por las operaciones de la fuerza pública contra la minería ilegal. Asumir la delegación minera del departamento de Antioquia exigirá de un gobierno de vacantes la gestión de títulos, fiscalización y problemáticas sociales al ritmo de una parsimonia que inevitablemente agudizará tensiones sociales que se atendían desde la misma región por la secretaria de minas y el gobernador de Antioquia.
Con esta columna, apreciados lectores, agradezco sus comentarios y paciente lectura a lo largo del año, esperando que estas reflexiones hayan sido de buen provecho para todos. Esperemos que el niño Dios que se hizo presente en sus hogares en estas navidades nos permita seguir en comunicación y compartir los análisis sobre la realidad nacional este año que llega por el portal El Expediente, que amablemente los publica para ustedes. Feliz año 2024 y a persistir por el futuro de Colombia!