Por: Rafael Rodríguez-Jaraba
Con profunda tristeza y pesar, leí la semana anterior, la columna quincenal de Alfredo Carvajal Sinisterra, en la que anunció su decisión de abandonar el oficio de columnista del periódico El País de Cali, según él, para dejar el campo libre para las nuevas generaciones.
La ausencia de sus esclarecidas ideas, ponderados cometarios, agudos análisis y rigurosas letras, dejará un hondo y anchuroso vacío muy difícil de llenar. Con su retiro, en las páginas editoriales del diario El País, se apaga un luminoso faro orientador que ha sido de obligada atención y lectura durante 15 años.
La contribución de Alfredo Carvajal Sinisterra a la construcción de una mejor opinión pública, ha sido inestimable, y sus depuradas columnas han servido de carta de navegación para una sociedad por momentos a la deriva, perdida o al menos desorientada.
Su brillante trayectoria como columnista de opinión, se suma a tantos y tan señalados logros obtenidos en suincansable y prolífica vida, siempre, dedicada al servicio de las más nobles y loables causas.
Su obsesión y desvelo por el desarrollo integral de la cuenca del pacífico y por la innovación, al igual que por la adopción y empleo de nuevas tecnologías para optimizar procesos, ganar eficiencias y mejorarresultados, es encomiable y constituye un émulo a seguir.
Alfredo Carvajal Sinisterra es un distinguido economista egresado de la Universidad de Pennsylvania y magister en Administración Industrial de la Universidad del Valle. Fue el primer presidente de Ecopetrol, formidable alcalde de Cali y luego, le sirvió a la ciudad como concejal.
Durante seis años fue presidente de Carvajal S.A., empresa orgullo de Colombia, y durante su gestión, se fundieron las bases para su internacionalización y el establecimiento de sedes filiales en más de 18 países. Luego de su retiro, ofició como presidente de la Fundación Carvajal, en la que desplegó una labor encomiable en favor de la promoción del espíritu empresarial, la iniciativa privada y el emprendimiento en los sectores más vulnerables.
En el año 2009 el Consejo Superior de la Universidad del Valle, le otorgó el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias de la Administración, en reconocimiento a su concurso al desarrollo del Valle del Cauca y la nación, así como a su vida ejemplar como ciudadano, empresario, promotor y gestor de proyectos sociales y económicos de superlativa importancia para la región pacífica y el país.
Pero, ante todo, Alfredo Carvajal Sinisterra ha sido unvisionario adelantado; un gran demócrata; un ferviente defensor de la libertad, de la iniciativa privada, de la libre asociación y del desarrollo sostenible; y, uno de los más importantes promotores de la responsabilidad social empresarial y ambiental en el hemisferio.
Su brillante labor como alcalde Cali, así como la de otros distinguidos ciudadanos, entre ellos, Rodrigo Escobar Navia, Julio Riascos Álvarez, Alfredo Domínguez Borrero y Rodrigo Guerrero Velasco, contrasta con la mediocridad de la mayoría de burgomaestres que ha padecido la ciudad en los últimos años, y, con la incapacidad, torpeza e indelicadeza de algunos de elloscomo el actual.
Sobrecoge que, en su última columna, no oculte su temor al ver entronizado en Colombia, un gobierno exégeta dela anacrónica doctrina comunista, la que, como bien está probado, tan solo es buena para sembrar esperanzas y cosechar pobreza, además de ser, renuente a reconocer la ciencia, el conocimiento, la verdad y la realidad, valiéndose de vagos argumentos o de falsas razones.
También señala en su columna, cómo Petro malogra la coalición, busca refugio en sus obsecuentes seguidores y aduladores, y peligrosamente convoca al pueblo a las calles para que ejerza presión al Congreso, de manera que, bajo asedio, le apruebe sus disparatadas reformas.
Concluye su última columna diciendo, “Si Petro continúa ignorando el pragmatismo y el consenso, prefiriendo la tozudez dogmática, agudizando la polarización, se acentuará el odio y la sin salida”
Falta, mucha falta harán sus ideas y letras, y sus sesudos análisis y juiciosas opiniones. Por fortuna, y de seguro, que podré seguir escuchando sus opiniones en las reuniones de columnistas que organiza el Hotel Spiwakde Cali.
Para Alfredo Carvajal Sinisterra, todo mi reconocimiento, aprecio y admiración, así como mi agradecimiento por su amistad y por todas las gentilezas con que siempre me ha distinguido.
MARÍA FERNANDA CABAL.
Bien saben mis lectores, que soy amigo de la crítica constructiva y propositiva, y contrario al halago obsecuente, así como enemigo de la intriga destructiva, la que repudio, rechazo y condeno; pero considero justo comentar, que la semana pasada tuve oportunidad de conocer e interactuar con la senadora María Fernanda Cabal, durante el homenaje que rindió el Comité Cívico y Democrático de Cali y el Valle del Cauca a las Fuerzas Armadas, al igual que a los Congresistas que conforman la bancada de oposición al Gobierno, y en el que se promulgó el documento denominado “Manifiesto Cívico y Democrático para el Congreso de la República”.
Durante el evento la Senadora María Fernanda Cabal hizo una magistral disertación, la que me permitió advertir, su integridad, preparación, capacidad y valor, y,además, entender, por qué es la Senadora más votada de la actual legislatura y la segunda en toda la historia de Colombia. Ver y escuchar a María Fernanda, constituyeun verdadero gusto y un enorme placer, y más, ver en ella, firmeza, luz y esperanza para Colombia.
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*Rafael Rodríguez-Jaraba. Abogado Esp. Mg. Litigante. Consultor Jurídico. Asesor Corporativo. Conjuez. Árbitro en Derecho. Profesor Universitario. Miembro de la Academia Colombiana de Jurisprudencia.