La resistencia y abierta rebeldía de la alcaldesa de Bogotá Claudia López a trabajar de la mano del Presidente de la República Iván Duque tiene a los bogotanos pagando casi el doble por el agua, la energía y el servicio de aseo y alcantarillado y sin la posibilidad de acceder aun subsidio que ayude en medio de la Emergencia Sanitaria.
Aunque el gobierno nacional expidió el Decreto 580 de 2020 con el ánimo de aliviar en el bolsillo de los hogares más pobres autorizando a los alcaldes a brindar un subsidio a los servicios públicos, la alcaldesa de la capital no ha actuado en consecuencia.
Según el decreto, el distrito podría asignar subsidios máximos del 80% del costo del recibo para el estrato 1; del 50% para el estrato 2 y 40% para el estrato 3 y advierte que estos podrían mantenerse hasta finales de este año siempre y cuando la Alcaldía presente un proyecto para que sea aprobado y reglamentado por el Concejo de Bogotá.
El Decreto 580 de 2020 fue expedido el 15 de abril y hasta la fecha la alcaldesa no ha aprovechado la posibilidad ni le ha presentado el correspondiente proyecto al Concejo de Bogotá.
Claudia López había prometido que durante el 20 de marzo al 20 de abril de 2020, sin importar el estrato, no se pagarían los servicios públicos. Esa propuesta nunca se concretó y por el contrario, por una razón que aun nadie explica, comenzaron a percibir aumentos exorbitantes en las tarifas de los servicios públicos.
El caso en el que más denuncias hemos recibido en El Expediente tiene que ver con la facturación del servicio de Acueducto a cargo de la Empresa de Acueducto de Bogotá, empresa en la que Claudia López nombró a la economista Cristina Arango Olaya, funcionaria que viene de dirigir el ADRES, la entidad que administra los billonarios recursos del Sistema General de Salud y pasó por la Secretaria de Planeación de Samuel Moreno en el 2011.
Lo mismo ocurre con el costo del servicio de energía de Enel Condensa, empresa bajo el régimen privado pero con participación del distrito. Hay casos en los que el aumento es hasta del 400% y los ciudadanos no saben ante quien quejarse. Las denuncias en ese sentido abundan en las redes sociales, en los barrios y todos los hogares de distintos estratos.
Desde el Concejo de la capital advierten que si la alcaldesa persiste en su negligencia, no presenta un proyecto y aprovecha el decreto expedido por la presidencia, los bogotanos se van a quedar pagando el doble por los recibos y sin la posibilidad de acceder a un subsidio que habilitó el presidente Duque y que aplica para los servicios de acueducto, aseo y alcantarillado.