Por: Germán Senna Pico
Los destrozos que nos deja la izquierda con su primera línea son el preludio de lo que padecerá este país si escoge el camino del mal en 2022, ya tenemos muchos espejos en américa latina como para seguir cometiendo los mismos errores de Venezuela, Nicaragua, Chile y Argentina. Nuestra nación es la joya de la corona para el foro de Sao Paulo entidad patrocinada por el terrorismo internacional y dirigida por los regímenes de Cuba en cabeza del G2 y por sus alfiles Lula Da silva de Brasil y el peón Nicolás Maduro quien preside el régimen de Venezuela.
Nos rodean y acechan grandes amenazas que tenemos y debemos superar, pero definitivamente la estocada final a ese ente criminal mal llamado Foro de Sao Paulo, la vamos a dar en las elecciones presidenciales de 2022 en primera y segunda vuelta. No podemos equivocarnos, se hace necesario hablar con nuestros jóvenes, sean hijos, sobrinos y amigos de nuestros amigos e hijos, esos jóvenes que durante su primaria y bachillerato han recibido adoctrinamiento político e ideológico en escuelas y colegios por parte de FECODE, bastión del mal llamado Socialismo del siglo 21 (SSXXI) quienes con sus fichas en los gremios de formación y “educación” han realizado el trabajo que las guerrillas en remotos años, realizaban en el monte y a escondida por persecución del Estado y cuando la sociedad rechazaba contundentemente cualquier acto de proselitismo al interior de los claustros educativos.
Desde las entidades de educación y formación, se ha venido romantizando con las ideas del SSXXI y muchos jóvenes incautos que no investigan ni leen sobre la historia de los padecimientos que vive la gente en países donde la izquierda totalitaria decide hasta que y como debes vestir y comer, anulando todas tus libertades y donde no existe respeto por el DIH ni los DD HH.
Esos jóvenes están tan adoctrinados o aturdidos, que son capaces de decir que en Colombia vivimos en una dictadura o régimen y, al mismo tiempo, alaban a las tiranías de Cuba, Nicaragua y Venezuela arengando que éstas sí son democracias.
A ese nivel irracional de comparar a Colombia con una dictadura ha llegado el discernimiento de las nuevas generaciones, creo que las drogas realmente hacen grave daño a los jóvenes, pero sin dudas ese adoctrinamiento es más peligroso que cualquier droga que consuman nuestros hijos. Hay que reevaluar la manera como se está manejando la educación en Colombia, indiscutiblemente, hay que quitarle poder al Foro de Sao Paulo y al SSXXI eliminando a FECODE de tajo, esa entidad del mal no aporta nada a la formación y educación en Colombia y, en cambio con sus acciones vandálicas realizan caos y destrucción a las que hay que ponerle fin.
Con devoción y entusiasmo debemos esperar este año nuevo en unión con nuestras familias, hemos padecido la arremetida de una pandemia que ha puesto al mundo de rodillas y la hemos venido superando con tenacidad y esfuerzo, en la semana que termina y coincidiendo con el fin de año, entidades del orden mundial han reconocido que el gobierno de Colombia ha sabido actuar y ha respondido a los desafíos económicos y sanitarios a los que nos enfrentó esta calamidad mundial, hay que reconocer que el presidente Iván Duque con todo su gabinete, ha realizado todo a su alcance para superar estos difíciles momentos.
Al gobierno que preside Iván Duque le tocó enfrentar situaciones delicadas que desbordaron la capacidad y respuesta de las instituciones; durante los años 2020 y 2021 padecimos no sólo la arremetida del Covid_19, sino la destrucción y caos de la izquierda con su “primera línea”. Ni a Belisario Betancourt le tocó tan duro; haciendo un recorderis de aquellos tiempos, si miramos los acontecimientos ocurridos durante el cuatrienio 1982 a 1986.
Lo primero que sacudió a Belisario fue el Terremoto de Popayán el 31 de marzo de 1983, justo en la celebración de la Semana Santa en esta ciudad, un sismo que se registró sobre las 8:15 de la mañana, con una magnitud de 5.5 en la escala de Richter y que causó más de 380 muertos.
La toma del palacio de la justicia el 6 de noviembre de 1985 por parte del grupo terrorista M19, grupo al que perteneció Gustavo Petro y donde murieron más de 100 personas y una veintena de desaparecidos
La tragedia de Armero el 13 de noviembre de 1985 cuando este poblado fue arrasado por una avalancha de lodo que dejó más 25.000 muertos.
Y como si fuera poco, en el año de 1983 nos llegó La Roya a Colombia destruyendo nuestros cafetales en Quindío, Antioquia y Risaralda, un país que tenía como producto especial de exportación, el café que representaba en esa época el mejor y mayor ingreso para nuestra economía.
Para el 2022 tenemos que superar muchas dificultades, pero sin duda alguna la dificultad y tropiezo más grande y desastrosa a superar, será La Roya Petro para que jamás se vuelva a poner en pánico la economía y la estabilidad de la nación.
Prefiero mil (1000) años de lo que conozco así no sea tan bueno, que cuatro años de lo que promete el vendedor de humo que representa al SSXXI.
Germán Senna Pico
Email germansennapicko@gmail.com